Las intenciones de Pedro Sánchez tras anunciar su continuidad en la Moncloa han abierto un pozo de desconfianzas sobre cuáles serán los siguientes pasos a dar por el presidente del Gobierno.
Además de dar por hecho que su pretensión es terminar la actual legislatura, el líder el Ejecutivo también dejó caer que se volvería a presentar como candidato en las próximas elecciones generales. Pero el escenario no acaba ahí, ya que uno de los propósitos de Sánchez es poner el foco en la financiación de los digitales tras deslizar también que no se cumple la ley de publicidad institucional. Muchos grupos de comunicación ya ven una amenaza velada (o muy sólida) detrás de esta pretensión.
Sánchez aseguró, asimismo, que ha sido víctima de lawfare durante los años que estuvo en la oposición. Una afirmación que hizo reaccionar a los jueces, recordándole que existen leyes y Juzgados para denunciar lo que se considere ilícito.
El Ejecutivo está dispuesto a abrir un frente judicial después de dejar entrever también su disposición a modificar el actual reglamento y renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sin contar con el PP, amparándose en su mayoría en el Congreso. La Constitución y Europa marcan que este proceso debe hacerse de manera consensuada.
El desafío del presidente de España no ha pasado desapercibido para la oposición, que cargó duramente contra él durante toda la semana pasada. El PP aseguró que la «simulación de dimisión» de Sánchez demuestra que «no tiene límites» y le acusó de buscar «controlar» a los medios de comunicación, a la oposición y a la Justicia a través del CGPJ, señalando que se ha «bolivarizado» y que quiere que la oposición «se calle como si fuese Venezuela».
«Pedro Sánchez se ahoga en su propio fango. Hemos visto al Gobierno en sede parlamentaria difamar a personas que no estaban en la Cámara y que no se podían defender. La oposición tiene una labor, que es controlar al Gobierno y exigirle explicaciones», recalcó su portavoz, Miguel Tellado.
El dirigente del PP aseguró que han asistido «durante cinco días a una farsa y a un espectáculo bochornoso» que, a su juicio, pone al presidente del Gobierno en una tesitura «francamente lamentable».
Autocrisis fingida
Tras afirmar que Sánchez intentó «tomar el pelo a todo un país», Tellado sostuvo que «después de todo este numerito y esta farsa» sigue «sigue sin dar explicaciones de casos de presunta corrupción que cercan a su Gobierno, a su partido y a su entorno más personal».
El político del PP recriminó al inquilino de la Moncloa que diga que «sale más fuerte que nunca de esta autocrisis fingida» y añadió que su partido no va a «cejar en su empeño de controlar a un Gobierno que pretende huir sin dar explicaciones».