Cuando el «amor» adolescente justifica la violencia machista

A. G. Mozo
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El SAVVD, la unidad encargada de atender a las víctimas en la Policía Local, atisba un «retroceso social» entre menores que justifican comportamientos de control de sus parejas bajo el argumento del «amor»

Un grupo de jóvenes charlan en unas escaleras en Valladolid. - Foto: Jonathan Tajes

«Lo hace porque me quiere». La justificación se repite como un mantra entre cada vez más chicas en edad adolescente. No hay cifras, porque esto no va de cifras. Va de tendencias, de casos latentes, de una violencia de género que crece en silencio entre los mensajes de WhatsApp y los pantallazos con las últimas horas de conexión de esas jóvenes que no lo ven venir, que consideran normal ese control; los celos, ese incipiente machismo que brota entre las paredes de cualquier aula de las decenas a las que cada curso acuden los especialistas del Servicio de Asistencia a Víctimas de Violencia Doméstica (SAVVD) de la Policía Local de Valladolid. Son charlas informativas, pero también les sirven a estos agentes para recibir un ‘feedback’ que no siempre les gusta, como reconoce la jefa del Cuerpo e impulsora del SAVVD, un equipo de trabajo que alcanza este año la mayoría de edad: «Es clave educar en igualdad porque esta violencia viene de una situación de discriminación hacia la mujer».

Julia González Calleja estuvo al frente de este Servicio entre 2002 y 2014, cuando se convirtió en la primera mujer jefa de Policía Local de Valladolid; el SAVVD cumple 18 años mirando con preocupación a todas esas menores que nacieron durante los años posteriores a esta unidad. La intendente lamenta «el retroceso que se está viviendo» en muchos adolescentes: «Nosotros vemos comportamientos muy preocupantes entre los jóvenes. El uso de redes sociales para vejar, las imágenes que se exhiben en ellas, el control que se ejerce sobre las chicas y que ellas lo justifiquen con aquello de que ‘lo hace porque me quiere’... Lo preocupante es que asuman como normal esos celos, que las controlen sus amistades y hasta sus formas de vestir cuando no están con ellos. Por eso damos tantas charlas en los institutos”, destaca la intendente.

18 años de cambios

La jefa de la Policía Local impulsó hace dos décadas la creación de este equipo para dar respuesta a un problema que, al inicio de este siglo, generaba cada vez más intervenciones y que, por entonces, no estaba regulado con las certidumbres que ofrece en la actualidad la Ley Integral contra la Violencia de Género. González Calleja no tiene duda de que «el cambio normativo que hubo fue fundamental», pero también «todas las campañas de concienciación social y la posibilidad de empezar a trabajar en red»: «Ahora mismo, la mujer, acuda donde acuda, Junta, CEAS, Policía..., trabajamos todos en red, conectados y derivamos al recurso necesario, ya sea centro de emergencia, una casa de acogida, un piso tutelado...», dice. «De hecho, el núcleo de la intervención no está en la Policía Local, salvo cuando hay una emergencia, claro, sino que es el trabajador social, que, desde el centro de la red, puede abrir todos los recursos de que se disponen, tanto a nivel municipal, como autonómico y nacional», apostilla el subinspector José Luis Tascón, actual jefe del SAVVD.

Pero más allá de lo policial, de lo penal, de lo legal, de los medios en el ámbito de servicios sociales... González Calleja asegura que «ha habido un cambio tremendo en lo que se refiere a la sensibilización ciudadana en estos 18 años», ya que «se ha pasado del comentario aquel de ‘algo habrá hecho’ a que llamen a la Policía casi de un modo preventivo, después de ver que en el bar un hombre le alza la voz a la mujer». «Es un problema que afecta a toda la sociedad, no distingue de estratos sociales ni económicos, como pasa con el alcohol o con las drogas», añade Tascón.

«Yo recuerdo un caso concreto, de una chica que era incapaz de ver a lo que la sometía su pareja. Nos llegó a través de su familia, pero ella decía que no teníamos ni idea, que todo era porque la quería mucho. La tenía completamente anulada y estuvimos trabajando un montón y, al final, logramos que rompiese su relación», señala la intendente.

El postconfinamiento

Pese a todos los avances de estos 18 años, sigue habiendo casos silenciados, unos por un problema cultural de ese «retroceso» que viene atisbando el SAVVD y otros por cuestiones tan imprevisibles como el reciente confinamiento, algo que se está destapando ahora: «Las denuncias sí están repuntando después del estado de alarma. Durante esos tres meses no se puso casi ninguna y es normal que afloren ahora», señala Tascón. «Está claro que durante esos meses han tenido que seguir conviviendo con sus agresores, y muchas horas, y se han producido casos que están saliendo ahora a la luz, pero no es nada alarmante en Valladolid», finaliza la jefa de la Policía Local.