«La recompensa inmediata de las pantallas genera adicción»

Ó. Fraile
-

La psicóloga Adelina Bernardo. - Foto: Jonathan Tajes

Adelina Bernardo, psicóloga del Centro específico para el Tratamiento y la Rehabilitación de Adicciones Sociales (Cetras), asegura que la inmediatez que ofrecen las pantallas engancha. Y mucho. Además, si esta característica se mezcla con determinados factores de personalidad, el cóctel puede ser explosivo. Por ejemplo, cuando estas herramientas caen en manos de personas impulsivas, con miedos o con dificultades para afrontar las relaciones sociales. «Si encuentran una vía para relacionarse con la gente a través de la pantalla de forma inmediata, controlada y que les aporta visibilidad, lo que refuerza su autoestima, fíjate la cantidad de cosas que hay ahí», reflexiona. Unos estímulos que pueden hacer que se pase del uso al abuso y, de ahí, a la adicción. ¿Cuándo se puede considerar que se ha llegado a ese punto? «Cuando hay una pérdida de control», dice Bernardo. Es decir, cuando esa utilización es tan intensiva que eclipsa otros aspectos importantes de la vida, como nuestras obligaciones o las relaciones humanas. «Otro indicador es la dependencia psicológica, que hace que yo esté cada vez más pendiente, por ejemplo, de jugar a un videojuego, ver una serie, etcétera», explica. Un tercer síntoma es dedicar cada vez más tiempo a estos dispositivos, hasta el punto de aislarse del resto del mundo. Otro motivo para que se enciendan las alarmas es empezar a mentir, ya sea sobre el tiempo de uso o con excusas que permitan seguir pegado a la pantalla.

La psicóloga señala que las personas que caen en una adicción a estos dispositivos suelen pasar del placer que tienen en una primera fase al usarlos a la dependencia en una fase posterior, donde el único objetivo es que no aparezca la ansiedad de estar lejos del móvil, ordenador o tableta.

ARCHIVADO EN: Adicciones, Tableta