A sólo diez días para terminar el plazo ordinario de negociación del ERE presentado por Nanta para cerrar su fábrica de piensos de Tudela de Duero, las posturas de empresa y sindicatos continúan muy alejadas, tal y como se evidenció en la reunión que mantuvieron durante la mañana de este lunes; y con la posible convocatoria de movilizaciones todavía en el aire, tras la asamblea de trabajadores celebrada por la tarde.
"Lo que sí está claro es que la gente está muy disgustada", advertía a El Día de Valladolid el secretario de Alimentación, Bebidas y Tabaco de FICA-UGT, Juan Carlos García Serrano, quien criticó la "falta de avances" en el encuentro con la empresa. "Han ofrecido una pequeña mejora respecto a la ayuda al alquiler", que podría rondar los 600 euros brutos durante 24 meses para quienes se recolocaran en las fábricas de Pobladura del Valle (Zamora) o Tabanera la Luenga (Segovia), así como en el centro de trabajo de Madrid, "pero por otra parte contemplan eliminar los complementos salariales que estuvieran cobrando los trabajadores que decidieran aceptar la recolocación, con lo cual saldrían perdiendo".
Por lo demás, Nanta mantuvo su planteamiento del jueves pasado de ofrecer recolocaciones a un total de nueve de los 28 trabajadores afectados por la previsión de cierre de la planta tudelana, activa desde hace 56 años, y 25 días de indemnización, con un tope de 15 mensualidades, para los que dejen la empresa.
"Seguimos muy lejos de alcanzar un acuerdo, por tanto, y no descartamos ninguna medida de presión", reiteró García Serrano, a la espera de mantener una nueva reunión que ya está fijada para el próximo jueves y con posibilidad de tomar antes alguna decisión sobre la convocatoria de movilizaciones.