La granja ovina conflictiva de Renedo sigue con su actividad

R.G.R
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La Junta no realiza ninguna acción al afirmar que el proceso está judicializado, mientras el Gobierno está a la espera de que el Ejecutivo regional solicite ayuda para la intervención. Los vecinos, de momento, esperan entre ratas y pulgas

220524JT_0100.JPG - Foto: Jonathan Tajes

Sin solución. Los vecinos de Renedo de Esgueva afectados por la conflictiva granja de ovejas ya no creen las palabras de ninguna administración. Llevan sufriendo los malos olores y la presencia de insectos y ratas a la puerta de sus casas desde el año 2015, sin que se aporte una solución.

La Guardia Civil de Valladolid lleva años investigando al titular de una explotación ovina por un delito contra los animales, por el «abandono» y falta de medidas de bienestar, higiene y sanitarias de las reses, y otro contra los derechos de los trabajadores, por tener un empleado en la finca a una persona extranjera sin contrato laboral. 

La denuncia fue remitida al juzgado después de constatar las lamentables condiciones en las que se encuentran los animales. La Guardia Civil comunicó su actuación el 10 de mayo y a día de hoy la situación es la misma. «Ya no nos creemos nada», matiza una de las vecinas, cuya vivienda se encuentra más cerca de la granja. La actividad continúa en pésimas condiciones y ahora se ha añadido una nueva circunstancia; la delimitación marcada por la Guardia Civil con unas vallas y unas cintas se mueve cada día por parte del dueño de la explotación para aparcar el tractor y sacar y meter el ganado sin que nada ocurra por el momento.

Los vecinos incluso denuncian que algunos clientes se aproximan hasta el Camino de Olmos, donde está la ganadería, para comprar lechazos. «Algunas personas de origen marroquí vienen casi a diario», reconoce una vecina. «Les avisamos de que las ovejas están enfermas, de que tienen sarna y algunos se van, pero otros compran», aclaran.

Los vecinos alertan de que la actividad continúa en un estado lamentable y critican que pese a las diferentes intervenciones de la Guardia Civil la actividad ganadera continúa. «Se puede ver a simple vista cómo está la granja. Él sale y entra a las mismas horas y encima es una persona sin educación y malcarada», comentan. 

El alcalde de la localidad, Jesús C. Martín, indicó que actualmente se encuentra a la espera de que la Junta de Castilla y León actúe en el cierre de la explotación porque desde el Consistorio no se puede hacer más. Recordó que desde el año 2015 carece de licencia y que los agentes de la Guardia Civil han intervenido en varias ocasiones, sin que finalmente se haya conseguido su cierre. 

«Esta misma semana ha estado aquí la Guardia Civil porque había varios coches que se habían saltado el precinto», indica una vecina. La calle está completamente llena de excrementos del paso de las ovejas. Al estar cerrada con vallas, los operarios municipales no pueden acceder a limpiar la calle. En algunas zonas, ya casi no se puede observar el cemento de la calzada porque está cubierto de boñigas de oveja. Esta situación es la que tienen que vivir los vecinos de esta calle, que observan a diario cómo corren las ratas por la zona e incluso se han fijado hace poco más de un mes en un camión de recogida de abono trabajando en la granja.  

Los coches no pueden circular en la dirección correcta debido al bloqueo de las vallas y muchos de ellos no tienen más remedio que salir en contradirección, con el consiguiente riesgo que supone para el tráfico rodado. 

judicializado. Este asunto no tiene visos de solventarse, ya que la situación parece estancarse. Según fuentes consultadas por este periódico, la Junta de Castilla y León es la administración encargada de la clausura de la explotación una vez que cuente con el visto bueno del juzgado, algo que todavía no se ha producido. Desde la Consejería de Agricultura han declinado hacer declaraciones al respecto al considerar que mientras el caso se encuentre en esta situación no es apropiado. 

Por su parte, la Subdelegación del Gobierno se encuentra también a la espera de que la Junta les comunique de forma oficial la petición de auxilio de fuerza con el objeto de que agentes de la Guardia Civil acompañen a los empleados del Ejecutivo regional en el momento del cierre. «No hemos recibido esta notificación por el momento», comentan fuentes de la Subdelegación. 

No resulta muy comprensible para los vecinos que la granja continúe abierta teniendo en cuenta que tras una inspección conjunta con el Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería de la Junta, se confirmó el deterioro de las condiciones higiénico-sanitarias de bienestar animal, incluso se habían agravado, manteniéndose el mal estado que se reflejó en un informe emitido en agosto de 2023 por el Servicio de Sanidad y Producción Animal. La explotación carecía de licencia desde 2015 y fue dada de baja administrativa en el registro en 2020, ignorando las obligaciones de desalojar a los animales. 

Eso sí, la Guardia Civil ha proporcionado a los vecinos una dirección de correo electrónico donde pueden mandar las instantáneas que puedan conseguir de todos aquellos vehículos que rompan el precinto para aportarlas como prueba al juzgado. 

Por el momento, la granja no tiene una fecha concreta, ni parece que próxima, para el cierre y los vecinos no tienen otro remedio que continuar soportando los malos olores de forma continuada y la presencia de ratas y otros bichos a la puerta de sus casas.