La cámara de Tierra de Campos se jubila

R. Gris
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Fernando Fradejas ha fotografiado miles de eventos de 92 pueblos de la zona norte durante casi 40 años. Tiene cuatro millones de fotografías. Ahora, se jubila como guardia civil de Rioseco, pero tiene claro que seguirá con su afición

Fernando Fradejas, con su cámara en la Plaza Mayor de Rioseco. - Foto: Jonathan Tajes

Cuatro millones de fotografías. Fernando Fradejas tiene un inmenso archivo fotográfico guardado en su casa. Es el trabajo de casi 40 años recorriendo los pueblos de la zona norte de la provincia. Eventos de lo más variado. Fiestas patronales, teatro, música, deporte... «Me llaman el titiritero. Siempre he ido a cosas alegres», reconoce, mientras coge su cámara de fotos y simula hacer una instantánea en la Plaza Mayor de Medina de Rioseco. Natural de Mota del Marqués, lleva casi cuatro décadas residiendo en la Villa de los Almirantes. Ha ejercido como guardia civil todo este tiempo y ha sabido combinar a la perfección su labor al servicio de la ciudadanía con su afición por el mundo de la fotografía.  

Nunca ha mezclado fotos y trabajo, pero una vez que se quitaba el traje verde de la Benemérita se colgaba su cámara al cuello, se montaba en su propio coche y marchaba allá donde hubiera cualquier evento. Recuerda que al principio lo hacía con una cámara de carrete. «Siempre me ha gustado más la calidad del papel», rememora. Día a día, año a año, se fue haciendo un hueco en cada uno de los pueblos que componen Tierra de Campos. «He ido desde Villanubla a Melgar de Arriba, a todos. Conozco tanta gente por mi trabajo como por las fotos». 

Poco a poco, se fue haciendo un hueco y un nombre incluso dentro de la prensa vallisoletana, lo que le llegó a colaborar con varios medios de comunicación impresos, incluido El Día de Valladolid, donde ha publicado múltiples instantáneas de eventos y festejos. Por la mañana, guardia civil al servicio de los ciudadanos y, por las tardes, más fotos. 

Fradejas tiene su espacio en los corazones de todas esas localidades que no se ha cansado de visitar. Raro es el evento que se celebra donde Fernando no está presente para inmortalizarlo con su cámara. No se muestra en absoluto perezoso a la hora de apretar el botón para obtener el momento preciso, la instantánea idónea. Los vecinos de cada municipio le saludan al verle llegar. Primero, por  su labor como agente de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y, segundo, como fotógrafo en su vida cotidiana. Es partícipe de su día a día y de sus momentos más alegres.  

Con la digitalización de las cámaras llegó una nueva oportunidad para Fernando. El hecho de hacer y poder mostrar un gran número de fotografías le ofreció la posibilidad de combatir la soledad no deseada de muchas personas mayores de la zona de Campos. Ha tenido el falso honor de ver cómo la zona más al norte de la provincia se iba despoblando poco a poco con el paso de las décadas y este fenómeno ha llevado a muchas personas mayores a residir solas. 

En los eventos de los distintos pueblos ha podido fotografiar a cientos de personas. Muchas de ellas conocidas. En ocasiones, familiares de esas personas que residen solas. «Me he ido muchas veces a enseñarlas a esas personas que viven solas y para ellas supone algo impresionante. ¡Mira, mi sobrino!», relata con una sensación de alegría en su rostro. 

Con la aparición de las redes sociales, esta especie de servicio a las personas de Tierra de Campos se multiplicó de forma exponencial. «Yo por ejemplo voy a un partido de fútbol y cuelgo en las redes 70 u 80 fotos. Quiero que todo el mundo se pueda ver, disfrute de lo que hago y, a la vez, hacer una especie de servicio social para que las personas mayores que lo vean puedan reconocer a su pueblo o a sus familiares», destaca. 

El archivo que ha conseguido hacer durante todos estos años es único. Cuatro millones de fotografías clasificadas por pueblos, por años y por eventos. «Cuando alguien me pide una, al menos le digo que me diga de qué año es», bromea.  

Semana Santa. El evento más importante para Medina de Rioseco es su Semana Santa y, lógicamente, los días de pasión concentran una buena parte de este archivo. «Tengo de todo, jueves santo, viernes, los gremios, el domingo de resurrección...». El sentimiento de apego de Fradejas hacia su pueblo es enorme. Tanto que recopiló entre las distintas familias de la localidad unas 4.000 fotografías para la elaboración de un libro sobre la historia de la Villa de los Almirantes.

Llega el momento de dejar paso, pero solo al traje verde. Por supuesto, las fotos continuarán siendo parte importante de su día a día. «Eso, mientras tenga salud, no lo voy a dejar». Así, la Cámara de Campos no descansará y continuará recorriendo los pueblos, al menos por el momento y hasta que la salud le acompañe. Que sea por muchos años.