Comer con las manos junto a la Catedral

R.G.R
-

Comer con las manos junto a la Catedral - Foto: Jonathan Tajes

Alegría. El restaurante Zorro Zapato ha abierto hace dos semanas junto a la catedral de Valladolid y lo primero que se siente al sentarse en su terraza es alegría. Las trabajadoras del establecimiento, con Ana Vivero a la cabeza, desprenden este sentimiento por los cuatro costados. Van y vienen, salen y entran bandeja en mano siempre con una sonrisa. Vivero ha dado un paso hacia delante y se ha decantado por la apertura de un establecimiento diferente. Un nuevo modelo gastronómico para la ciudad. Un negocio callejero, de estar siempre en la calle, y de comer con las manos. «Somos así», reconoce entre risas la propietaria.  

Se podría decir que es incluso un modelo similar a los famosos food tracks, llegar, coger la comida y degustarla en la calle. Ese el concepto. Y encima no hay fogones, no hay cocina al uso. El restaurante funciona con un gran horno de gran potencia. Los platos son ligeros, llenos de sabor, sencillos y con un cierto toque internacional. La mayoría de la carta tiene toques exóticos en sus salsas y especias.  

Pero la huida de lo convencional no solo se nota en su carta, sino que el propio establecimiento ya marca una nueva tendencia. «Hemos querido traer Cádiz a Valladolid», comenta Vivero. En cortos intervalos de tiempo desde los toldos se esparcen ráfagas de agua vaporizada y muy fría que rebaja de forma considerable la temperatura de la calle. 

En el interior del establecimiento no hay mesas. Todo se sirve en la terraza que se posiciona en un especie de uve en torno al local. Las cañas y los vinos no paran de salir y los pedidos son continuos a pesar de llevar abiertos tan solo dos semanas. Representa un cambio de modelo, los clientes degustan los diferentes platos sentados en un taburete mientas el frescor del agua se extiende en el aire. 

Las seis trabajadoras no se detienen ni un segundo. Los platos, en muchas ocasiones variados y numerosos para compartir entre los comensales, continúan saliendo. Los proveedores son de Valladolid, la inmensa mayoría de los productos proceden de la provincia y eso también se nota en la calidad y el sabor de los platos. La minoría de la carta es más española, como la tosta de atún con tomate y las patatas asadas con alioli de ajetes tiernos, pero muchos platos cuentan con elementos diferentes procedentes de países extranjeros como el Saam de oreja y salsa Kimchi. Es uno de los platos estrella del restaurante. El Kimchi es un plato tradicional coreano que consiste en verduras en escabeche.  La Samosa de pollo Tandoori y Chutney de menta es otro de estos 'bocados' con un  claro carácter internacional, que no dejan a nadie indiferente.  

El precio medio por comensal puede rondar los 20 euros, aunque depende de las peticiones del cliente. La carta de vinos es muy extensa, con todas las variedades de la provincia, y la variedad de cervezas también es amplia. 

El pepito de presa curada es el plato más contundente de la carta. Un apetitoso bocadillo con sabor ibérico y, por supuesto, el pepito criollo. El chorizo criollo sustituye al tradicional perrito caliente en pan tostado y con una salsa de la casa. Un auténtico manjar a la vista y al paladar.

Y todo ello, según relata la propia Ana Vivero, se come con las manos. Sí, con las manos. Este es el modelo. Con vistas al mirador de la Catedral, los comensales pueden disfrutar de mordiscos deliciosos que se cogen con las manos y en la calle. La calle es su medio, eso lo tienen claro. ¿Y cuándo llegue el invierno? Pues todo seguirá igual. Calefactores y cortavientos y a seguir comiendo fuera. «Llevamos así dos años con la pandemia, haciendo todo fuera. ¿Por qué no vamos a seguir así?»

La terraza se pone en marcha a las siete de la tarde hasta la una de la madrugada los lunes y martes. Los miércoles y jueves abre mañana y tarde y los fines de semana desde la una de la tarde de forma ininterrumpida. Un nuevo espacio para disfrutar de un picoteo de calidad, siempre en la calle y siempre con las manos. Un nuevo concepto de cocina urbana.