Palazuelo de Vedija es un pequeño municipio terracampino con menos de 200 habitantes. La vida discurre de forma monótona y tranquila y, ante el efecto de la despoblación, no parece a primera vista el lugar más idóneo para realizar inversiones. Una premisa que no tuvo en cuenta ni mucho menos la veterinaria Leticia González García, que esta semana ha recibido un galardón del Ministerio de Agricultura después de diez años de andadura empresarial repartida entre Palazuelo, Medina de Rioseco y Benavente. El proyecto Veterinaria Vetoven, promovido por esta joven residente en Palazuelo, ha ganado el primer premio en innovación en diversificación de la actividad económica en el medio rural.
Empezó su carrera profesional como trabajadora por cuenta ajena, pero decidió abrir su propia clínica veterinaria. Lo hizo en Medina de Rioseco y, poco a poco, año a año, ha ido incorporando nuevas técnicas dentro del cuidado animal que, finalmente, le han proporcionado este galardón.
En la actualidad, Vetoven cuenta con dos clínicas veterinarias, la primera de Medina de Rioseco y otra en Benavente, que no solo brindan atención veterinaria de calidad, sino que además han incorporado técnicas de rehabilitación y fisioterapia animal de última generación. No es muy común entrar en una clínica veterinaria y observar una pequeña piscina de hidroterapia y menos aún en el medio rural.
Este premio le llega en un momento dulce. Acaba de adquirir una nueva clínica en la localidad zamorana de Benavente y ya son siete las personas que están empleadas en sus negocios. «La verdad es que fue una sorpresa. Es el reconocimiento a diez años de trayectoria laboral. El premio lo recogí entre una gran calidad y un trato genial por parte del Ministerio», apunta visiblemente emocionada.
Se podría decir que su amor por los animales viene de lejos y que muchas de las prácticas que ha puesto en marcha en sus clínicas han venido motivadas por sus propias experiencias. «Tengo seis perros». A través de este pequeña gran familia perruna ha ido experimentado en su trabajo para dotar a los animales de la mayor comodidad y cuidados posibles. «Sí me ha servido para conocer mejor algunas situaciones», comenta González.
una década. Todo empezó en el año 2014, cuando, junto con unos socios, se decidió a abrir una pequeña clínica en Rioseco. «Luego me quedé con la parte de los que entonces eran mis jefes y desde entonces lo estoy haciendo en solitario». «Apenas tenía 40 metros cuadrados. Pero la zona carecía de un servicio veterinario de calidad. Me lancé a la piscina», reconoce.
Desde entonces, el proyecto no ha parado de crecer. Aunque al principio no fue fácil, no tardó más de seis meses en trasladarse de ubicación a unas dependencias más grandes. «El sitio se nos quedaba pequeño y decidimos rehabilitar un local en alquiler de 200 metros cuadrados para ofrecer servicios más amplios y completos tras seis meses de andadura».
En el año 2019, la joven quiso ir un paso más allá y puso en marcha el primer hotel canino y felino de lujo en Palazuelo. Un negocio que está funcionando y que permite a las mascotas permanecer unos días en un ambiente familiar. Con camas, rascadores, salidas al exterior, terrazas y habitaciones propias.
«Además trabajamos la confianza gracias a un servicio de videovigilancia en directo por el propietario, las 24 horas del día desde su móvil». Los animales cuentan con todo tipo de comodidades durante su estancia, tanto es así que disponen de su propia capa con somier y cabecero y disponen de una amplia terraza individual cuando quieren tomar el sol. «Lo hicimos así porque no existe este concepto de hotel para perros y gatos en toda la provincia».
El centro dispone de 14 habitaciones para perros y otras ocho para gatos, sin que falte ningún tipo de detalle. Los perros tienen un dispensador de comida y bebida y se les prestan los cuidados oportunos en referencia a la alimentación y posibles cuidados que debe tener cada una de las mascotas. Se presta mucha atención también a la relación con el resto de 'huespedes' del establecimiento, ya que salen a un patio común en varias ocasiones a lo largo del día. «Dependiendo del carácter que tenga cada uno de los animales que estén en el hotel, sacamos a todos juntos o no», aclara González.
Pandemia. La llegada de la covid truncó buena parte de su negocio, como le ocurrió a muchos emprendedores y más en el ámbito rural. Eso le hizo decantarse por el comercio a través de internet. «Acercamos nuestros productos a cualquier lugar de España. Da igual rural o urbano. También acercamos los servicios de consulta a cualquier punto del planeta a través de una pantalla», comenta.
La difusión a través de las redes sociales, en 2023 comenzó a dirigir el primer 'Curso de Experto Universitario en Rehabilitación y Fisioterapia Canina y Felina para Veterinarios' y el 'Curso de Especialista Universitario en Rehabilitación y Fisioterapia Canina y Felina para Auxiliares de Clínica Veterinaria' avalados por la Universidad Europea de Vitoria Gasteiz. «Todo ello de forma digital con prácticas presenciales en el centro».
Su último proyecto ha sido la apertura de una nueva clínica en la localidad de Benavente. Un negocio que se cerraba debido a la jubilación de su propietario y que Leticia González se ha encargado de relanzar. «Otro negocio que veía su final por la edad del propietario y que daba servicios a grandes áreas rurales de las comarcas aledañas. Era algo que no se podía perder», matiza.
En definitiva, durante estos diez años de andadura como emprendedora ha ido tejiendo un entramado empresarial en medios rurales que atrae población de las ciudades. Una experiencia laboral que bien merece un premio por el empeño de crear empleo y dinamismo económico en el medio rural.