Un centro de acogida con más de 500 animales de cien especies

D. Núñez
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La Era de las Aves ofrece una segunda oportunidad a cientos de animales que no pueden volver a su hábitat y, para ello, necesita ayuda de los visitantes

‘La Era de las Aves’ cuenta con un gran lago en el centro con patos, cisnes, un pavo real del Campo Grande que fue atropellado y una grulla coronada, auque ahí solo entra Enrique Martos. - Foto: J. Castillo

Rodolfo, el canguro, ama las zanahorias. Si son grandes, las coge con las dos patas delanteras, pero si los trozos son pequeños, no se entretiene y directamente come del suelo. Fue de los primeros animales en llegar a 'La Era de las Aves'. Nació en una granja escuela de Asturias, que contaba con un gran número de canguros. Se crió en cautividad así que no podía volver a su entorno. Y compartiendo 'vivienda' está Adam, un emú que llegó también hace unos doce años siendo un polluelo. Vino con compañía, con Eva, pero falleció hace ya un tiempo sin dejar descendencia. Estos dos animales, muy 'exóticos' para la provincia de Valladolid, son solo dos de los más de 500 y de 100 especies diferentes que hay en este parque zoológico que funciona más como una casa de acogida.  

Aquí llegan todos esos animales que no pueden volver a sus espacios naturales de referencia. Y permanecen en estas instalaciones hasta el final de sus días, siendo cuidados por Enrique Marcos, que fundó junto a su familia estas instalaciones situadas en Fresno el Viejo, el pueblo en el que nació. También cuentan con la ayuda de voluntarios. 

No solo reciben los animales que los centros de recuperación no pueden tener más tiempo, sino que también reciben a todas las personas que se acercan con animales en mal estado que han encontrado en carreteras y campos. De hecho, le llegó hace unos días un pollo de cigüeña con una sola pata que un vecino cogió en San Vicente del Palacio. Marcos aseveró que si logró sobrevivir en estas condiciones fue porque hay una plaga de topillos por la zona y se pudo alimentar sin casi moverse. En estos casos, avisa a los centros de recuperación. Si el pollo puede sobrevivir sin una pata, volverá a la naturaliza. En caso contrario, quizás tenga que recibirlo de nuevo en 'La Era de las Aves'. 

‘La Era de las Aves’ cuenta con un gran lago en el centro con patos, cisnes, un pavo real del Campo Grande que fue atropellado y una grulla coronada, auque ahí solo entra Enrique Martos. ‘La Era de las Aves’ cuenta con un gran lago en el centro con patos, cisnes, un pavo real del Campo Grande que fue atropellado y una grulla coronada, auque ahí solo entra Enrique Martos. - Foto: J. Castillo

De hecho, forma parte de este zoológico un polluelo de buitre que no es recuperable y que compartirá jaula con Nuño y Gásper, que llevan tres años juntos y son como hermanos, no paran de meterse uno con el otro, pero tampoco pueden vivir alejados. 

Sin ayudas públicas

Este centro no recibe ayudas públicas para mantenerse. Es privado y al albergar tantos animales está declarado como un núcleo zoológico. Marcos subraya que le gusta más llamarlo parque, pero entiende que la gente puede no comprender lo que hay en su interior con ese nombre. Lo cierto es que han llegado personas a las que no les gustan los zoológicos y cuando ven el trabajo de 'La Era de las Aves' alaban esta casa de acogida que da un hogar a los animales 'irrecuperables'. Para sostenerlo se valen solo de las entradas y de la venta de alimentos para dar de comer a los animales, así como de otros servicios que ofrecen a los visitantes. 

‘La Era de las Aves’ cuenta con un gran lago en el centro con patos, cisnes, un pavo real del Campo Grande que fue atropellado y una grulla coronada, auque ahí solo entra Enrique Martos. ‘La Era de las Aves’ cuenta con un gran lago en el centro con patos, cisnes, un pavo real del Campo Grande que fue atropellado y una grulla coronada, auque ahí solo entra Enrique Martos. - Foto: J. Castillo

Es un centro abierto a las visitas durante todo el año, aunque ahora en verano abren más días. En julio de miércoles a domingo y en agosto todos los días. Las entradas tienen un coste de 5 euros para los niños de 3 a 13 años y a partir de esa edad es de 10 euros. Y hay otras formas de ayudar, como el bono anual de 18 euros para niños y 25 para adultos. Y también se puede apadrinar a un animal y aportar 60 euros si es un particular y 120 si es una empresa, como mínimo. A cambio, se reciben entradas por el importe de la donación.

También reciben las visitas de los centros escolares y ofrecen educación medioambiental. Uno de los objetivos de Marcos es que sean cada vez menos las personas que entregan allí sus animales de compañía. Por ello, intentan concienciar a los niños de que los animales no son juguetes y les hablan incluso de los años que pueden tener de vida. Pues hay loros que pueden vivir 90 años. 

Los abandonos

‘La Era de las Aves’ cuenta con un gran lago en el centro con patos, cisnes, un pavo real del Campo Grande que fue atropellado y una grulla coronada, auque ahí solo entra Enrique Martos. ‘La Era de las Aves’ cuenta con un gran lago en el centro con patos, cisnes, un pavo real del Campo Grande que fue atropellado y una grulla coronada, auque ahí solo entra Enrique Martos. - Foto: J. Castillo

Con la nueva ley de Bienestar Animal, ha aumentado un 30 por ciento las entregas de mascotas al centro, sobre todo, cobayas, conejos y tortugas. De hecho, no saben el número exacto de esta última especie que puede haber en todo el centro. 

Pero también han llegado hurones, como Uri, que era de un estudiante y lo tuvo que dejar porque se marchó fuera del país o las serpientes. Una de ellas es Palomita, una serpiente del maíz de color rojo, y Torrija, una pitón que no para de dormitar. Y Lorito, un loro que pasa mucho rato sobre el hombro de Marcos y que da la bienvenida y saluda con un «hola» a todo el que entra en el centro. Su familia tuvo que marcharse a Baleares y lo tuvieron que dejar aquí. 

Otro animal que no se podría ver más que en un zoo en España es la llama Paco. Llegó hace 5 años donada por una granja de Zamora. Justo al lado está Pifias, un ciervo que no para de liarlas. De hecho, le pusieron este nombre porque es muy travieso. Lleva siete años aquí y no puede volver a su medio natural porque tuvo contacto con los humanos desde muy pequeño. 

‘La Era de las Aves’ cuenta con un gran lago en el centro con patos, cisnes, un pavo real del Campo Grande que fue atropellado y una grulla coronada, auque ahí solo entra Enrique Martos. ‘La Era de las Aves’ cuenta con un gran lago en el centro con patos, cisnes, un pavo real del Campo Grande que fue atropellado y una grulla coronada, auque ahí solo entra Enrique Martos. - Foto: J. Castillo

'La Era de las Aves' cuenta con muchos animales de este tipo, desde unos cárabos que venían de un cetrero a unos mochuleos muy asustadizos. También hay búhos africanos, que son muy pequeños, o búhos nivales, además de un sinfín de aveces rapaces que no pueden volver a su medio natural porque no podrían sobrevivir. Allí esperan la visita de las familia este verano. 

Tierra de cosechas que se queda pequeña

‘La Era de las Aves’ cuenta con un gran lago en el centro con patos, cisnes, un pavo real del Campo Grande que fue atropellado y una grulla coronada, auque ahí solo entra Enrique Martos.
‘La Era de las Aves’ cuenta con un gran lago en el centro con patos, cisnes, un pavo real del Campo Grande que fue atropellado y una grulla coronada, auque ahí solo entra Enrique Martos. - Foto: J. Castillo

El espacio en el que se encuentra 'La Era de las Aves' era la tierra de labranza del padre de Enrique Marcos. Por ello, cuando buscaron el nombre para este 'zoológico', no encontraron mejor forma para definirlo que la 'era'. Marcos explicó que comenzaron acogiendo aves, así que salió el nombre en pocos minutos. Se emociona al recordar esos inicios que no fueron nada fáciles, aunque tampoco el camino que emprendieron ha sido sencillo. Durante la pandemia estuvieron a punto de cerrar. Solo cuentan con los ingresos de las visitas y durante esos dos años, bajaron notablemente el número de personas que les visitaron. Pero consiguieron aguantar, sin duda, con el empuje de Inés, su hija. Ella ha fallecido y buscan las fuerzas para seguir con el proyecto. Desde hace un tiempo, Marcos mira por arriba del muro y sueña en poder ampliar 'La Era de las Aves'. Hay una parcela vacía justo al lado que le gustaría comprar. Pero no es viable por ahora económicamente.