Abrir los quirófano a la actividad vespertina, con las conocidas como 'peonadas', e intensificar los conciertos con la sanidad privada ha dado sus frutos este año. El número de personas que están pendientes de una operación en la provincia ha caído un 10,4% al pasar de las 5.690 que había a finales de 2022 a las 5.103 que había el 31 de diciembre del año pasado, según los datos facilitados este lunes por la Consejería de Sanidad.
Además, el tiempo medio de espera, en términos generales, también ha registrado un importante recorte. Por ejemplo, en Prioridad 1, la formada por pacientes cuyo tratamiento quirúrgico, siendo programable, no admite una demora superior a treinta días, la demora media el año pasado fue de 9, 11 y 9 días en Río Hortega, Clínico y Hospital de Medina del Campo, respectivamente, frente a los 11, 8 y 3 días del año anterior.
Pero donde más se observa la mejoría es en las otras dos categorías: Prioridad 2 y 3. La primera agrupa a pacientes cuya situación clínica o social admite una demora relativa, siendo recomendable la intervención en un plazo inferior a 90 días. La segunda, la de patologías que permiten la demora del tratamiento, ya que la misma no produce secuelas importantes". Pues bien, el tiempo medio de espera en Prioridad 2 fue el año pasado de 73, 32 y 29 días en Río Hortega, Clínico y Medina del Campo, sustancialmente mejor que los 87, 52 y 29 días del año anterior. Lo mismo ha pasado en Prioridad 3, donde la demora fue de 94, 61 y 58 días, frente a los 103, 96 y 49 de 2022.
La Consejería de Sanidad destaca en una nota de prensa que "el esfuerzo realizado por los hospitales para reducir las demoras tiene mayor relevancia si tenemos en cuenta que el número de entradas en lista de espera fue un 7 % más que en 2022 (9.616 pacientes)". Y las mismas fuentes añaden que "el año pasado se realizaron aproximadamente 143.000 cirugías programadas en el quirófano (sin contar intervenciones urgentes ni actividad fuera de quirófano)".
En Castilla y León
En lo que se refiere al ámbito regional, los pacientes de Castilla y León tuvieron que esperar una media de 116 días para ser operados en 2023, siete menos que hace un año. La cifra cae también sobre el dato de 2021, cuando se cerró en 144, pero aún está lejos de los 94 días con que se cerró la lista en 2019, según los datos recogidos por Ical. Si se compara el dato con el del tercer trimestre del año, se observa que la lista se ha mantenido en esos 116 días.
Por especialidades, las que tienen menos pacientes en espera son Cirugía Torácica (63), Cirugía Cardiaca (84) y Dermatología (109), esta última con la demora media más baja de todas, situada en 25 días; mientras que las que acumulan más esperas son Traumatología (10.893 pacientes), Cirugía General y de Aparato Digestivo (5.903) y Oftalmología (4.434 pacientes en espera).
Por diagnósticos, los cuatro procesos con mayor número de pacientes en espera de intervención a 31 de diciembre de 2023 fueron los siguientes: cataratas (3.400), hernia inguinal (1.656), artrosis de rodilla (1.563) y deformaciones adquiridas de los dedos (1.411 pacientes). Los quince diagnósticos más frecuentes -entre los que se encuentran por ejemplo las venas varicosas, la artrosis de cadera o las lesiones de hombro- supusieron el 48,36 por ciento del total de pacientes pendientes de entrar en el quirófano.