Medio Ambiente exige un estudio olfatométrico en el vertedero

M. Rodríguez
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La Consejería de Medio Ambiente avala la declaración de impacto ambiental del proyecto de ampliación de vertedero, pero exige al Ayuntamiento un estudio olfatométrico para valorar el impacto de los malos olores en la capital

Reportaje en el CTR o centro de tratamiento de residuos de Valladolid basurero basura residuos reciclaje y las obras de mejora de la planta - Foto: J.T.

El proyecto de ampliación del vertedero, con un presupuesto inicial de 13,5 millones de euros, ya tiene el visto bueno de la Consejería de Ambiente, que ha aprobado su declaración de impacto ambiental. En el diseño del vertedero, aprobado por el Ayuntamiento, se han fijado dos fases para alcanzar una capacidad para 5.067.351 metros cúbicos.

La primera acogerá los rechazos de basura sin separar que se producirán en el CTR a corto y medio plazo, durante un periodo de 20 años, mientras que la segunda fase se desarrollará a largo plazo, en función de las necesidades que se establezcan en un futuro, aunque se espera que sean menores por un mejor proceso de reciclado. En el proyecto se detalla que los rechazos anuales con destino a su eliminación mediante depósito controlado serán 74.137,35 t/año en la primera fase.

La declaración de impacto exige al Ayuntamiento que para proteger las infraestructuras existentes en el vertedero y su vaso durante los trabajos de ampliación se debe realizar anualmente un estudio geotécnico y topográfico para comprobar la estabilidad de los taludes, cierres y depósitos de residuos. Pero también pide que en la fase de funcionamiento se controle el problema de los malos olores, una molestia que llevan años denunciando los vecinos. Medio Ambiente pide que se realice un estudio olfatométrico que abarque al menos tres estaciones meteorológicas y que mediante un estudio de dispersión de contaminantes asegure al máximo que no haya afecciones sobre la población.

Derivado del estudio, que deberá determinar si las medidas impuestas son suficientes para garantizar que el olor no afecte a áreas sensibles cercanas, se podrán modificar las medidas implementadas y previstas para minimizar la afección de olores a las zonas residenciales cercanas. "Se establecerá igualmente un control en la admisión de residuos que pudieran dar lugar a emisión de olores, y se cubrirán las balas de rechazo con tierras inertes inmediatamente después de depositadas en el vaso de vertido, lo que prevendrá a su vez la producción de volados", aparece en el documento.

El proyecto de ampliación contempla la impermeabilización del talud del vertedero existente sobre el que se apoyará la ampliación del vertedero proyectada y se procederá al sellado de parte del vertedero en explotación.