Switch Mobility: de la expansión a cerrar plantas en Europa

D.V.
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La empresa justifica la medida en la incertidumbre económica y la transición "más lenta de lo esperado" hacia el vehículo eléctrico. Switch Mobility tenía en proyecto la instalación de una fábrica de autobuses eléctricos en Valladolid para 2026

Acto de colocación de la primera piedra de la fábrica de autobuses elécricos Switch Movility - Foto: Jonathan Tajes

La Junta Directiva de Switch Mobility aprobó hoy el inicio del proceso de consulta con los empleados que podría conducir al cese de sus actividades de fabricación y ensamblaje en las instalaciones de Sherburn ante "la continua incertidumbre económica general que enfrentan tanto el Reino Unido como Europa y una transición más lenta de lo esperado a los vehículos eléctricos en el transporte público", según se informó la Agencia Ical en fuentes de la compañía.

No obstante, Switch Mobility garantiza que ejecutará y completará todos los pedidos pendientes y continuará ofreciendo el soporte posventa para el parque de vehículos existente. El plan es abastecer los mercados del Reino Unido y Europa cuando haya demanda desde las plantas de fabricación alternativas de Ashok Leyland en India y Emiratos Árabes Unidos. Al mismo tiempo, Switch Mobility Automotive Ltd, India (Switch India) planea intensificar su apuesta por el mercado de vehículos eléctricos de India, un mercado en rápido crecimiento que se prevé que multiplique su crecimiento en los próximos años.

Shenu Agarwal, director general y ejecutivo de Ashok Leyland, empresa matriz de Switch Mobility afirmó que aunque la empresa ha mantenido su compromiso con el mercado británico durante los últimos 15 años, "la adopción de vehículos de pasajeros de cero emisiones ha sido escasa", por lo que indicó que este es el "momento adecuado para reducir las pérdidas en el mercado británico".

Proyecto en Valladolid

Switch Mobility tenía en proyecto la instalación de una fábrica de autobuses eléctricos en Valladolid. El pasado 15 de diciembre de 2021, la multinacional Hinduja Gorup, confirmó su instalación en la capital del Pisuerga a través de su entonces CEO, Andy Palmer. El proyecto preveía una inversión de cien millones de euros y la creación de 2.000 empleos directos y otros 5.000 indirectos a largo plazo para la fabricación de autobuses y furgonetas eléctricas. Las previsiones hablaban entonces de 50.000 vehículos anuales.

Pocas semanas después, en enero de 2022, la compañía informó de que se ubicaría en los terrenos de la cooperativa Acor en la carretera de Santander de la capital que había adquirido y daba plazos ambiciosos: al finalizar ese año ya estaría en la calle el primer vehículo. La maquinaria administrativa del Ayuntamiento y la Junta se puso en marcha para despejar el camino burocrático en el menor tiempo posible y en marzo se puso la primera piedra de la futura factoría. Se quedó en eso. Desde ese momento, la empresa ha ido demorando la construcción de la planta hasta que en julio del año pasado se informó del aplazamiento definitivo hasta 2026 utilizando argumentos similares a los que ahora justifican el cierre en Reino Unido: la incertidumbre del mercado de los vehículos eléctricos y la falta de demanda. Se dijo entonces que el cumplimiento del nuevo plazo dependería de la evolución del mercado, pero el cierre británico no apunta hacia una recuperación de las ventas de autobuses eléctricos.