Justino se levanta todos los días a las diez de la noche. Se prepara y va en autobús hasta su lugar de trabajo, una fábrica de maniquíes que está en Valladolid.
A estas alturas de mes, casi todo el mundo sabe que Justino es el protagonista del nuevo spot de la Lotería de Navidad. Hasta ahí, de acuerdo. Pero, ¿por qué la fábrica está en Valladolid? ¿Qué indicios apuntan a que esta bonita historia de alegría, compañerismo y solidaridad se vive en una nave situada, por lógica, en uno de los polígonos de la ciudad?
La culpa la tiene una tarjeta del Radio-Taxi colgada en el corcho en el que los trabajadores van apuntando los décimos que quieren para el sorteo del 22 de diciembre y que, accidentalmente, se cae sin que Justino se pudiera apuntar. El número de Radio-Taxi tiene prefijo ‘983’, lo que le vincula directamente con Valladolid.
Casualidad o un guiño intencionado. Desde el gabinete de prensa de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (Selae) aseguran que ha sido «una casualidad». «El número de teléfono es falso, no coincide con el del Radio-Taxi y nadie de la productora tiene vinculación con la ciudad», continuaban desde el departamento de prensa de la Selae.
La campaña del Sorteo de Navidad 2015 ha sido desarrollada por la agencia Leo Burnett y para promocionarlo han recurrido, por primera vez en la historia, a la animación y que tanto éxito está teniendo.
Las redes sociales se han hecho eco de esta situación y algunos lo han interpretado como un signo inequívoco de que este año El Gordo caerá aquí, algo que no sucede, salvo décimos aislados, desde 1984 cuando el 50076 dejó una lluvia de millones gracias a las 50 series que salieron de la sede central de Caja Rural en la plaza Zorrilla.