Un año marcado por la movilidad

M. Rodríguez
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Los grupos municipales y entidades sociales y económicas de la ciudad coinciden en que el cambio de signo en el Ayuntamiento de Valladolid se ha notado, para bien y para mal, en las políticas

El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, ante la estación Campo Grande. - Foto: AYUNTAMIENTO DE VALLADOLID

Un año del cambio en el Ayuntamiento de Valladolid. Los resultados electorales de la convocatoria electoral del 28 de mayo de 2023 propiciaron que el candidato del Partido Popular, Jesús Julio Carnero,  consiguiera la Alcaldía gracias a su alianza con Vox. El pacto  se fraguó en pocos días y dio carpetazo a dos mandatos del socialista Óscar Puente. ¿Qué ha cambiado en este tiempo? 

El programa electoral de Carnero y el de gobierno que el PP concretó con Vox, priorizaban la recuperación del proyecto del soterramiento de las vías y los cambios en las políticas de movilidad implantadas por el PSOE y Toma la Palabra. Dos aspectos que generan opiniones confrontadas entre los vecinos y que marcan la percepción de los cambios que se han registrado en la ciudad en este año. 

La primera decisión de Carnero en la Alcaldía fue eliminar el carril exclusivo para el transporte público en el puente de Poniente, y posteriormente en la calle López Gómez. A esto se ha unido la anulación del proyecto de Zona de Bajas Emisiones (ZBE) aprobado en el anterior mandato y la propuesta de reducción a la mitad del área limitada al tráfico. Esto ha retrasado su entrada en funcionamiento, que estaba prevista para este año, y sin fecha concreta de aplicación. 

Una medida que las asociaciones de comerciantes valoran positivamente. «Ahora estamos más relajados con la movilidad. La anterior ZBE era muy exagerada y la reducción beneficia la accesibilidad, que es muy importante para los negocios del centro», apunta Jesús Herreras, presidente de Fecosva. «La movilidad es uno de los aspectos en los que se ha notado el cambio de Gobierno. La gente ha perdido el miedo a acercarse al centro por temor a los atascos y eso se ha podido notar», reitera María Balsa, secretaria general de Avadeco. La Federación de Vecinos Conde Ansúrez también valora positivamente la reversión de los carriles bici de la avenida de Gijón y, pendiente de aprobación definitiva de la adjudicación de la obra, el del paseo de Isabel la Católica.

«Hemos cumplido el compromiso electoral de avanzar hacia una movilidad racional, que redunda en la calidad de vida de los ciudadanos, con una ciudad más vivible», presume la  portavoz del grupo municipal del PP, Blanca Jiménez. Pero como la realidad se ve según el color del cristal con que se mira, la oposición valora muy negativamente el efecto de estas medidas. «La ciudad está cambiando a peor. Éramos pioneros en movilidad y sostenibilidad, con medidas que buscan garantizar la salud de los vallisoletanos. Y todo esto a cambiado a peor», lamenta Rocío Anguita, portavoz de Valladolid Toma la Palabra (VTLP).

Uno de los proyectos estrella, vinculados a los cambios en movilidad, es la ampliación del puente de Poniente. En campaña, Carnero presentó un proyecto base, del que luego se han ido conociendo versiones hasta derivar en un encargo al escritor catalán Jaume Plensa. El grupo escultórico que iba a adornar el viaducto suponía un desembolso de 1,8 millones, pero el aluvión de críticas ha motivado que el artista haya declinado y deja en el aire el diseño final. «Este año se ha caracterizado por la improvisación, y un clarísimo ejemplo es lo de Plensa. Buscan problemas donde no los hay, vuelven a proyectos viejos y se gastan cantidades ingentes de dinero para fiascos», critica Pedro Herrero, portavoz del PSOE.

Soterramiento

La gran promesa electoral del alcalde, en la que se comprometió su palabra, es recuperar el proyecto de soterrar las vías. El vuelco electoral del 28M propició una curiosa carambola: la salida de la Alcaldía de Óscar Puente le llevó a ser diputado nacional, primero, y después ministro de Transportes. Esto ha llevado a personalizarlo en una confrontación entre Puente y Carnero. El socialista ya ha dejado claro que el Gobierno  no cambiará de posición, mientras el alcalde no renuncia a su reclamación, donde cuenta con el apoyo de distintas entidades locales, a los que ha reunido en la mesa del soterramiento. En ella está la plataforma por el soterramiento. «Acogimos con esperanza la posición favorable del equipo de gobierno, pero creemos que desde el Ayuntamiento se debería presentar un proyecto y una alternativa global con el soterramiento, paso Arco Ladrillo, estación bus y trenes soterradas», apunta Cecilio Vadillo, portavoz de la plataforma. Aunque esta misma semana, a la salida de la reunión del consejo de administración de la sociedad Valladolid Alta Velocidad (VAV), el alcalde casi asumió la continuidad de la integración. Lo hizo al pedir que antes de actuar para eliminar el paso de Arco de Ladrillo, la sociedad amplíe el convenio financiar la reforma del puente de Argales, que actualmente está limitado al tráfico pesado. Aunque, Alberto Cuadrado, portavoz municipal de Vox, reitera su intención de ejecutar el soterramiento, comprometido en el programa electoral. «Los ciudadanos quieren soterrar y se peleará».

Evolución

Las dos federaciones, que agrupan a las asociaciones vecinales de la capital, tienen valoraciones muy dispares de este aniversario. Desde la Antonio Machado se advierte de que hay poca participación. «Tiene que ser real, es decir, consultar antes de decidir, y también mejorar la transparencia», reclama su presidente, Margarita García. Por su parte, de la Conde Ansúrez, se valora las «mejoras en limpieza, tráfico y seguridad», como apunta Elvira Yáñez, su presidenta.

El sector empresarial también apunta cambios positivos. «Destacamos la apertura al diálogo, con amplia disposición a hacer partícipes a todos los agentes implicados en asuntos de interés general para la ciudad, como es el caso de la mesa de soterramiento, del talento o de la automoción», recalca el presidente de la Cámara de Comercio, Víctor Caramanzana. Por su parte, desde CEOE Valladolid se destaca el anuncio de una oficina de inversiones. «Valladolid está en una situación que debe aprovechar: cumple todos los estándares para atraer nuevas empresas. Estoy hay que darlo a conocer», recala su presidenta, Ángela de Miguel. 

Por su parte, CCOO y UGT coinciden en reclamar más contacto fluido en la negociación del diálogo social. «Han querido diluirnos, pero nuestra representación nos salvaguarda», denuncia Raúl N. García. «Somos ambiciosos y queremos un acuerdo amplio», apunta Jesús Vara, de UGT. Además, ambos sindicatos muestran su preocupación por la falta de noticias sobre las grandes empresas que se iban a instalar en la capital. 

Esto es solo una primera valoración, que se completará en un mes cuando se cumpla un año de la toma de posesión del actual equipo de Gobierno.