Bajo el principio de que los niños con quienes mejor están es con sus familias, los programas de Protección de la Infancia puestos en marcha desde la Junta de Castilla y León están sirviendo para evitar que se disparen los casos graves de desprotección y la consecuente intervención administrativa que supone la retirada temporal de la tutela y la separación de sus padres. Este modelo de atención integral ha permitido a lo largo del pasado año atender a 19.000 menores y a sus 12.000 familias para prevenir situaciones de riesgo de desamparo y proteger a los pequeños en casos de desprotección. Eso supone que las labores de prevención y de protección a la infancia han llegado al 5 % del total de menores de 18 años que vive en Castilla y León (378.172).
La intervención con niños y familias ha evitado que se incremente significativamente en 2013 el número de menores que tienen que ser protegidos por la Administración Autonómica y por tanto separados de sus padres (1.868). Al sistema de protección de la Junta llegan los casos de desprotección más severos, ya que los más leves se asumen desde la red de recursos de prevención. Así, ha crecido en un 5 % los casos en los que la Junta de Castilla y León se ha visto obligada a asumir la tutela -hasta alcanzar los 1.381 menores-, representando ya el 74 % del total de menores protegidos por la Administración Autonómica.
En Castilla y León aproximadamente 11.500 menores han participado en programas de prevención y 7.229 han sido protegidos por el sistema -casi el 2 % de la población menor de 18 años de Castilla y León-, a los que sumar los prácticamente 22.000 que han formado parte en programas de difusión y promoción de los derechos de los niños.
La Red de Protección a las familias, los programas de prevención y la labor de los 51 equipos especializados de Intervención Familiar, que han trabajado con 5.361 niños para que no tuvieran que abandonar sus hogares, están sirviendo precisamente para contener que las situaciones de riesgo de las familias desfavorecidas con hijos se tornen más graves. Y es que ayudar a las familias a través, por ejemplo, del servicio de desahucios, con la concesión de la Renta Garantizada o con ayudas de emergencia, contribuyen a aliviar la situación de las familias y, por consiguiente, a reducir las posibles situaciones de riesgo de sus hijos.
La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Milagros Marcos, expuso estos datos tras el encuentro que mantuvo con distintas entidades sociales de Palencia, entre ellas Aprome, que gestiona con financiación de la Junta los 16 puntos de encuentro familiar que existen en la Comunidad.
Mejor que la media. Los trabajos de prevención y las medidas puestas en marcha por la Consejería de Familia para paliar la situación de las familias han permitido que Castilla y León tenga una tasa de riesgo de pobreza 7,7 puntos por debajo de la media nacional y 2,9 puntos mejor que la media de Europa, lo que confirma una tendencia decreciente. De 2010, año en el que se aprobó la Renta Garantizada de Ciudadanía hasta 2012, esa tasa de pobreza ha caído 2,5 puntos, según Eurostat.
Y, además, todo ello está contribuyendo, como señala el último informe ‘La Infancia en Castilla y León 2014’, a que la Comunidad con un 24,9 %, se sitúe casi nueve puntos por debajo de la media de España en porcentaje de niños en situación de riesgo de pobreza (33,8 %), siendo la sexta mejor situada. O que el índice de privación material severa entre los menores de la Comunidad haya bajado durante la crisis. Según este informe, solo el 1,1 % de los niños de Castilla y León se encuentra en esa situación, una cifra lo que la coloca como la Comunidad mejor posicionada de España -6,5 puntos menos que la media nacional-, y en niveles inferiores a los registrados en 2005 (1,3 %).