El Real Madrid afronta una nueva temporada de LaLiga en la que tendrá el objetivo de recuperar el ritmo del triunfo, después de un curso pasado algo descafeinado en términos domésticos, para regresar al 'trono' de la competición con una plantilla más joven, obligada a dotar al equipo de un nuevo estilo, más aguerrido y enérgico, tras una irregular pretemporada y con el protagonismo del flamante fichaje de Jude Bellingham, llamado a liderar el bloque junto a Vinícius Júnior.
El impulso que debía dar un doblete histórico en la 21/22 no fue tal la pasada campaña. Lejos de su versión más contundente y vistosa, y de la regularidad que requiere el torneo doméstico, el cuadro merengue ofreció una cara por debajo de las expectativas, incapaz de dar caza a un Barcelona exquisito en defensa que llegó a disfrutar de 12 puntos de colchón. Una vez más, el combinado de Chamartín fue incapaz de defender su corona, algo que no logra desde que encadenase los títulos en 2007 y 2008.
El club sí rindió en la Copa del Rey, trofeo que levantó nueve años después, y en un Mundial de Clubes que tampoco se escapó, al igual que la Supercopa de Europa de inicio de temporada. Pero le fue imposible defender su condición de campeón de Europa, víctima de la contundente revancha del City, lo que puso una nota agridulce, lejos del sobresaliente que marca su propia exigencia.
Un curso frío que también dejó sus 'caídos' en un claro final de ciclo. Aunque su adiós podía acercarse, Karim Benzema decidió este verano, tras un año que pudo parecer tibio, pese a que marcó 31 goles, acelerar la renovación de la plantilla. Su sorpresiva marcha dejó huérfano el liderazgo del brazalete y el puesto del 'nueve' en una parcela ofensiva en la que también se despidió Mariano Díaz, Eden Hazard y Marco Asensio.
Sin embargo, ante las múltiples salidas, la entidad ha respondido con fichajes variados. El más importante, el de Bellingham, por su juventud e influencia en el 'nuevo' Real Madrid. Sus condiciones físicas superlativas, su calidad técnica y su aparentemente rápida y buena adaptación han sido factores claves para creer en su papel relevante este año.
Relevo ofensivo
Además, después del doloroso adiós de Benzema, el conjunto merengue firmó a Joselu, un delantero 'de los de siempre', con envergadura y olfato goleador, aunque con un cometido, a priori, secundario ante la presencia de jugadores como Vinícius y Rodrygo. También será un buen fondo de armario Fran García, que dará soporte a un carril izquierdo algo huérfano hasta ahora; el regreso del talentoso y más maduro Brahim Díaz, y la apuesta por el joven Arda Güler, frenada por su problema de rodilla.
Una remodelación que alarga un proceso que comenzó con Vinícius y Rodrygo, que siguió con Camavinga y Tchouaméni, y que ahora continúa con Bellingham, Güler y compañía. Precisamente, el inglés, titular en los cuatro duelos de preparación, apunta a 'piedra angular' del nuevo sistema que Carlo Ancelotti está dispuesto a diseñar, alejándose de su, hasta ahora, innegociable 4-3-3.
Ahora, el centrocampista sería la punta de un fuerte y potente rombo en el centro del campo, al que parece que todavía le falta ajustar a nivel defensivo. El recorrido y poderío físico del ex del Dortmund le convierten en un arma casi letal de la que es difícil protegerse.
Y los compañeros que le rodean parece que le potencian. Mucha más fortaleza física si los elegidos son Camavinga, Valverde y Tchouaméni; y más vistoso si lo son Kroos, Modric, Ceballos o Güler. El preparador probó en la pretemporada diferentes combinaciones, todas con Bellingham como referencia, aunque los resultados no han sido los esperados. Ahora, a tres días de su debut, el Madrid acelera para despejar las incógnitas de un proyecto nuevo.