Los bomberos forestales estrenan tablets para gestionar fuegos

David Alonso
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Medio Ambiente adquiere mediante fondos europeos 422 dispositivos que entregarán a los agentes ambientales para contar con información cartográfica actualizada sobre la evolución de los incendios

Miembros del operativo antiincendios de Castilla y León durante la extinción de un incendio en Burgos el pasado verano. - Foto: Alberto Rodrigo

El operativo antiincendios de Castilla y León contará por primera vez con tablets para poder hacer un seguimiento de la evolución de los incendios en tiempo real, consultar mapas cartográficos o de las condiciones ambientales sobre el terreno. Concretamente serán 422 los dispositivos que la Consejería de Medio Ambiente va a adquirir en los próximos meses por unos 600.000 euros de fondos europeos con el objetivo de modernizar y mejorar la coordinación de los equipos en la lucha contra el fuego en Castilla y León. Fuentes del departamento que comanda Juan Carlos Suárez-Quiñones reconocen a este periódico que se trata de un avance «muy positivo» para los agentes medioambientales que trabajan en la Comunidad. «Les va a permitir tener acceso a mapas, cartografía, evolución, todo ello en directo y desde primera línea, es un avance muy importante». Los planes de Medio Ambiente pasan porque los técnicos e incluso los responsables de las autobombas sean los que puedan hacer uso de estas tablets, que estarán en manos del personal antes del 30 de noviembre.

«Es un objetivo de futuro inexcusable, apostar por la implementación de aquellas mejoras que a día de hoy ya existen en el mercado», valoran en Medio Ambiente, que apuestan, en este sentido, por ir incorporando progresivamente al operativo antiincendios de Castilla y León aquellas «que se vayan produciendo tanto en materia de prevención, detección, organización, coordinación de equipos, así como aquellas relacionadas con los medios de extinción, comunicaciones, o relacionadas con mejoras en las dotaciones del personal de la administración, como en este caso son, los agentes medioambientales».  

A la espera de conocer el uso definitivo que hará de estos dispositivos, desde la Consejería insisten en que permitirán «modernizar» y elevar la «eficiencia» del operativo al trabajar de forma «interconectada digitalmente». «Que puedan trabajar en línea, enviando y recibiendo datos en tiempo real con la central de coordinación, repercute en una mejora sustancial en su rendimiento laboral, además de poder utilizar en su trabajo diario los recursos tecnológicos que ésta administración pública ya tiene desarrollados». Recursos como las previsiones de la evolución meteorológica, vital para conocer el comportamiento que tendrá el fuego durante las siguientes horas, elementos cartográficos o estadísticas diarias.

Más de 1.400 euros

«Es importante que el personal que trabaja en dicho operativo cuente con unos medios informáticos punteros, modernos y eficientes, como son los equipos electrónicos tablets», explican desde la Consejería en el pliego de licitación de este contrato, que estipula en 1.300 euros (IVA incluido) el coste que debe tener cada dispositivo. Un precio que ubica las tablets elegidas en la gama más alta del mercado de Android –una de las exigencias para el licitador–, toda vez que el precio medio de este tipo de aparatos con el sistema operativo abierto ronda los 200-300 euros. Otra de las exigencias del pliego es que tenga 11 pulgadas, una definición de 2K, y un mínimo de 128 gigabytes de memoria interna.

Igualmente deberán contar con accesorios como son el cargador, la funda protectora con agarre para la mano y el protector de pantalla antirreflejos. La suma total fija en más de 1.400 euros el coste unitario de cada tablet con su funda y protector. «Es de vital importancia, la modernización de los medios materiales que utilizan los agentes medioambientales en su trabajo diario, incluido dentro de este trabajo la extinción de incendios forestales», resumen desde Medio Ambiente.

Esta mejora del operativo antiincendios se suma a otras ya aprobadas durante este ejercicio como la ampliación de personal, el uso de kits alimentarios de emergencia para las primeras horas, que llegan después de la devastadora campaña del pasado año, cuando ardieron casi 100.000 hectáreas y cuatro personas fallecieron por las llamas.