Se abre la puerta al espacio, a un mundo de sueños, de imaginación. A un lugar en el que atenuar un sufrimiento y sentirse mejor a pesar del contexto que le rodea: la recreación de una nave espacial que permita alumbrar la esperanza, la de aquellos niños que un día hospitalizaron con una enfermedad, quizás oncológica, y que hoy atraviesan, siendo tan niños, por las duras entrañas de una dolencia que la vida les tenía preparadas ya tan pronto, tan temprano, cuando esa misma vida no les ha dado tiempo ni a pensar qué puede estar sucediendo en sus pequeños y delicados cuerpos.
Este miércoles es un "día muy especial" en la octava planta del Hospital Clínico, la de Pediatría. El presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) de Valladolid, Artemio Domínguez, reflexiona y piensa que está "en el buen camino" y este miércoles "se refuerza la misión" de la organización: "Ayudar a las personas con cáncer y sus familiares", comenta, un concepto que "cuando se refiere a niños y niñas, amplía aún más el corazón".
También alabó que "siempre se encontrará" con la Junta en iniciativas de humanización de centros hospitalarios y ensalzó también las Cátedras AECC para que haya una "convergencia entre la universidad y el sector sanitario". "En fin, esperemos que entre todos avancemos en nuestro propósito, que es ayudar a las personas con cánceres familiares", deseó.
Junto a Domínguez, visitaron esta sala el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, y el gerente del centro, José Antonio Arranz, tal y como informó la Agencia Ical. Todos ellos recordaron que fue una idea de la Comisión de Humanización del Hospital en el entorno de 2017, pero la pandemia lo truncó.
Vázquez describió la habitación, preparada para un paciente y un familiar, un espacio decorado gracias a la colaboración y a la financiación de la AECC. "El motivo no es otro que el de intentar que tengan una estancia más humana dentro del hospital, que siempre es un entorno hostil", sostuvo el consejero, quien aludió a la concordancia con el Plan de Humanización de la Junta.
Igualmente, recordó que el cáncer infantil es una enfermedad prevalente, "pero con una importante afectación psicológica, tanto a los niños que lo padecen como a las familias", y por lo tanto iniciativas de este tipo pueden "atenuar un poco este sufrimiento y que hagan más confortable las estancias".
Vázquez señaló que su departamento ha mejorado la cartera de servicios del Clínico en materia de cáncer infantil, con una unidad de referencia para toda la Comunidad de Neurocirugía Pediátrica y otra de Radioterapia Infantil, así como otra en Salamanca para trasplante de componentes hemáticos. "El problema es que el cáncer infantil no es igual al del adulto, no solo por las repercusiones psicológicas, sino porque realmente el proceso es diferente y tiene peculiaridades que hacen que se deban de atender los niños con enfermedad oncológica en unidades especializadas que tenemos en nuestra Comunidad, en los 14 hospitales", dijo.
Registro de datos
En este sentido, el consejero indicó que Castilla y León cuenta con un registro de enfermedad oncológica infantil, reconocido dentro de la Red Europea de Registros de Cáncer y que desde el año 2010 proporciona datos que "permitir tomar decisiones", una herramienta de la que no disponen todas las autonomías. Precisamente, extraídos de esa base de datos, Vázquez expuso que en el último año se diagnosticaron 53 pacientes de cáncer menores de 15 años en Castilla y León, con una media de edad de siete años, más frecuente en varones que en mujeres.
También se conoce que casi ocho de cada diez tumores que se detectan son malignos y "suponen una gran carga sanitaria, puesto que se pierden muchos años de vida y generan también bastante dependencia". Además, se calcula que entre el 15 y 17 por ciento son mortales el primer año y es la segunda causa de "mortalidad más frecuente en menores de 15 años". Los más frecuentes en la población infantil, continuó, son los tumores del sistema nervioso central y médula espinal, seguidos de las leucemias y de los linfomas.
Por lo tanto, destacó, la estrategia de la Comunidad se basa en "mejorar la asistencia sanitaria a la oncología pediátrica, a pesar del escaso número de casos, y fomentar y trabajar el trabajo colaborativo en red, tanto asistencial como para acceso a la rehabilitación en aquellos casos que así lo requieren".
Un área novedosa
Respecto a la habitación espacial para pacientes oncológicos, decorada como un cohete espacial, cuenta con mobiliario, techos y paredes decoradas simulando estar en el espacio, dentro de una nave espacial. Este proyecto ha sido redactado y desarrollado por M/G Proyectos, Marta Fernández y Gamaliel López, Antonio Álvaro Tordesillas y DGI Proyectos. Los paneles que revisten las paredes, que son la parte más llamativa, han sido donadas por Porcelanosa Grupo y son de KrionR K-LIFE, una material que mejora la calidad del aire al tener muy bajos nieles de compuestos orgánicos volátiles (COV) y contribuye a un entorno libre de bacterias y microorganismos gracias a su casi nula porosidad, lo que convierte a este espacio en un excelente elemento para revestimientos en zonas sanitarias asépticas, como es el caso de esta habitación.
Se ha llevado a cabo gracias a la solidaridad de ARVID Artesanía del Vidrio, Porcelanosa, Pincelor Rotulación, TROX España, Panasonic Heating&Cooling, Herdelca Instalaciones, Soluciones Obra y Decoración y CEYCA Inox.
Un cine en el hospital
Dentro de las diferentes estrategias seguidas por el Hospital para la humanización de los entornos sanitarios, a través de espacios que promuevan la creatividad, el juego y la calidad de vida de nuestros niños hospitalizados, se creó también un cine, una sala para que los niños ingresados puedan ver películas todas las semanas, mientras reciben sus tratamientos.
La sala, que tiene una capacidad para 42 personas, se ha puesto en marcha con la Fundación Jugarterapia, que ayuda a los niños enfermos de cáncer a través del juego. Cuenta con acceso adaptado para sillas de ruedas y porta sueros de forma que todos los niños que estén ingresados, y sus médicos así lo indiquen, podrán salir de sus habitaciones y disfrutar de una tarde de cine y diversión, sin dejar de recibir sus tratamientos y dentro de un espacio totalmente seguro y controlado por el personal sanitario.
Además de estas funciones, es un espacio polivalente, donde se realizan múltiples actividades lúdicas, con las asociaciones de voluntariado, que trabajan con nosotros, y nos ayudan en nuestra búsqueda e implementación de todas las acciones posibles para mejorar la estancia obligada de nuestros pacientes y hacer del hospital un lugar más amable y cercano.
Cuando los pequeños visitan el cine encuentran un sitio que nada tiene que ver con su día a día en el hospital. Está todo decorado como un mini mundo imaginario con animales tocando instrumentos y edificios de colores que simulan una ciudad de tamaño reducido para jugar y soñar. A los dos lados del espacio de butacas, que está escalonado, hay estructuras de madera que son los troncos de unos árboles con ramas cuyas copas llegan al techo y están iluminadas. Ha sido diseñado por el estudio Cousi Interiorismo y la intervención ha sido posible gracias a la colaboración de la familia Campos Fernández-Valdés y financiada por las empresas Microsoft, Entradium, Bankia, Pintaderas, Ecovidrio y el Club Internacional de la Amistad.
Además del cine, y dentro de la política de humanización de los espacios físicos, se han realizado diferentes intervenciones como la decoración mural de los pasillos, sala de juegos, escuela, urgencias pediátricas. Se han colocado vinilos en las zonas de pruebas de imagen, reproduciendo paisajes y campos abiertos, para que la sensación sea de estar en un espacio al aire libre y disminuya la ansiedad que puedan provocar esas pruebas.