Han pasado casi 15 años desde que la Junta de Castilla y León hizo una presentación oficial, por primera vez, del proyecto de reforma y ampliación del Hospital Clínico Universitario. El por entonces consejero de Sanidad, Francisco Javier Álvarez Guisasola, anunció las bondades de una actuación que se iba a compatibilizar con la actividad asistencial, como así ha sido, y que iba a estar terminada en el año 2014, cinco después de la presentación. A buen seguro que por entonces los responsables políticos del proyecto no se podían imaginar el reguero de problemas que vendrían después y que han hecho que, a punto de finalizar 2023, todavía no se haya completado ni la mitad de la obra. El actual gerente, José Antonio Arranz, reconoció en una entrevista a El Día de Valladolid el pasado verano que todavía no se había ejecutado ni el 40%, a pesar de que en pocos meses se cumplirá una década de retraso respecto a la primera previsión de finalización.
El último problema tiene que ver con la construcción del futuro edificio de consultas externas, que tiene previsto levantarse en el mismo lugar en el que hace años estaba ubicado el edificio Bañuelos. La adjudicataria, Joca Ingeniería y Construcciones, comenzó los trabajos en septiembre de 2022, pero un año después, y ante la falta de avance y las «nulas» explicaciones, la Consejería de Sanidad ha decidido resolver el contrato en base a la Ley de Contratación Pública. Esto significa que el proyecto tendrá que salir de nuevo a licitación, antes de la adjudicación y el reinicio de la obra. Es decir, más retraso.
No es el primer conflicto que surge con las adjudicatarias de las obras de este complejo. De hecho, la primera Unión Temporal de Empresas (UTE) que resultó adjudicataria de la ampliación en un primer momento, formada por las constructoras Núcleo, Sacyr y Río Vena, optó en 2017 por resolver ese contrato después de que la Junta de Castilla yLeón paralizara durante más de dos años las obras por las supuestas deficiencias denunciadas por la Gerencia del hospital en el Plan Director.
Inicio de las obras de reforma y ampliación del Hospital Clínico Universitario. - Foto: Jesús LuqueEn un intento de no retrasar más el proyecto, la Consejería pidió por entonces a la UTE que dejara redactado el proyecto del edificio de consultas antes de dejar la obra. Pero no fue así. En enero de 2018 hubo que sacar a licitación otra vez la redacción del mismo, que fue adjudicada a otra UTE formada por tres arquitectos. Y después, lo mismo con la obra. Así que el derribo del edificio Bañuelos no comenzó hasta noviembre de 2019, la licitación del nuevo edificio de consultas no se pudo sacar hasta dos años después, en noviembre de 2021, y la adjudicación llegó en mayo del año pasado, para empezar las obras en septiembre. Ahora, habrá que reiniciar otra vez el proceso.
Los avances
Eso no significa que hasta ahora no se hayan producido avances. De las cinco fases que contempla el proyecto, las dos primeras ya están finalizadas. Es decir, la construcción de un edificio industrial y de un aparcamiento subterráneo de 866 plazas distribuidas en tres plantas, en funcionamiento desde octubre de 2014. También es una realidad el nuevo acceso desde Urgencias y los nuevos bloques quirúrgico y de urgencias, así como la cubierta de energía sostenible. Durante estos años también se ha llevado a cabo, y se sigue con este trabajo, la reforma de las habitaciones, con la intención por parte de la Gerencia de que sean, como mucho, de dos camas. En verano todavía había más de cien estancias con tres.
Guisasola presentó el proyecto a los medios en octubre de 2009. - Foto: Jesús LuquePero quizá es más lo que queda por delante. Tal y como recogía el plan que se presentó en 2009, la tercera fase contempla ese edificio de consultas externas cuyas obras están ahora paradas. También tendrá un hospital de día y un área de docencia en la calle Sanz y Forés. Precisamente hacia esa calle, donde se verán suprimidos numerosos aparcamientos y un carril para coches, se habilitará una salida desde el parking subterráneo. En la fase tres también estaba previsto realizar la reforma interior de las torres sur y este, con la UCI y la Unidad de Trasplantes, aparte de la hospitalización convencional médica y quirúrgica. Las otras dos fases incluyen la construcción de un nuevo edificio en el acceso principal, por la calle Ramón y Cajal, con un pabellón de actos y una zona destinada a archivo y documentación clínica. La última fase incluye la reforma interior del zócalo actual de hospitalización para diálisis, gabinetes de exploraciones funcionales (conectados con el edificio de consultas externas), radioterapia con ocho salas y bloque obstétrico-paritorios, entre otros equipamientos.
Pero habrá que ver si eso se mantiene. En un comunicado remitido desde la Consejería, después de resolver el contrato de la adjudicación del edificio de Consultas, Sanidad reconoce que «se llevará a cabo la actualización del proyecto y del contrato», sin perjuicio de seguir «invirtiendo en mejoras para el centro». Sobre este punto, cita datos de la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) para señalar que «la Junta de Castilla yLeón fue la administración pública que más obra sanitaria licitó durante el primer semestre de 2023, con 206,64 millones».
Críticas recibidas
El aparcamiento abrió en octubre de 2014. - Foto: J. TajesEvidentemente, este retraso se ha convertido en uno de los principales argumentos de la oposición al Gobierno de la Junta en estos años. Pero los reproches no vienen solo desde el ámbito político. Por ejemplo, la Defensora del Paciente, Carmen Flores, tiene muy presente esta demora, pese a tratarse de una asociación de ámbito nacional. «Todo son excusas, porque retrasando estas obras que tanta falta hacen en Valladolid y Castilla y León, pasa lo que está pasando, que aumenta la derivación a los hospitales privados, con el triple de coste de cada prueba que se hace», señala. «Parece que no les importan nada los pacientes», prosigue. Los propios profesionales del centro se han concentrado en alguna ocasión para pedir agilidad en unas obras con las que se ven obligados a convivir a diario desde hace más de diez años, con las molestias que eso supone, si bien es cierto que el gerente señala que siempre se han encontrado soluciones a los problemas que han ido surgiendo. El pasado verano aseguró que es «totalmente compatible» la obra con el día a día sanitario, incluso en momentos de máxima actividad. El presidente del Colegio de Médicos de Valladolid, José Luis Almudí, reconoce que «la crisis económica y los proyectos de ejecución fallidos de las uniones temporales de empresas han contribuido a este retraso y a que no haya una fecha objetivo para finalizar las obras». Pero, a pesar de ello, insiste en que «los resultados e indicadores de actividad y calidad del Clínico son bastante buenos, y todo ha sido posible al alto nivel de competencia y compromiso de los profesionales sanitarios, sobre todo de los médicos».
Cuando se presentó, el proyecto contaba con un presupuesto de 108 millones solo para la reforma y ampliación, aunque a esa cantidad había que añadir el posterior equipamiento. Evidentemente, todos los retrasos supondrán un incremento del coste inicial previsto. Por ejemplo, los más de 600.000 euros que el consejero de Sanidad reconoció que habría que pagar a la primera UTE adjudicataria del proyecto tras la resolución del contrato. Bien es cierto que la Consejería ha anunciado que defenderá la incautación de la garantía que Joca, la adjudicataria de la construcción del edificio de consultas, tuvo que entregar antes del inicio de la obra, y que equivale a un 5% del importe de la misma. Algo más de 1,2 millones de los 24,3 que iba a costar.
Cronología
Imagen del nuevo acceso a Urgencias. - Foto: J. TajesOctubre de 2004. Primeros acuerdos institucionales
El Ayuntamiento de Valladolid, la Universidad de Valladolid y la Gerencia Regional de Salud firmaron un convenio urbanístico mediante el cual se comprometían a facilitar los trámites para la puesta en marcha de la futura reforma del complejo hospitalario.
Septiembre de 2005. Llegan los cambios urbanísticos
El pleno del Ayuntamiento de Valladolid aprobó el 6 de septiembre de 2005 la aprobación inicial de la Modificación Puntual del Plan General de Ordenación Urbana y del Plan Especial del Casco Histórico para dar cabida legal a las actuaciones que estaban por venir.
Mediados de 2006. Luz verde al Plan Director
En el año 2006 se aprobó el Plan Director de la reforma y ampliación del Hospital Clínico Universitario, un documento que la Gerencia denunció que tenía múltiples deficiencias, lo que motivaría la paralización de las obras más adelante durante más de dos años.
Derribo del edificio Bañuelos. - Foto: Jonathan TajesDiciembre de 2006. Se completan los cambios en el PGOU
Se completa la modificación del Plan General de Ordenación Urbana «con el fin de aumentar su edificabilidad y permitir la reforma y ampliación del Hospital Clínico Universitario, la construcción de un aparcamiento bajo rasante y la apertura de un nuevo vial».
Enero de 2008. La Junta aprueba el expediente
La Junta de Castilla y León aprueba el expediente que permite sacar a licitación la redacción del proyecto de ejecución, del proyecto de intervención arqueológica, del estudio de seguridad y salud, del proyecto de licencia ambiental y del seguimiento técnico de las obras.
Septiembre de 2009. Comienzo de las obras
Los primeros trabajos comenzaron en septiembre de 2009 por parte de la adjudicataria de las obras, la Unión Temporal de Empresas formado por Sacyr, Río Vena y Núcleo. En principio, el plazo para acabarlas era de cinco años. Tendrían que haber estado listas en 2014.
Infografía de la obra terminada. - Foto: SacylOctubre de 2009. Presentación a los medios
El por entonces consejero de Sanidad, Francisco Javier Álvarez Guisasola, presentó oficialmente el proyecto a los medios en octubre de 2009. Allí se informó de que contaba con un presupuesto de 108 millones, al que posteriormente habría que añadir el equipamiento.
Octubre de 2014. Apertura del aparcamiento
El aparcamiento subterráneo del Clínico, de tres plantas y 866 plazas, abrió en octubre de 2014, cuando se supone que toda la obra tenía que estar ya terminada. Su coste estaba entre 1,50 y 1,70 euros cada hora, más del doble que la zona azul en aquella época.
Noviembre de 2014. La Junta paraliza temporalmente las obras por discrepancias con el Plan Director
Buena parte de la culpa del retraso que acumula esta obra procede de la paralización de la misma que se produjo en noviembre de 2014, por unas supuestas discrepancias entre la Gerencia del hospital con el Plan Director. Para resolver las mismas, la Junta de Castilla y León tomó esta decisión, que se prolongó durante más de dos años, lo que generó un conflicto con la adjudicataria que terminó con la resolución del contrato. Y también fue el origen de feroces críticas por parte de la oposición, que presionaba en 2016 para que los trabajos se retomasen cuanto antes.
Mayo de 2015. Abre el nuevo acceso de Urgencias
Pocas semanas después, y aunque las obras seguían paralizadas, el complejo estrenó el nuevo acceso a Urgencias desde Real de Burgos, así como los bloques quirúrgicos y de Urgencias. Comenzó en mayo de 2015, aunque lo hizo de forma escalonada.
Diciembre de 2016. Fin a la paralización
Más de dos años después de su paralización, la Consejería de Sanidad decidió dejar sin efecto la suspensión temporal de las obras. Quince días antes, el pleno del Ayuntamiento de Valladolid había aprobado una moción para pedir a la Junta que tomara esta decisión.
Enero de 2017. La UTE adjudicataria pide la resolución del contrato y una indemnización
La UTE adjudicataria de las obras, lejos de querer retomarlas, pidió a la Junta la resolución del contrato y una compensación por los daños y perjuicios que había ocasionado el parón de la obra. La Unión Temporal de Empresas, formada por Núcleo, Río Vena y Sacyr, reclamó cinco millones en dos conceptos: el 6% de la obra no ejecutada, el llamado lucro cesante, que ascendía a más de 670.000 euros, más 4,4 millones de euros por daños y perjuicios por el tiempo que estuvieron paradas la obras, con perjuicio de personal contratado y material de construcción movilizado y sin uso. En total, poco más de cinco millones de euros.
Abril de 2017. La Junta pide dejar el proyecto hecho
Una vez asumido que el contrato con la adjudicataria se iba a romper, la Junta pidió a la UTE que dejara hecha la redacción del proyecto de construcción del edificio de consultas. No fue así, porque meses más tarde hubo que sacar ese trabajo a licitación pública.
Segundo semestre de 2017. Se hace efectiva la ruptura
En el segundo semestre del año 2017 se hizo efectiva la ruptura del contrato con la primera adjudicataria, lo que era sinónimo de un nuevo retraso en la obra, ya que esto implicaba reiniciar el proceso administrativo para adjudicar el contrato y retomar los trabajos.
Enero de 2018. Vuelve a salir a licitación
Sale a licitación el proyecto de ejecución, levantamiento topográfico, estudio de seguridad y salud, proyecto de gestión de residuos, estudio acústico y proyecto acústico, proyecto ambiental, dirección facultativa y coordinación de seguridad y salud del edificio de consultas.
Agosto de 2018. Primer paso para las consultas
La Gerencia Regional de Salud adjudica a la UTE formada por los arquitectos Gabriel Gallegos Borges, Juan José Arévalo Camacho y José Miguel Cámara Rey el contrato de redacción del proyecto de ejecución del edificio de consultas externas, por un importe de 544.500 euros.
Noviembre de 2019. Demolición del edificio Bañuelos
Sanidad arrancó en ese mes el derribo del llamado edificio Bañuelos para levantar allí las nuevas consultas externas. Situado junto al Hospital Clínico, acogía el servicio de Anatomía Patológica y la antigua central térmica. Los trabajos apenas duraron dos meses.
Noviembre de 2021. Salen a licitación las consultas
El Consejo de Gobierno de la Junta autorizó un gasto de 27 millones para la licitación de las obras de construcción del nuevo edificio de consultas externas del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, proyecto que nació con un plazo de ejecución de 26 meses desde su adjudicación.
Mayo de 2022. Las obras se adjudican a Joca Ingeniería y Construcciones
En mayo de 2022 se adjudicó las obras de construcción del edificio de consultas a la empresa Joca Ingeniería y Construcciones, un grupo «que opera en diferentes líneas de negocio de forma diversificada y que cuenta con presencia operativa en siete países», según su web.
Septiembre de 2022. Comienzan las obras del edificio
La adjudicataria de las obras del edificio de consultas comenzó con los trabajos en septiembre de 2022, después de tres meses de catas arqueológicas. El plazo de ejecución era de 26 meses, aunque el edificio no iba a entrar en funcionamiento hasta el año 2026.
Noviembre de 2023. Nueva ruptura con una adjudicataria
Apenas un año después del comienzo de las obras, la Junta decidió dejar sin efecto el contrato con Joca, de acuerdo con la Ley de Contratos, por la falta de avance en las obras y las «nulas» explicaciones ofrecidas por la empresa al Gobierno regional.
El futuro. Mucho por hacer
Más de la mitad de la obra todavía está pendiente, la que corresponde a las fases tres, cuatro y cinco. Esto incluye, aparte del edificio de consultas, remodelar las torres de hospitalización y un nuevo edificio de acceso.