Editorial

La decisión de Vox marca el futuro y rompe los puentes con el PP

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La reunión de Conferencia Sectorial de la Infancia y la Adolescencia, celebrada el pasado jueves en Tenerife y en la que se abordó el reparto voluntario entre las comunidades autónomas de 400 inmigrantes no acompañados desde Canarias y Ceuta y también la posible reforma de la Ley de Extranjería, ha provocado un tsunami político sin precedentes después de que Vox anunciase que rompía todos los gobiernos que mantenía con el PP a nivel regional -Aragón, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia- por, según sostuvo la formación de Abascal, "haber obligado" a los presidentes regionales a votar a favor de lo que se planteaba desde el Ejecutivo con respecto al reparto de menas. La decisión de Vox provoca una grieta que lleva incertidumbre e inestabilidad a estas cinco regiones, aunque refuerza la posición de un PP, que ha hecho oídos sordos a las amenazas del quien era su socio y ha garantizado la solidaridad de las comunidades autónomas en las que gobierna en una materia tan delicada como es la de la inmigración.

El movimiento de Vox llega en un momento inesperado, con la sombra de lo acaecido en las elecciones legislativas de Francia, donde la esperada victoria de Marine Le Pen, defensora de similares postulados, se quedó en nada. Cierto es que ya habían avisado a los de Feijóo de que el camino que tomaban no era el correcto, pero los de Abascal se equivocan tanto en los tiempos como en las formas, más aún cuando el PP ha exigido llevar a cabo un control mucho más estricto en materia migratoria -incluso con la presencia de las fuerzas armadas- y contrario al planteamiento lanzado por el Gobierno para la reforma de la Ley de Extranjería. Sin embargo, desde el partido derechista insisten en que sólo cumplen con su palabra y que su decisión de romper con los populares responde al acercamiento que, según ellos, está teniendo Feijóo con el PSOE en temas como la elección del Poder Judicial, Radio Televisión Española o ahora en política migratoria. Con su postura rompen los puentes establecidos y complican una posible alianza con los populares a nivel nacional si la aritmética suma para desbancar a Sánchez del poder en el futuro. Ahora habrá que ver si la decisión de Vox obliga a estas cinco comunidades a convocar elecciones o, por el contrario, permite al PP buscar una alternativa de gobierno en minoría o trata de alcanzar acuerdos puntuales con otras formaciones para poder seguir gestionando el presente y el futuro de estas regiones. El tiempo dirá si la decisión de Vox les beneficia electoralmente o, por el contrario, ayuda al PP a cortar un cordón umbilical con el que ya no estaba cómodo.