El 'caso Errejón' ha desencadenado una nueva fase del Me Too español que va camino de convertirse en un goteo de informaciones sobre presuntos casos de agresiones sexuales cometidas por políticos de todos los partidos españoles. La conmoción provocada por el reconocimiento de Íñigo Errejón de sus presuntos delitos lleva camino de convertirse en una crisis política en el espacio de la izquierda del PSOE, que las principales dirigentes de los partidos involucrados en los que Errejón ocupaba puestos de responsabilidad han intentado acotar en cuanto a la situación creada pero que no ha hecho sino disparar las luchas internas y las llamadas a la recomposición del espacio afectado por una crisis de credibilidad que tardará en salvarse y más si siguen apareciendo denuncia contra él como la presentada por la colaboradora de televisión Aída Nízar.
Ha sido el eurodiputado de Se Acabó la Fiesta, Luis 'Alvise' Pérez, quien ha puesto en circulación un nuevo nombre de un político acusado por delitos de índole sexual, el senador del PP, José Ignacio Landaluce, y alcalde de Algeciras señalado por dos concejalas y que ya habría dado explicaciones sobre su situación a la dirección del PP andaluz, aunque el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, ha afirmado que no pone la mano en el fuego por nadie. Habrá que estar pendiente de la evolución de este caso y de otro que afecta a otro alcalde popular de Andalucía para ver si la reacción de su partido es tan exigente como la que pide a otros partidos por hechos similares. O si se reproduce la parábola de la paja y la viga, como ha ocurrido en otras ocasiones.
'Alvise' Pérez se convierte en acusador justo cuando se ve como acusado por desórdenes públicos por ser el instigador de las manifestaciones ante la sede de Ferraz en las protestas por la ley de amnistía en un juzgado de Madrid, y ante la audiencia Nacional por el presunto delito de financiación ilegal de su campaña para ser elegido eurodiputado.
Fue Feijóo quién le pronosticó a Pedro Sánchez una agonía judicial derivada de las investigaciones en curso en los tribunales por los casos que afectan a José Luis Ábalos y a su esposa Begoña Gómez, el primero pendiente de que el Supremo asuma la investigación de sus actividades con Koldo García y Víctor de Aldama; mientras que la segunda ha vuelto a ser declarada investigada por apropiación indebida e intrusismo profesional, por la web de la Universidad Complutense creada de forma gratuita por tres grandes empresas y sobre la que la propia Universidad ha ido incapaz de aclarar si le ha propiciado algún perjuicio. Seis meses después de que aparecieran las primeras informaciones sobre Begoña Gómez tras las denuncias de organizaciones ultraderechistas, el juez sigue sin concretar sus acusaciones. Pero, en efecto, los sucesivos varapalos judiciales para el matrimonio que ocupa La Moncloa sirven a la oposición para mantener el cerco político sobre Sánchez, porque las andanzas de trío "Ábalos-Koldo-De Aldama" no dejan de supurar noticias. En el PP esperan que tire de la manta como en su día hizo José Luis Peñas, el concejal de Majadahonda que destapó el 'caso Gürtel' que ha sido indultado parcialmente por el Consejo de Ministros. La sombra de la corrupción siempre vuelve.