Una parte del muro de contención del puente de Cabezón de Pisuerga se derrumbó en la madrugada del miércoles por corrimiento de las tierras de la ladera contigua. Esta es una de las conclusiones que manejan los técnicos de la Dirección General de Carreteras, tal y como explicó ayer a El Día de Valladolid el alcalde del municipio, Arturo Fernández, quien además explicó que las crecidas del río Pisuerga de los últimos inviernos y el empuje del terreno han terminado provocando el derrumbe de buena parte del muro de mampostería que también soportaba el peso de la carretera que transcurría por el viaducto y, por tanto, el vial que conectaba las dos zonas de Cabezón que ahora han quedado literalmente divididas.
Las grietas en el puente han surgido desde hace un año, aunque lo cierto es que desde hace un mes avanzaban al ritmo de un centímetro diario, lo que motivó el cierre a la circulación rodada. Sin embargo, en las últimas horas saltaron las alertas porque solamente en la mañana del pasado martes la grieta creció siete centímetros en horario de mañana, describía el regidor a la vez que señalaba que ante este «comportamiento imprevisible» decidieron a primeros de esta semana cerrarlo también al paso peatonal. Sin embargo, «la naturaleza no se hizo esperar y la tierra cedió de madrugada», relató Arturo Fernández, al tiempo que urgía ayer a la Junta de Castilla y León a que «a la mayor celeridad, cuando se dispongan de los datos y resultados de los sondeos del estado de la zona, se acometa la obra».
Así las cosas, entre los primeros indicios que se manejan es que el origen podría estar «en una fuga de agua en la red de abastecimiento», que los técnicos ya han analizado y el resultado es que es agua clorada, es decir, potable, además de los «episodios de fuertes tormentas de los últimos días». El director general de Carreteras de la Junta de Castilla y León, Luis Alberto Solís, así lo manifestó ayer en el lugar de los hechos al asegurar de la misma manera «el compromiso sin límites» del Gobierno regional para reponer el puente medieval de este municipio.
Solís, que visitó la zona junto al delegado de la Junta en Valladolid, Pablo Trillo Figueroa, también señaló que la Junta lleva más de un año haciendo un seguimiento de esta infraestructura medieval sin que se detectasen movimientos en el muro que se ha derrumbado. No obstante, según recogió Europa Press, «hace dos o tres meses se apreciaron desplazamiento de mayor rango por lo que se hizo un sondeo para ver si se movía la ladera, sondeo que reveló que no existía movimiento».
Posteriormente se realizaron otros tres sondeos más, según el responsable regional, que han concluido esta misma semana, por lo que el director general de Carreteras rechazó «la mala interpretación de que los estudios realizados están mal hechos», ya que, tal como dijo, a medida que se han ido obteniendo los resultados de los sondeos se han ido facilitando a empresas especializadas «para valorar la actuación que se podía acometer».
Lo cierto es que de un día para otro la situación cambió bastante:«Ayer (por el martes) había que sujetar un muro para que no se cayera y tras el derrumbe ocurrido ahora la solución pasa por reponer el muro con la misma geometría y con el mismo aspecto estético», aseveró Luis Alberto Solís, quien insistió en que hay que arreglar el muro pero también ver la causa «que ha provocado el desplazamiento» a lo que incidió en que podría tener que ver con una fuga en la red de abastecimiento y en las tormentas.
Al hilo de la urgencia para acometer los trabajos, tal y como exigió el alcalde tras lo ocurrido, las actuaciones para recuperar el muro y el puente, Luis Alberto Solís insistió en no concretar una fecha «hasta que se conozca la envergadura de la obra y el procedimiento de ejecución» a lo que concluyó: «Se comenzará a trabajar «el primer día que se pueda empezar». Así, la solución pasa por levantar un nuevo muro pantalla, esta vez de hormigón, sobre el cual se instalarían refuerzos de piedra similar a la que existía y, finalmente, se pavimentaría de nuevo la VA-113.
En otra línea bien distinta se explican los socialistas y es que el PSOEya denunció hace un año que el monolito conmemorativo de la Guerra de la Independencia construido junto al puente medieval era la causa de las grietas en la calzada, lo que les llevó a pedir entonces a la Junta de Castilla y León un informe sobre los datos recopilados por los técnicos sobre el estado del viaducto. Es más, el día anterior al suceso el secretario del PSOE de Valladolid, Javier Izquierdo, acusó a la Administración regional de mantenerse «impávida», lo que calificó como crónica de una muerte anunciada.