Álvaro Negredo ha asegurado este jueves que será fundamental "gestionar y manejar la presión" y "solo pensar en ganar" al Villarreal B, sin mirar lo que hagan otros rivales "ya que los nervios no van a aportar nada".
Como jugador veterano, es consciente de que su experiencia puede ayudar a otros compañeros que no hayan vivido una situación similar y, por eso, "entre todos", deben tratar de generar el clima más adecuado para hacer frente a "dos finales", en las que pueden conseguir el ascenso directo.
Gracias a su gol ante Alcorcón, el cuadro blanquivioleta depende de sí mismo para poder lograr el objetivo. Un tanto que, a título individual fue "importante", recoge Efe, porque de los delanteros se mira "los goles que marcan y las veces que llegan al área", mientras que en el plano colectivo permitió que sigan teniendo a su alcance esa meta.
Y ha reconocido que, a sus 38 años, se sigue "comiendo la cabeza" cuando falla un gol, como sucedió ante el Espanyol, porque aunque está haciendo "muchas cosas", no llegaba el fruto al trabajo, y pudo desquitarse ante los madrileños, con esa diana que "aporta confianza" y que ha dado tanto al equipo.
Y tiene claro que "al principio de temporada, todos se hubieran subido a este barco, porque la situación juega a favor y no se depende de nadie", si bien, para que el Real Valladolid pueda asegurar su presencia en Primera el próximo curso, no solo tiene que ganar, sino que también el Éibar debe perder ante el Sporting de Gijón.
"Hay que ir a por el partido, a darlo todo y ganar, sin pensar en nadie", ha advertido Negredo, consciente de que, aunque el último partido es ante Tenerife, y este no se juega nada, "el hecho de que ellos jueguen sin presión les hace muy peligrosos".
De hecho, considera que lo que pase, depende de su "actitud" y de su "ambición" y ha dejado claro que la plantilla "rema en la misma dirección" para "dar el máximo y sumar los tres puntos", puesto que es lo único que les puede dar la recompensa deseada.
Y saben que no será fácil, puesto que el Villarreal B "es un conjunto joven, con desparpajo" y, los que han estado en filiales, saben que están "desinhibidos" de esa presión que tienen otros equipos que tienen que luchar por no descender o por ascender.
En cuanto a su relación con el técnico, Paulo Pezzolano, ha señalado que "siempre ha sido buena", porque ambos han ido "siempre de frente" y ha reconocido que sacó la cara por él tras el partido ante el Rácing de Ferrol porque pensó que, con ese apoyo, iba a conseguir "algo bueno", y se reafirma en ello.
También ha confesado que le encantaría "seguir en Valladolid", puesto que su contrato finaliza a final de temporada y, cuando esta acabe "se hablará, para bien o para mal", aunque ha mostrado su deseo de que puedan sentarse a negociar y continuar en las filas del club blanquivioleta.