Pretendía demostrar al mundo que la presidencia de turno europea española iba a pasar a los anales de la historia, y cuando falta un mes para que finalice el mandato, va a pasar por ser una de las presidencias más anodina, por no decir más decepcionante.
Moncloa utiliza como excusa que el semestre ha coincidido con la campaña electoral, y meses de negociación para formar gobierno, pero la anterior presidencia francesa, con Macron haciendo campaña para mantenerse en el Elíseo, fue impecable desde el punto de sus responsabilidades con la UE y se cumplieron los objetivos marcados. El de España, lograr un acuerdo sobre política de inmigración, que Sánchez esperaba alcanzar en la cumbre de Granada, será tratado en mejor ocasión. Eso sí, los jefes de gobierno y sus delegaciones quedaron extasiados con la ciudad andaluza y los menús de estrellas michelin,
La imagen exterior de Sánchez no atraviesa su mejor momento en ningún capítulo. No ha ganado las elecciones aunque se mantiene, sus socios provocan muchos recelos y dañan las polémicas sobre la amnistía y la independencia de la Justicia. Últimamente se ha puesto el foco en la posición de Sánchez sobre el conflicto de Oriente Medio.
Lo de menos es su apuesta por el Estado palestino, la ONU ya defendió en el 47 , un año antes de la creación del Estado de Israel, que había que intentar los dos Estados, posición que también defiende la UE. Pero que Sánchez acudiera a Israel y Cisjordania como presidente de turno europeo e hiciera unas declaraciones tan inapropiadas ha causado indignación. Israel acaba de sufrir una agresión terrorista de dimensiones nunca vistas, con más de mil muertos civiles a manos de Hamas, no por bombas sino en una escena de masacre desaforada, con torturas, violaciones y ultrajes a cadáveres, la mayoría mujeres y niños. Eran inapropiadas las críticas hacia Israel, por mucho que sus bombardeos de Gaza provoquen víctimas civiles, Como en todas las guerras, habría que decirle al jefe de gobierno español. Como ocurre hoy en Ucrania y Rusia, que también suman víctimas civiles, y España apoya y colabora con Ucrania. Hamas ha dado las gracias a Sánchez, lo que no es diploma para cuadro de honor. Todo lo contrario.
Este lunes se inicia en Barcelona una nueva Conferencia sobre el Mediterráneo, en la que participan los países del norte y sur del Mediterráneo, europeos, árabes e Israel, que acaba de anunciar que no asistirá en esta ocasión. Se comprende, y es posible que se descuelgue algún otro país, entre otras razones porque no se puede analizar el futuro de los palestinos, como se pretende, sin que se escuche la voz de Israel.
Sánchez, en su vanidad, no asume que la política exterior es clave y obliga a estudiarla a fondo y acudir a quienes la conocen. Borrell, sin ir más lejos.
Ha hecho un flaco favor a la imagen de España y a su propia biografía como gobernante.