En líneas generales, noviembre no es un buen mes para las cifras del paro. De los últimos 17 años, tan solo bajó en Valladolid, de forma excepcional, en 2013. Este año ha vuelto a registrar un incremento de 402 desempleados que eleva la cifra de parados en la provincia hasta los 47.267. Además, se da la circunstancia de que en esta ocasión Valladolid ha seguido una tendencia distinta a la registrada en España, donde el paro registró una bajada del 0,32 por ciento, la más pronunciada en un mes de noviembre desde 1996. Así, el número de desempleados en España se sitúa en 4.512.116 y en Castilla y León en 221.577 después de una subida del 1,61 por ciento, según los datos que hizo públicos ayer el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Por otro lado, hay un sector que acumula la mitad del incremento de los parados de Valladolid, la agricultura, con 223 más en noviembre para quedarse en 4.242. También aumentó el desempleo en la industria, 77 personas más para llegar a 4.213; y en los servicios, 104 más para llegar a 28.872. El único que registró un descenso, aunque muy moderado, es el sector de la construcción, que cerró noviembre con 14 parados menos y se quedó con 4.744.
El fin de la vendimia y de la campaña de la patata han sido dos de los motivos por los que el paro se ha incrementado tanto en la agricultura en los dos últimos meses. Además, hay un dato revelador que demuestra que buena parte de la gente contratada para estas labores es extranjera. El número de parados entre este colectivo era de 3.221 personas en septiembre. Pues bien, en octubre registró un desproporcionado incremento para situarse en 3.920 personas y el mes pasado ya rebasó la barrera de los 4.000 parados.
Respecto a la contratación, la característica principal sigue siendo la alta tasa de temporalidad. Basta con señalar que los datos acumulados entre enero y noviembre dicen que de los 163.418 contratos laborales firmado, tan solo el 7,47 por ciento fueron indefinidos. Es un por centaje que está incluso por debajo del 8,15 por ciento de España.
Otro de los grandes problemas que no ha dejado de crecer en los últimos años es el incremento de personas que ya no cobran ninguna prestación a final de mes. En Valladolid esa cifra ya representa el 56,6 por ciento de los parados, casi 27.000 personas. Por otro lado, el número medio de afiliados de la Seguridad Social fue en noviembre de 196.141 personas, 158.655 dentro del sistema general y 37.487 como autónomos. Son 985 afiliados menos que en octubre, pero 5.452 más que en el mismo mes del año pasado.
La viceconsejera de Economía de la unta, Begoña Hernández, aseguró ayer a Ical que los datos no son buenos pero se enmarcan en la coyuntura tradicional de este mes. Muy diferente fue la lectura del secretario general del PSCyL, Luis Tudanca. «Estamos profundamente preocupados», dijo e incidió en que «Castilla y León sale más tarde de la crisis». Por su parte, la patronal Cecale volvió a pedir más flexibilidad laboral, mientras que UGT incidió en una nota de prensa en que el descenso de parados del último año no se debe a la creación de empleo, sino a la «expulsión» de la población activa. Por su parte, CCOOlamentó que, una vez llegado el otoño «la cruda realidad del desempleo vuelve a azotar los hogares de esta tierra».