Seminci aborda el deseo, la culpa y los tabúes

D.V.
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Mar Coll explora los demonios interiores de la maternidad en 'Salve Maria', Agathe Riedinger bucea en el reverso de la fama en 'Diamante en bruto' y Dag Johan Haugerud analiza la pulsión sexual en 'Sex'

Fotograma de 'Salve María'. - Foto: Ical

El deseo y la culpa, además de los tabúes y las tensas relaciones con nuestro propio cuerpo y nuestras pulsiones son los temas que, desde muy diferentes prismas, atraviesan las tres películas que se sumaron hoy a la competición oficial de la 69 Semana Internacional de Cine de Valladolid. La jornada arrancó con el estreno en España tras su paso por Locarno de 'Salve Maria', el tercer largometraje de Mar Coll, considerada por muchos como la mentora de la nueva ola de cineastas femeninas que ha irrumpido hace unos años en España. Su película se distancia de los dramas costumbristas que había filmado antes para reflejar, en clave de género ("terror doméstico", aseguró la productora María Zamora) los demonios interiores que rodean la maternidad. Por su parte, la debutante francesa Agathe Riedinger muestra el reverso de la fama en 'Diamante en bruto', donde explora los anhelos, el vacío y la necesidad de aprobación que atenazan a muchos jóvenes, que ven en la mentira de la telerrealidad su única válvula de escape a la miseria. Por último, el noruego Dag Johan Haugerud, que como su colega francesa tampoco viajó hasta Valladolid hoy, rastrea los límites sociales en torno a la identidad, la pulsión sexual y el género en 'Sex', la primera entrega de una trilogía en torno a las pulsiones que nos mueven: 'Sex, Dreams, Love'.

"La línea que separa / la lucidez de la oscuridad / no se ha trazado aún". Con esos versos de la poeta estadounidense Adrienne Rich arranca 'Salve Maria', primera adaptación de un texto ajeno que filma Mar Coll, que lleva a la gran pantalla 'Las madres no', de Katixa Agirre, para empujar al espectador a un viaje alrededor de los demonios interiores de la maternidad, de la mano de una madre primeriza atenazada por el miedo y la culpa.

Coll explicó que el inicio del proyecto comenzó en septiembre de 2019, cuando su bebé no llegaba al año de edad. "Al iniciar el trabajo junto a Valentina Viso, mi coguionista habitual, surgió la posibilidad de abordar una película sobre la maternidad. Nuestras películas siempre empiezan con larga conversaciones sobre cosas que nos interesan, nos conmueven y nos parecen relevantes, y a través de una amiga común de Katixa Agirre me llegó su novela, que me impactó mucho", explicó.

Esa decisión, como confirmó Viso, les permitía "rehuir la autoficción, hablar de la maternidad pero no desde la experiencia propia". Además, les daba la posibilidad de alejarse del cine previo de Coll, "más intimista y realista", para embarcarse en un proyecto hacia el género que les "motivaba". 

En 'Salve Maria', la protagonista "busca verbalizar lo que le está sucediendo", porque "necesita nombrarlo". "El problema de esta maternidad tan disfuncional es que hay un estigma, un tabú, que es expresar el desapego que puedes sentir con tu bebé. Ella no se lo admite ni a sí misma. La incomunicación es una de las temáticas de la película, junto con la culpa o la vergüenza", confesó la cineasta, que aclaró que "el viaje de la protagonista es ese: poder decirlo".

Vidas soñadas

Por su parte Riedinger sigue en 'Diamante en bruto', como ya hizo en 2017 en su cortometraje 'Esperando a Júpiter', los pasos de Liane, su protagonista, una joven sin futuro ni esperanza que se aferra a su propio cuerpo como única manera posible de escapar de la miseria que la rodea, si la eligen para participar en un 

reality de televisión. La obsesión, los anhelos, la necesidad de validación externa o el precio que los más jóvenes están dispuestos a pagar por alcanzar la fama son algunos de los temas que aparecen a lo largo del metraje. 

La elección del formato de cuatro tercios permite a la directora pegarse a la piel de su protagonista, acentuando el sentimiento de asfixia que la atenaza y la soledad que la envuelve. Además, llama la atención la elección del violonchelo para sacar a la luz el poderoso y a la vez frágil mundo interior que ella encierra en su interior, en contraste con el reggaetón y el perreo perpetuo que la impregna en su vida cotidiana y con su grupo de amigas. 

Ella no sabe quién es ni quién quiere ser. Solo sabe que quiere ser libre, y su forma de alcanzar esa meta es a través de una tortuosa relación con su propio cuerpo, siempre en busca de agradar al mundo exterior y de intentar seducir a las redes sociales, que a cambio le vomitan su reacción como un mazazo. 

Para Riedinger, según recoge el dosier del film, la joven "se siente aplastada por la sociedad y es consciente del desprecio de clase al que se enfrenta", algo que intenta convirtiéndose en mercancía y en un objeto que, paradójicamente, intenta encontrar la verdad en la cuna de todas las mentiras, la telerrealidad. 

La fuerza del tabú

Por último, pudo verse en la competición la primera entrega de la trilogía  'Sex, Dreams, Love', del noruego Dag Johan Haugerud, que en 'Sex', cuestiona los límites sociales que se establecen en el mundo contemporáneo en torno a asuntos como la identidad, la sexualidad y el género. La película invita a la reflexión en torno a las barreras y temas tabúes que condicionan las relaciones humanas, de pareja o de amistad.

El cineasta plantea su premisa inicial en la primera secuencia del film, con un plano secuencia de unos quince minutos donde un deshollinador le cuenta a su compañero en una pausa del trabajo los extraños sueños recurrentes que le asaltan desde hace una temporada, en los que aparece como una mujer seducida por David Bowie. Ser objeto de esa mirada masculina onírica le trastoca y la confesión empuja a su amigo a contarle el encuentro sexual fortuito que mantuvo la noche anterior con un cliente. 

Con ese arranque, el resto del film se centra en desentrañar cómo ambas situaciones afectan a los dos en sus vidas cotidianas, con sus respectivas mujeres y matrimonios. Sobre la mesa, el cineasta noruego aborda los roles de género y la fragilidad del amor, y cuestiona los vínculos entre sexualidad e identidad sexual, así como las barreras invisibles que existen en torno a ello.