Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid (UVa) han participado junto al equipo de paleontólogos del departamento de Paleobiología del MNCN-CSIC, la Fundación Araid, la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel–Dinópolis y la Academia China de Ciencias en un estudio liderado por el Museo Nacional de Ciencias Naturales sobre el félido dientes de sable megantereon, un depredador de la talla de un jaguar actual que vivió durante el Plioceno y Pleistoceno de Eurasia, África y Norteamérica.
La investigación ha permitido confirmar que, al contrario que en otros félidos dientes de sable como machairodus y homotherium, megantereon poseía unos caninos superiores que quedaban expuestos cuando cerraba la boca. Llegar a esta conclusión ha sido posible gracias al estudio pormenorizado de cómo sería la musculatura facial y partes blandas asociadas, así como de la anatomía craneal y mandibular de estos félidos.
Megantereon poseía unos caninos superiores muy largos y comprimidos lateralmente, y una mandíbula con una fuerte proyección ventral de su parte anterior, casi de la misma longitud que los caninos. Según relata el paleoartista Mauricio Antón, primer firmante del trabajo y colaborador del MNCN: "Llevaba años con la idea de embarcarme en este estudio, que ha sido posible gracias a un detallado análisis de la anatomía craneal y facial de carnívoros actuales, a partir de análisis de CT-Scan, disecciones de especímenes actuales y grabaciones de animales salvajes en libertad".
Para Juan Francisco Pastor, responsable de las disecciones que se han realizado en la Universidad de Valladolid, "esta labor ha permitido estudiar la disposición de la musculatura facial y estructuras asociadas de varias especies de carnívoros".
Los datos obtenidos de especies contemporáneas fueron comparados con los proporcionados por varios cráneos de megantereon de yacimientos chinos y franceses. "Esta comparativa nos ha permitido estudiar las proporciones craneales e inferir la estructura y disposición de los músculos faciales y labios en megantereon", comenta Gema Siliceo, investigadora Araid en la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel–Dinópolis.
"Cuando comparamos el cráneo de megantereon con el de otros félidos dientes de sable como homotherium, observamos que el primero poseía un paladar más ancho, pero un premaxilar más estrecho, por lo que, al cerrar la boca, en megantereon se generaba un espacio entre el canino superior y la mandíbula suficiente para alojar los labios. De esta forma, los caninos superiores quedaban expuestos al cerrar la boca, pero protegidos por el desarrollo ventral de la sínfisis mandibular", resume el investigador del MNCN Manuel Salesa.
Los autores consideran que el desarrollo de esta proyección de la mandíbula, una morfología típica de megantereon, es una transición entre los félidos dientes de sable con caninos superiores ocultos por los labios y smilodon, uno de los últimos miembros del grupo, y que poseyó unos caninos superiores muy largos, y una mandíbula sin proyección ventral de la sínfisis.
El trabajo se enmarca dentro del proyecto de investigación 'Coevofel - Félidos de dientes cónicos vs. félidos dientes de sable: origen, coevolución y paleobiología', concedido por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, y dirigido por Manuel Salesa (MNCN-CSIC).