El dron Matrice 350 RTK. Esta es la herramienta tecnológica que usa la Diputación de Valladolid para digitalizar su patrimonio, especialmente su red viaria provincial. La institución puso en marcha el pasado mes de noviembre un nuevo proyecto tecnológico para catalogar de forma específica sus carreteras y edificios.
Desde entonces, ya se ha trabajado sobre varias zonas de la red viaria y se ha digitalizado el castillo de Fuensaldaña y el Palacio de Pimentel, en la plaza de San Pablo. Y este mismo jueves se ha hecho lo mismo en la localidad de Urueña, donde se ha volado sobre la muralla, la iglesia y algunas casas del municipio. La información que proporcionan estos vuelos es completísima y muy valiosa para los responsables de la institución. «Sería imposible conseguirla de otra forma», reconoce el responsable del departamento de Carreteras, Ángel María García.
Los vuelos no tienen una duración determinada, pero el dron está capacitado para obtener 1.500 fotografías de un kilómetro de carretera en cinco minutos, algo completamente impensable de realizar en un trabajo de topografía clásica. «Las posibilidades que tenemos son casi infinitas y además de conocer el estado de las carreteras también estamos digitalizando edificios», reconoce García.
Dron de la Diputación de Valladolid para documentar y recoger datos sobre carreteras y diferentes recursos turísticos o monumentos pertenecientes a la Diputación provincial de Valladolid. Vuelo sobre Urueña - Foto: Jonathan TajesEl proyecto está suponiendo un desembolso importante para la institución, ya que este modelo de dron tuvo un coste de 23.000 euros, que se añaden a los 5.000 destinados a la compra de material informático, pero los resultados hasta el momento están siendo «muy buenos». Y eso, teniendo en cuenta que los responsables de la institución no han podido avanzar durante los últimos meses todo lo que hubieran deseado debido a los continuos días de lluvias, nieblas y mal tiempo, que han impedido hacer volar el aparato. «Pides permisos para dentro de unos días y te encuentras con mal tiempo y no puede ser y lo tienes que dejar», matiza el responsable de la institución provincial.
Se han analizado las carreteras VP-4401, entre Cigales y la Autovía de Castilla, la VP-5501, entre Villanubla y Castromonte, la VP-6604, entre Tiedra y Mota del Marques, donde se han mejorado las curvas, y otra vía en Nueva Villa de las Torres. El análisis de estas carreteras deja todo tipo de datos sobre su estado de conservación, la señalización y posibles carencias. «Nos da una información precisa sobre todo lo que ocurre en cada carretera». De esta forma, las intervenciones de acondicionamiento y arreglo de estas vías son mucho más precisas. «Podemos ver todos los detalles a pesar de que el dron vuela a unos 90 metros de altura».
Con esta herramienta, se puede comprobar si cada vía tiene alguna fisura, si existe piel de cocodrilo o si se ha inclinado mínimamente una señal de tráfico vertical. «Es como si tuviéramos una foto en tres dimensiones, a la escala que deseemos».
Dron de la Diputación de Valladolid para documentar y recoger datos sobre carreteras y diferentes recursos turísticos o monumentos pertenecientes a la Diputación provincial de Valladolid. Vuelo sobre Urueña - Foto: Jonathan TajesEn edificios, se ha trabajado en el castillo de Fuensaldaña y el Palacio de Pimentel. «Este último fue complicado», relata la ingeniera de la institución, Raquel Montero. «Está muy encajonado entre las calles y rodeado de edificios». Una vez que se realiza el vuelo, el dron recoge por fotogramatría un modelo en tres dimensiones del edificio. El aparato hace el vuelo que se programa y obtiene instantáneas de forma continuada. «Sin ir más lejos, en el castillo de Fuensaldaña se recogieron más de mil imágenes».
Posteriormente, ya en el ordenador se genera un modelo digital. «A través de las imágenes, se crea una reproducción perfecta del edificio». La precisión es exquisita. «Del Palacio de Pimentel conocemos hasta la última teja rota que pueda tener el edificio», recalca García. Además, se crean una serie de coordenadas internacionales de cada una de las zonas, lo que permite la visualización de los edificios. «En Pimentel había alguna gotera, que no se sabía de dónde venía y se han detectado a través de este sistema», matiza.
puentes. Este proyecto ha permitido una agilización notable de los procesos de diagnóstico hasta tal punto que ahora, en un solo rato, se puede solventar el trabajo topográfico que antes llevaba meses. «Con la misma cantidad de datos que nos ofrece el dron sería imposible hacerlo». Sin ir más lejos, también ofrece la posibilidad de conocer el estado de conservación de todos los puentes por la parte de abajo. «Ahí no se puede hacer topografía clásica y con el dron tenemos hasta el último detalle. Hay trabajos que solo los puede hacer el dron».
Así, en el castillo de Fuensaldaña se pudo detectar una pequeña gotera en una cubierta metálica, justo en la unión de la piedra con el metal. «No sabíamos de dónde podía venir el agua y así ya lo hemos podido averiguar». La duración de los vuelos es indeterminada y el tratamiento de la gran cantidad de información ha hecho necesaria la adquisición de material informático para tratar la gran cantidad de información. De esta forma, la Diputación tiene ahora la posibilidad de ir formalizando un archivo digital de todo su extenso patrimonio.
Este mismo jueves se ha realizado un vuelo sobre la localidad de Urueña. El objetivo es conoce el estado de conservación tanto de la muralla como de la iglesia parroquial. Y además se examinaron varias viviendas privadas, así como los centros de la Villa del Libro dependientes de la institución. El vuelo comenzó sobre las 10.30 horas, ya que por la mañana la inclinación de la luz del sol hace que las imágenes no sean tan nítidas. El vuelo es corto. La programación del dron se realiza de forma minuciosa y el trabajo ha servido para conocer el estado actual de la muralla y los edificios de cara a posibles actuaciones. «Podemos ver la evolución en el tiempo de los inmuebles».
Sobre el futuro, los responsables de la Diputación indican que la intención de futuro es poder digitalizar los más de 1.432 kilómetros de la red viaria como objetivo primordial para conseguir una mayor eficacia en el gasto de su conservación. A la par, también pretenden ir haciendo proyectos de mejora en edificios de la institución. «Cuando afrontamos un proyecto lo tenemos todo perfectamente detallado y una vez que terminen los trabajos podemos volver a volar y actualizarlo», concluyen.