Las obras del antiguo El Corte Inglés 'encierran' a un quiosco

D.V.
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El propietario del céntrico negocio denuncia que desde el pasado mes de mayo los clientes casi no pueden acceder al espacio rodeado por vallas de obra

Quiosco de la calle Constitución en frente del antiguo Corte Inglés encerrado por las obras de este edificio - Foto: Jonathan Tajes

Los problemas de supervivencia de los quioscos en Valladolid son evidentes. En los últimos años han desaparecido gran parte de estos negocios y otros tantos tienen colgado el cartel de se traspasa. No era esta la situación del ubicado en la calle Constitución, en uno de los accesos del antiguo Corte Inglés. Esta es una de las calles más transitadas del centro y por eso hace nueve años Alberto Recio deció asumir este negocio.

Pero todo cambió radicalmente este año. Primero comenzaron los rumores de cierre del centro de El Corte Inglés, luego llegó la confirmación y el anuncio de un nuevo proyecto para el inmueble.  Fue en abril, cuando se aprobó el proyecto básico para transformarlo en un Zara de tres plantas y un hotel de cinco estrellas. Y desde esa fecha todo han sido quebraderos de cabeza para Recio. Primero vio como se valló todo el perímetro del edificio y su quiosco se quedaba literalmente atrapado entre las chapas que bloquean el acceso al interior. La opción que se le ofreció fue desplazarlo unos metros, pero asegura que la descartó porque tendría problemas similares con los vehículos que traen mercancía a los comercios del entorno. 

Quiosco de la calle Constitución en frente del antiguo Corte Inglés encerrado por las obras de este edificio
Quiosco de la calle Constitución en frente del antiguo Corte Inglés encerrado por las obras de este edificio - Foto: Jonathan Tajes

Resultado: un quiosco atrapado por las vallas de las obras desde mayo, lo que ha provocado que se desplomen las ventas. De hecho, ha reducido sus horarios de apertura porque detalla que hay momentos es que es imposible acceder al espacio. Y cuando creía que la situación ya no podía empeorar ha visto como estos días los trabajos para colocar un gran grúa, con el tránsito de camiones y la descarga de materiales disuade a la  mayoría de los viandantes a pasar incluso por este tramo de esta calle peatonal. "Se nota muchísimo. No sé si podré aguantar con el quiosco", asegura. De hecho, la situación le está afectado tanto física como psicológicamente porque la solución no es fácil con un cronograma de obras por delante de entre seis y doce meses, que también hace que sea muy difícil la opción de un traspaso.