La innovadora casa de la tía Julia

Lucía Sánchez/ ICAL
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Nuria Sebastián proyecta convertir la casa de su tía abuela en Ciria en un centro cultural, a través de una campaña de financiación en masa

La innovadora casa de la tía Julia

Ha decidido llevar a la práctica su “proyecto vital”. Nuria Sebastián, vasca pero con descendencia soriana, recurre a Carmen Martín Gaite para justificar su proyecto de crear un centro de innovación en Ciria (Soria). La escritora salmantina decía que: “Normalmente se sueña una cosa y se hace otra. No te dejes engañar. Intentar realizar los sueños es lo único que al final de la vida te reconcilia contigo mismo”.

Y siguiendo a pies juntillas sus consejos, decidió, en un momento “complicado” de su vida, comprar la casa de su tía abuela Julia al resto de su familia, donde ella estuvo largos ratos en su infancia, y transformarla en un “refugio de ideas” un “centro de networking rural”, “un lugar donde impartir cursos” y lograr que bulla la actividad en una comarca que languidece y se muere a marchas forzadas, al contar con tan solo 20 habitantes. “Quiero ayudar a revitalizar la economía de la zona. Si puedo atraer a gente y que se alojen en casas de alrededor (Borobia, Aranda del Moncayo) será un beneficio para la comarca”, cuenta la promotora.

Asegura que siempre se tiende a pensar que la “innovación” está en grandes ciudades como Madrid o Barcelona y que depende de la tecnología o de internet. Sin embargo, a su entender, lo innovador pasa por recuperar una manera de hacer las cosas. “Casa tía Julia pretende recuperar el tiempo para detenerse , para pensar y para crear”, reflexiona.

Otra de las ideas del “revolucionario proyecto” es crear la ‘Beca casa tía Julia’, por la que uno o varios artistas, creadores o cualquiera con una buena idea, podrán solicitar una estancia en la casa, previa presentación del proyecto, con el compromiso de ser uno más en la vida del pueblo.

Además Casa Tía Julia (CTJ) también pretende ser un espacio de arte (La Tejalería) que sirva de plataforma de proyección de artistas. El beneficio de la venta de estas obras de arte se reinvertirá en mejoraras para la casa y la realización de nuevas actividades.

El refugio de ideas se pretende construir de manera colaborativa. El proyecto contiene varias fases de rehabilitación, ya que se pretende reformarla creando un piso superior. Los arquitectos del proyecto son Carmen Bueno y David Sánchez Bellido y pretenden respetar al máximo la arquitectura tradicional de la zona.

Amadrina una teja

La rehabilitación de las casa, que ya se ha iniciado, se pretende realizar a través de la campaña de financiación en masa (crowdfunding) ‘Amadrina una teja’, que ya ha logrado recaudar cerca de 2.000 euros. Los interesados pueden amadrinar una teja por un euro y automáticamente su nombre aparecerá en una de las paredes del centro de innovación. Por cada 20 euros aportados, los mecenas podrán adquirir una ‘Teja Juliana’ y tras la aportación recibirán dos correos electrónicos: uno para confirmar la donación y otro (en un plazo máximo de 24h) con su crédito en tejas y la confirmación de que ya lo puedes usar en la Tejalería e intercambiarlas en obras de arte, productos artesanales o servicios que se ofrezcan en ella.

El proyecto global tiene un presupuesto de alrededor de 100.000 euros, de los cuales 36.000 ya han sido aportados por la promotora. “La casa también se financiará con patrocinios de empresas, que podrán utilizar estas instalaciones para sus fines”, destaca.

En los proyectos de ‘crowdunding’, según Nuria Sebastián, siempre dicen que los primeros que aportan son la familia, luego los amigos y finalmente otros locos que les gusta el proyecto. Sin embargo, ella ha recibido aportaciones primero de gente que le ha gustado la idea pero que no conoce y que amadrino este proyecto.

La también autora del libro ‘¿De otro planeta?’, prevé que en el mes de mayo se impartan varios ‘microtalleres’, que versarán sobre cómo crear una tienda on line, posicionamiento web y redes sociales. Además, también se impartirán otros cursos “más vinculados a la tierra” sobre, por ejemplo, cómo hacer un queso.

El proyecto, que se ha dado a conocer a través de las redes sociales, ha tenido aceptación entre “los urbanitas” de la ciudad, que buscan un lugar libre de contaminación que ofrece “tiempo de un entorno lejos del ruido”. Ellos ya apremian para que abra sus puertas.