Una nueva empresa cuenta con instalarse en la fábrica vallisoletana de Bimbo durante los meses posteriores a que la multinacional mexicana cese su actividad el próximo 31 de diciembre; y con previsión de contratar al menos a 50 de sus trabajadores, aunque la operación no está cerrada por completo. Fuentes próximas a la negociación sí matizaron a El Día de Valladolid que el nuevo inversor no pertenece al sector de bollería, a diferencia del que habían localizado la Junta y la Fundación Anclaje, y se ha contactado con él gracias a LHH, la empresa contratada por Bimbo para el desarrollo de un plan de reindustrialización.
Entretanto, la negociación del ERE para cerrar la fábrica y extinguir los contratos de los 155 trabajadores que componen su plantilla estable se terminaba este pasado jueves (último día del plazo ordinario de 30, ya que el periodo de consultas arrancó el 25 de septiembre) con un preacuerdo que, a falta de su ratificación en la asamblea de trabajadores de este viernes, contempla que todos los afectados tengan la posibilidad de acogerse a traslados o recolocaciones, además de la alternativa de un despido para el que Bimbo ha aceptado abonar las máximas indemnizaciones legales más complementos de entre 2.000 y 3.500 euros.
Así, de los 155 trabajadores, al menos 50 podrían recolocarse en la nueva empresa; los más de 40 que tienen 55 años o más tendrán opción de acogerse a prejubilaciones; 41 (o quizá alguno más) podrán recolocarse en la fábrica de Medina del Campo; y la veintena restante, como mínimo, recolocaciones en otras plantas que tiene Bimbo en España (Barcelona, Madrid, Guadalajara, Córdoba, Canarias...). Los traslados incluyen ayudas de transporte o cambio de domicilio, y Bimbo también se ha ofrecido a recolocar a los cónyuges de los trabajadores.
En cuanto a los despidos, se han pactado 45 días por año trabajado antes del 12 de febrero de 2012 (por la entrada en vigor de la reforma laboral de entonces) con un tope de 42 mensualidades; y 33 por año desde esa fecha con un tope de 24.
Tanto CCOO (cinco delegados) como UGT (cuatro) aceptaron el preacuerdo el jueves por valorar tanto las condiciones pactadas como, sobre todo, la existencia de una alternativa industrial de la que, eso sí, aún no conocen detalles, ya que la empresa les avanzó que la operación está abierta y cuenta con informar a mediados de noviembre.