La Junta ha autorizado este jueves, en Consejo de Gobierno, una inversión de 389.472 euros para la construcción, a través de TRAGSA, de módulos en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de Valladolid, destinados a albergar temporalmente a los ejemplares de lince ibérico procedentes de traslocaciones desde otros territorios, así como a aquellos que por cualquier circunstancia presenten problemas físicos y requieran su captura para realizar los tratamientos veterinarios necesarios que permitan su reintroducción una vez recuperados.
El protocolo de liberación del lince ibérico, desarrollado en el marco del proyecto 'LIFE Lynxconnect', señala que los ejemplares de lince destinados a las liberaciones en las áreas de reintroducción podrán ser procedentes del programa de cría en cautividad o ejemplares silvestres nacidos en libertad, según ha explicado el consejero de Economía y Hacienda y portavoz, Carlos Fernández Carriedo, en la rueda de prensa posterior al Consejo.
Para este último caso, Carriedo ha remarcado que resulta "imprescindible" la disponibilidad de instalaciones donde los ejemplares puedan realizar una cuarentena previa a su liberación, según se especifica en el protocolo de actuación coordinada para la translocación de ejemplares silvestres de lince ibérico con fines de conservación, aprobado por el Grupo de Trabajo del lince ibérico en España y Portugal.
Según señala este protocolo, la translocación de un ejemplar de lince ibérico junto con sus potenciales patógenos, puede poner en riesgo el estado sanitario de las poblaciones de destino o de otras especies de animales silvestres o domésticos presentes en la zona.
Estos riesgos, ha considerado Carriedo, se reducen en gran medida si se cumplen unos mínimos requisitos sanitarios, motivo por el que es necesario acometer estas obras al fin de poder someter a todos los individuos translocados a un periodo de cuarentena.
En concreto, con este encargo se construirá un módulo de boxes conformado por ocho zonas iguales divididas en tres recintos, un box para la estancia de los ejemplares de lince con una antesala para acceso y control del personal especialista y un patio para el movimiento del lince al aire libre. Las instalaciones se complementarán con la construcción de un módulo para el personal con sala de curas y almacén.
En su tiempo de estancia de los linces en el cercado se realizará un seguimiento y monitorización intensiva de los ejemplares al objeto de comprobar su estado físico y comportamental y transcurrido el tiempo estimado de preadaptación, se procederá a la apertura definitiva de las puertas del cercado para que los linces lo abandonen por sí mismos.