España levanta 'un muro'

J. Caballero (SPC)
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La selección construye su buen juego en estos dos primeros encuentros gracias a su disciplina defensiva, dejando la portería a 'cero'

Robin Le Normand (i) ha sido fundamental desde el centro de la zaga. - Foto: Alberto estévez (EFE)

Aún con la euforia presente tras el triunfo conseguido frente a Italia, las sensaciones no podrían ser mejores para la selección española en este inicio de la Eurocopa. El combinado de Luis de la Fuente ha logrado dejar una buena imagen en sus primeros partidos en la competición continental, alejando los 'fantasmas' del último Mundial celebrado en Catar.

El buen rendimiento de la Roja en el campeonato no se podría entender sin su buen hacer en defensa. España ha conseguido levantar un 'muro' contra dos combinados de prestigio como son Croacia e Italia. Y, desde esa disciplina en campo propio, el conjunto nacional ha logrado crecer en el resto de aspectos de su juego.

Son dos porterías a cero. Un balance inmejorable hasta la fecha. Además, contra la escuadra transalpina, el pasado jueves se pudo ver incluso una mejoría en este apartado respecto al primer partido.

Porque la selección no concedió ningún tipo de opciones a su rival. La 'Azzurra' solo disparó en cuatro ocasiones y únicamente una de ellas fue entre los tres palos, su peor cuota de remates desde 2016. Una cifra que pone en valor el trabajo de la Roja.

Muy distinto fue contra su anterior oponente. Pese a vencer de manera contundente por 3-0 a Croacia, el cuadro ajedrezado realizó un total de 16 tiros, cinco de ellos a puerta. Alguno de ellos obligó al portero Unai Simón a realizar intervenciones de mérito. Y todo ello, sin olvidar el error del meta en los minutos finales que provocó un penalti a favor de la escuadra balcánica, y que acabó en gol tras una atajada suya, anulado después por fuera de juego.

España no encajó, pero sí que dejó opciones a su rival para hacerlo. En parte, debido al cambio de estilo de juego que propone Luis de la Fuente, más vertical que el mostrado por otros seleccionadores en anteriores etapas. La Roja incluso llegó a perder la posesión en aquel encuentro disputado en Berlín (47 por ciento a 53), algo que no ocurría desde hace 10 años.

Aún así, eso no le impidió dominar frente a los hombres de Zlatko Dalic, pero había que aplicar ciertos matices contra Italia para consolidar ese buen hacer defensivo.

Y vaya si la selección lo hizo. No perdió frescura ni colmillo en ataque, gracias sobre todo a la aportación de sus dos extremos, Nico Williams y Lamine Yamal. 

Sin embargo, lo que cambió respecto al primer duelo en esta Eurocopa fue el uso de la posesión. Esta vez, los pupilos de Luis de la Fuente fueron capaces de defenderse con la pelota. Los datos están ahí: 58 por ciento a 42. 

Además, la Roja fue capaz de recuperar rápido el balón cuando no lo tuvo entre sus pies. Lo destacó Álvaro Morata tras finalizar el choque: «Hemos demostrado otra vez que somos un gran equipo, que asfixiamos a cualquier rival arriba y que es difícil jugar contra nosotros». La selección logró 56 recuperaciones en el Veltins-Arena de Gelsenkirchen, hasta ocho más que frente a Croacia. 

Ese dominio con el esférico, unido a la efectiva y rápida presión tras pérdida, acabó por agotar la moral de la escuadra de Luciano Spalletti en el encuentro. El combinado nacional encontró su camino hacia la victoria con una gran propuesta sobre el terreno de juego, en la que el colectivo brilló por encima de las individualidades.

Y eso que Luis de la Fuente y su cuerpo técnico han sufrido algún que otro contratiempo a la hora de confeccionar sus alineaciones, sobre todo en la zaga. Primero fue Aymeric Laporte quien estuvo en el foco de las críticas por sus problemas físicos, y su irregularidad en sus últimas participaciones con la selección. Pero el central del Al-Nassr despejó cualquier duda y cuajó una actuación más que notable para poner fin a cualquier debate generado en torno a su figura.

El ex del Athletic Club fue titular en este último choque debido a las molestias musculares de Nacho, que también cumplió en el primer encuentro. Ambos han estado muy bien acompañados por Robin Le Normand, indiscutible para Luis de la Fuente.

A ello hay que añadir el desempeño de los dos laterales, tanto de Carvajal como, especialmente, de Cucurella. El jugador del Chelsea fue una de las apuestas del seleccionador y el tiempo le ha dado la razón. Contra Italia, custodió de manera excelente la banda izquierda: hasta 10 duelos ganó en el partido. 

Todos ellos son los principales culpables de que España haya mejorado de manera clara sus actuaciones en defensa. Aunque no sería justo dejar a un lado al resto de una plantilla que ha asumido la idea del técnico a la perfección. La Roja ha presentado su candidatura a alzarse con la copa tras los dos primeros encuentros. Y gran parte se debe a su mejora en la que era una de sus asignaturas pendientes hasta la fecha.