La idea de la Consejería de Industria y la Cámara de Valladolid de reconvertir el inmueble sin uso del Hotel Feria en un centro de FP Dual duerme en un cajón. La propuesta, que se dio a conocer en septiembre del año pasado, busca rentabilizar esta infraestructura de la Institución Ferial, que se descartó vender por los bajos precios de mercado, y a la vez poner en marcha un gran proyecto educativo. El proyecto recibió el aval en el Pleno del consorcio ferial, donde estaban representadas las cuatro administraciones que forman parte del mismo: el Ayuntamiento de Valladolid, la Junta de Castilla y León, la Diputación de Valladolid y la Cámara de Comercio.
Esta última preside el consorcio ferial, aunque hace varios años que tiene congelada su aportación por sus problemas económicos, ya ha puesto en marcha este oferta educativa de Formación Profesional Dual en las instalaciones de la Escuela de Cocina, que son de su propiedad. Actualmente oferta cuatro ciclos superiores: en Administración y Finanzas, en Dietética, en Marketing y Publicidad y en Dirección de cocina.
Esto ha motivado que la Feria de Valladolid en su memoria de actividades apunte que en caso de que los proyectos propuestos por la Junta y la Cámara para darle un nuevo uso al edificio, cerrado desde julio de 2022, «no se pudieran ejecutar en el corto plazo, cabría analizar la posibilidad de derruir el Hotel Feria y, de esa forma, minimizar otros riesgos». Los riesgos que se mencionan son los económicos, ya que la institución regularizó la situación contable-financiera de la sociedad Edificio Hotel Feria, S.L., mediante su adquisición. Eso implica que sus números rojos aparecen ahora en las cuentas de la Feria de Valladolid.
Aunque desde el Ayuntamiento se muestran optimistas sobre otros proyectos que ya pusieron sobre la mesa el año pasado, aunque siguen sin querer ofrecer detalles de los mismos. El propio alcalde, Jesús Julio Carnero, confirma que se trabaja en el desarrollo de proyectos innovadores y tecnológicos, pero no ofrecerá más detalles hasta que estén cerrados.
Las cuentas
Lo que ha mejorado es la situación económica de la institución, todavía lastrada por las deudas, pero con mejor músculo tras los cuatro millones de facturación con que cerró el pasado ejercicio. «Los ingresos generados por la actividad han superado en un 33% a los del año 2019», se apunta en la memoria. Aunque se matiza que tanto el sector en general, como la Feria en particular, se enfrentan a unos retos que no permiten «lanzar las campanas al vuelo».
Eso sí, aunque han subido los ingresos por los eventos que acoge, sigue siendo indispensable la aportación de las administraciones públicas, que en el caso del Ayuntamiento este año ha sido de 474.400 euros.