Un icono pop

Pilar Martín (EFE)
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Con una receta de origen incierto, la hamburguesa es un plato que ha trascendido el cine, la literatura y la pintura

Un icono pop

Los amantes de la carne suelen tener una debilidad especial por su versión más multicultural, la  hamburguesa, una receta de origen bastante incierto que se ha convertido en un icono de la cultura pop y que ha trascendido al cine, la literatura o la pintura.

Pulp Fiction, la cinta de Quentin Tarantino estrenada en 1994, no pasó de largo la importancia de este plato en las cocinas estadounidenses, por lo que en dos escenas de la película Vincent Vega (John Travolta) y Jules Winnfield (Samuel L. Jackson) son los encargados de dejarnos claro que la hamburguesa es la «la piedra angular de todo buen desayuno nutritivo».

Una receta que siempre ha de ir acompañada de unas patatas fritas, siempre con ketchup (la mayonesa es un «asco»), y sobre la que ironizan al hablar de cómo llaman en Francia al cuarto de libra de la cadena McDonald.

Pero, en el mundo del séptimo arte, existen más casos en los que aparece en secuencias importantes esta elaboración con más de 2.500 años de antigüedad, ya que los comerciantes romanos ya vendían en las calles de Hispania estas albóndigas de carne aplastada que formaban parte de su dieta diaria.

Por ejemplo, en Un día de furia, estrenada en 1993, y donde Michael Douglas está empeñado en desayunar en una hamburguesería donde a partir de las 11,30 ya no sirven comidas. Algo que cabrea, y mucho, a Bill Foster, que empuña su arma mientras el resto de clientes devoran una hamburguesa. La tensión sube cuando éste recibe su pedido y ve que no es como el de la «foto», que es «grande y jugosa, de tres centímetros de grosor».

Dejando a un lado la ira que provoca no recibir la hamburguesa deseada, el espectador podría vivir un momento más relajado, de nuevo protagonizado por John Travolta en Grease y con Olivia Newton John en el papel Danny y Sandy.

Los dos enamorados se dan cita en una cafetería animada mientras los compañeros les acompañan durante una cena con hamburguesa y batido.

Y es imposible olvidarse de Super size me, una crítica a esta receta que se ha convertido en el gran clásico de las cadenas de comida rápida. Una cinta donde su director y protagonista, Morgan Spurlock, se alimentó durante 30 días solo de hamburguesas para poner de manifiesto cómo el consumo abusivo de esta elaboración le podía llevar al hospital.

De museo

El mundo del arte también ha acogido a la hamburguesa como un icono pop, así lo hizo Andy Warhol, que la convirtió en objeto de deseo para los coleccionistas al crear una serigrafía con la palabra hamburguer y las palabras wholesome (saludable) y delicious (delicioso).

Precisamente uno de los pupilos de Warhol, el fotógrafo David LaChapelle, cuyas instantáneas son tan famosas como reconocibles, cuenta con una imagen titulada Muerte por hamburguesa (2001), una de sus más hiperrealistas y controvertidas imágenes.

El arte de la escultura también se rindió a este bocadillo de carne picada con pan de la mano del suecoestadounidese Claes Oldenburg, un maestro especializado en réplicas a gran escala de objetos cotidianos, como sus obras Hamburger with Pickle and Olive (hamburguesa con pepinillo y aceituna) y Two Cheeseburgers, with Everything-Dual Hamburgers (Dos hamburguesas con queso, con todo- Hamburguesas dobles).

De libro

En la literatura, son muchas las referencias a este plato que hay en escritores como Charles Dickens o James Joyce, pasando por Patricia Highsmith; pero sin duda alguna la hamburguesa es la protagonista de recetarios como Hamburguesa nuestra (Editorial Akal), donde está todo lo que se necesita saber sobre este plato, o Hamburguesas gourmet (Editorial Lunwerg), con recetas para gustos variados.

Termina así este repaso del icono gastronómico de la cultura pop por las distintas disciplinas artísticas, que han sabido ver el potencial que ha tenido y tiene para hacer de las tramas, pinturas, fotografías o esculturas un sabroso objeto de deseo.