El Real Valladolid ha publicado su primera Memoria de Sostenibilidad que incluye todos los datos del ejercicio del club, desde las cuentas económicas a, por ejemplo, los balones usados, los kilos de fruta consumidos o cuántos litros de combustible diésel ha contabilizado para los desplazamientos de sus plantillas o los kw/hora de su consumo energético.
De hecho, tal y como advierte el presidente del club blanquivioleta, Ronaldo Nazário, en una carta que inicia este informe, la "sostenibilidad ha sido una de las premisas que han guiado la gestión del club" desde su llegada, y que ha sido fijada en tres pilares fundamentales, según recoge EFE.
"El primero es la estabilidad financiera, para consolidar a la entidad en el fútbol profesional; el segundo, el compromiso con las personas que trabajan en el Real Valladolid, sus abonados y sus aficionados, y el tercero, la dedicación a los aspectos sociales y de medioambiente, necesarios para convertirnos en motor de cambio para nuestra sociedad", añade.
En su opinión, esta memoria "aúna" las cuatro palabras en las que ha basado su forma de trabajar en el club: "Competitividad, transparencia, social y revolución", ya que recoge las acciones realizadas, más allá de aspectos financieros, vinculadas a personal o medio ambiente, entre otras.
Respecto a las cifras económicas, destacan los más de 30 millones ingresados por el club en ventas, desde el 1 de enero al 31 de diciembre de 2022, y los casi 11 millones de euros de compras, resultantes de 53 operaciones -37 de venta y 16 de compra-.
La entidad no se ha capitalizado por aportaciones ni por deudas, aunque sí lo ha hecho vía préstamo participativo, por un importe de 13.364.000 euros. Y la cifra de negocio registrada en el periodo objeto de análisis es de 16.693.000 euros, obtenidos de la actividad propia.
De estos casi 17 millones, el 18,56% corresponden a ingresos por las competiciones en las que participa el club; el 60,27% por retransmisiones; el 15,85% por publicidad, y el 5,29% por ventas de la tienda y otros varios, para un activo total de la entidad de 53.895.000 euros.
En cuanto al número de personas empleadas en el Real Valladolid por contrato laboral es de 274, de los que 205 son hombres y 69 mujeres y de los que 257 se corresponden a contratos indefinidos y 17 a contratos temporales, siendo todos estos últimos trabajadores de la sede de Valladolid, y 5 del total, indefinidos en las oficinas de Madrid.
117 empleados son a jornada completa (96 hombres y 21 mujeres), y 157 empleados lo son a media jornada (109 hombres y 48 mujeres). Destaca el hecho de que, desde la llegada del nuevo presidente, en 2018, se han producido 458 altas laborales en el club.
También se resalta que el salario mínimo es idéntico para mujeres y hombres, y este se encuentra por encima del salario mínimo local, en más de 1.000 euros anuales.
Otro de los datos que aporta el informe es que la entidad vallisoletana trabaja, en su día a día, con casi 60 protocolos, manuales y políticas de actuación, que regulan el comportamiento en las actividades, para preservar valores como respeto, tolerancia, seguridad, anticorrupción y compromiso.
En abril de 2021 se creó un Comité de RSE, formado por seis personas y cuyo trabajo se ha plasmado en esta memoria, que incluye los 15 grupos de interés del club, encabezados por abonados, accionistas y trabajadores y que también incluyen medios, administraciones, proveedores o patrocinadores.
También recoge la adhesión de la entidad al Plan Impulso, financiado por parte del fondo CVC Capital Partners promovido por LaLiga, para paliar el impacto negativo de la COVID-19 en los clubes y que el Real Valladolid suscribió por 42.023.707,63 euros.
Por supuesto, también incide en el proyecto "estrella" del club, que es la creación de la Ciudad Deportiva, la cual depende de la concesión de la parcela por parte del Ayuntamiento, que aún no ha sido aprobada, y que prevé una inversión privada de más de 11 millones de euros.
Mientras llega esta obra, la entidad ha comprado el edificio de la residencia de jóvenes jugadores, con un valor de 6.477.000 euros en su activo, y ha realizado diversas inversiones en las infraestructuras por un importe de 1.563.000 euros, correspondientes al cambio de iluminación del estadio y otras obras, y en mejoras y ampliación de las instalaciones.
En el plano medioambiental, El Real Valladolid cumple con los tres principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, dado que mantiene un enfoque preventivo sobre este aspecto, fomenta iniciativas tendentes a un mayor compromiso con el medio ambiente, y favorece el desarrollo e implantación de tecnologías que respetan a la naturaleza.
Cifras curiosas: se utilizan 180 balones, que cada temporada se reutilizan para la cantera y clubes con convenio de colaboración; 12.832 prendas de ropa; cerca de 1,3 toneladas de papel; se consumieron 6.000 kilos de fruta y 101 bidones de agua, así como 50.000 litros de agua embotellada.
Asimismo se ha contabilizado un consumo de 83.427 litros anuales de combustible diésel, a los que deben añadirse los 113.784 litros anuales por desplazamientos aéreos (o 9.482 kilómetros), mientras que en cuanto a electricidad, calefacción o refrigeración el consumo asciende a 151.170 kW/h.
Se ha logrado reducir el consumo energético, gracias a la instalación de placas solares, con un ahorro anual de un 14,99%, registrándose un pico superior del 38,67% en el mes de julio e inferior del 3,10% en diciembre.
En cuanto al agua utilizada como recurso proviene de dos tipos de suministro, la destinada a los campos, que es surtida por el sistema de riego de parques y jardines del Ayuntamiento de Valladolid, procedente del río Pisuerga, y el agua potable para duchas y baños, que emana de la red municipal.
Los impactos relacionados con el agua se analizan en colaboración con el ayuntamiento de la ciudad, con quien la organización comparte un proyecto europeo, Urban Waterbuffer, cuya finalidad es recuperar agua del entorno de la parcela y volcarla con filtro verde en el acuífero que transita por debajo del estadio.
Esta cooperación se enmarca en la línea de las metas del club, que aspira a ser una institución ecológica y sostenible, que cumpla con el objetivo de recuperar el máximo de agua posible de las cubiertas y el drenaje de los campos que forman parte de la infraestructura.
El informe añade, además, otros aspectos de interés como los procesos relacionados con los riesgos laborales y la seguridad en el trabajo, incluyendo los accidentes -46 en el período analizado, cuyas bajas supusieron 675 jornadas perdidas-.
Se trata de un completo análisis que también incide en la importancia de formar parte de una comunidad, a través de sus diferentes secciones y de la colaboración con otras entidades y del trato directo con peñistas y aficionados y que mantendrá la continuidad en el tiempo, como herramienta para seguir creciendo por y para la ciudad.