Cachopos, callos, ramen o satisfyer las 24 horas del día

M.B.
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Valladolid cuenta con máquinas expendedoras a pie de calle de bebidas o snacks, pero también de productos tan poco habituales como derivados del cáñamo, consoladores, albóndigas u oreja

Marisol Fernández, en la maquina expendedora de Laguna, con cachopos, callos, oreja... - Foto: Jonathan Tajes

¿Cuántas veces ha tenido que recurrir a una máquina expendedora en su puesto de trabajo? ¿O en el hospital? ¿O en cualquier momento de espera en alguna empresa? Estamos habituados a tomar un café, un botellín de agua o un refresco con una moneda (o un par) que introducimos en una máquina; de la misma forma que vemos normal comprar unos snacks o un dulce haciendo el mismo gesto, bien con monedas o bien con billete. En algunos casos ya se permite el pago con tarjeta de crédito o con llaves magnéticas, al estilo USB, que se pueden recargar previamente.

Pero cada vez es más habitual encontrarse esos artilugios, las máquinas de vending, en forma casi de tienda, en las calles. 24 horas, rezan en casi todos sus letreros. Son una especie de último recurso, en algunos casos cerca de las zonas de ocio, con gominolas, snacks, bollería y todo tipo de bebidas, muchas de ellas, por no decir la mayoría, energéticas.

Pero, ¿qué más se puede adquirir en esas máquinas? Hace no muchos años nos extrañaba ver cómo en Amsterdam se podía saciar el hambre con hamburguesas o hot dogs; en París, con baguettes recién horneadas a cualquier hora del día; o en muchas ciudades de Alemania, con productos cárnicos a golpe de moneda o billete... en la calle.

Una de las máquinas expendedoras en La Rondilla, con burguer, perritos o dúrum.Una de las máquinas expendedoras en La Rondilla, con burguer, perritos o dúrum. - Foto: Jonathan TajesHoy en día en Valladolid, a cualquier hora, y a través de una máquina expendedora se pueden adquirir cachopos, albóndigas, san jacobos, ensaladilla rusa, oreja o torreznos; de la misma forma que hamburguesas, perritos e incluso dúrum, ramen o noodles. Tampoco faltan derivados del cáñamo (chupa chups o brownie, por poner dos ejemplos), y boquillas, vapeadores, tampones... incluso consoladores, anillos vibradores y satisfayer. 

Hace años, en tres localidades de la provincia triunfaban unas máquinas con leche fresca. En Arroyo, Tordesillas y Medina del Campo, además de en la capital, se podía obtener las 24 horas del día, los 365 días del año, natural y sin aditivos.

Ahora, en otra localidad, en Laguna de Duero, lo que se llevan son los productos cárnicos. De la mano de Carnicería Marisol, que hace dos años se decidió por comprar, «a medida», una máquina de vending para su exterior. «Vimos que cuando más demanda había era los fines de semana, así que nos decidimos a instalarla para que los clientes pudieran comprar cuando quisieran. Y de momento está gustando», señala la dueña del negocio, Marisol Fernández, que lleva 26 años con la carnicería. Fue a Asturias a diseñar una máquina que vende por 7 euros cachopos de cecina con queso; por 6,5 de jamón; por 6 de champiñones y por 5 de lomo pimiento. Ojo, hay que freírlos. Torrezno de Soria, albóndigas, callos, oreja, pechuga escabechada, muslos rellenos, lomo adobado... la oferta es extensa y variopinta.

Máquinas expendedora de productos derivados del cámaño en Cánovas del Castillo.Máquinas expendedora de productos derivados del cámaño en Cánovas del Castillo. - Foto: Jonathan TajesSi se sigue con hambre y la idea es no pasar ni por la cocina, en La Rondilla hay un Míster Vending, con comida caliente. Aquí hay varios tipos de burguer, hay patatas con queso y bacon, hay kebab y dúrum, sandwich mixto, perritos calientes, burritos e, incluso, gofres, por si se tiene ganas de postre. Este último cuesta 1,80, y el resto de productos entre los 2 y los 4 euros. Hay que tener un poco de paciencia, porque el producto se calienta en la máquina antes de ser obtenido, aunque tiene la opción de llevártelo frío.

Pero en el Míster Vending también tenemos tampones por 1 euro; váper, por 8; y hasta un satisfayer, por 20 euros.

Que la cosa va de comida y uno está harto de patatas o cacahuetes de a euro la bolsita, pues en el mismo barrio de La Rondilla se puede hacer parada en el Japón Market a por unos noodles de pollo al curry, de ternera o con vegetales por 2 euros; un ramen sabor carne o pato o pollo, por 1,5 (por 2 de miso o camarón). Pero también hay patatas alioli y ensaladilla rusa. Todo para hacer. 

Maquina expendedora en 'Fantasías'.Maquina expendedora en 'Fantasías'. - Foto: Jonathan TajesEn el centro hay un Coffetogo, un Seven y un Glovending, en Macías Picavea, en San Antonio de Padua con San Ignacio y en Paraíso, respectivamente, con refrescos, galletas, salados, condones (2 euros), papelillos de fumar (1 euro) y mechero (1 euros); además de bolsas de gominolas, boquillas (1,2 euros)... 

Pero eso es lo normal. Porque cerca de ambas, en Cánovas del Castillo, hay una tienda, Cbweed Shop, que ha apostado por productos derivados del cáñamo. Y lo ha hecho con una máquina expendedora, donde se pueden adquirir chupa chups, por 1 euro; o brownie, por 5, con ese producto. «Hay comestibles, parafernalia, flores y las resinas del cáñamo», señala Eddy desde la tienda, recordando que en estos casos hay que demostrar que se tiene más de 18 años para adquirir estos productos, para lo que la máquina tiene un lector de DNI o pasaporte: «El cáñamo no está permitido a menores de edad, por eso para poder venderlo en el exterior hay que verificar la mayoría de edad».

Y con esos productos en el bolsillo, y para gente sin vergüenza, nos queda 'Fantasías', tienda erótica, con locales en calle de Rueda 5 y Velardes, 7. Y con máquinas expendedoras desde hace 15 y 20 años –quizá las más veteranas–; con lubricantes, bolas chinas de silicona (15 euros), aceites orgásmicos, estimuladores labiales, anillos vibradores (5 euros), satisfyer, consoladores e, incluso, esposas para parejas (8,5). «Además, tenemos una cosa diferente, ponemos un cartel con recomendaciones de uso», señalan.

Lo dicho, todo al gusto del consumidor.