Valladolid ha registrado una pérdida neta de 205 autónomos en el último año, tras haber pasado de 34.715 en septiembre de 2023 a 34.510 el mes pasado; pero, si se observa la evolución por secciones de actividad, resulta que en muchas van en aumento y las que suelen ser más habituales en el medio rural son las que más sufren. En agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, por ejemplo, el pasado septiembre se contabilizaban 4.622, 68 menos (-1,45%) que en el mismo mes de 2023 (4.700); 56 menos en la industria manufacturera (de 2.038 a 1.982, -2,75%), y hasta 213 menos en el comercio (de 7.828 a 7.615, -2,72%).
La presidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) de Castilla y León, Leticia Mingueza, presentaba este miércoles un informe sobre el perfil del autónomo rural y su importancia para la Comunidad. "Tenemos unos 184.000 autónomos y representamos el 19% de los cotizantes de la Seguridad Social. Las provincias de León y Valladolid son las que más tienen (34.770 y 34.443, respectivamente) y en el otro extremo está Soria (7.674)", resumió.
Respecto a distribución por sexos, "un tercio son mujeres". "Somos menos pero estamos sosteniendo el crecimiento de los trabajadores autónomos", subrayó Mingueza. Asimismo, el comercio y la agricultura concentran el 40% de los autónomos, y a continuación se sitúan construcción y hostelería.
La presidenta de ATA Castilla y León hizo especial hincapié en los pequeños municipios, dado que sólo 12 de los 2.248 que hay en la Comunidad tienen más de 30.000 habitantes. Burgos, León Salamanca y Valladolid son los únicos con más de 100.000, "por eso la importancia de los pequeños municipios", incidió. Los 12 grandes concentran concretamente el 38% y el 62% restante se localiza en los demás.
"El autónomo rural es fundamental, esencial por los servicios que ofrecemos y fundamental para luchar contra la despoblación y el envejecimiento", valoró. Pero estos considera que precisan más apoyo para la formación tecnológica, mejores infraestructuras, bonificaciones fiscales, acercar más la Administración a sus municipios, ayudas directas para quienes se establecen en los más pequeños, facilitar crédito, fomentar el turismo rural, establecer también redes de colaboración con ellos y, en definitiva, brindarles más apoyo en estas zonas, para que cuenten con servicios esenciales que faciliten su establecimiento.
Junto a Mingueza compareció ante la prensa el CEO de Matarromera, Carlos Moro, para recordar que la cuarta edición de los Premios Emprendes, impulsados por la Fundación Carlos Moro precisamente para poner en valor el emprendimiento en el medio rural, está en los últimos días de plazo para la presentación de candidatos. Pero también aprovechó para denunciar que "sigue habiendo carencia de medios para emprender en el medio rural". "Estamos cansados de escuchar que tenemos internet para más del 90%, pero el resto del porcentaje no tiene internet ni a la velocidad ni al precio del resto delos mortales, por tanto sigue habiendo una carencia de medios importante", puso como ejemplo. Exigió por ello que en los pueblos se establezcan las mismas condiciones que en otras zonas para poder impulsar negocios, con infraestructuras y servicios, como internet de alta velocidad, como única vía para generar riqueza y frenar la despoblación.
Para terminar, Mingueza reseñó que Castilla y León lleva "diez años perdiendo autónomos, una sangría", al acumular unos 16.000 menos en ese periodo. En Valladolid, concretamente, se han perdido casi 3.000 (2.907, al pasar de 37.417 en septiembre de 2014 a los antes citados 34.510 el mes pasado). "Vamos a una cifra aproximada de pérdida de entre 2.000 y 2.500 autónomos por año (a nivel regional) y nos preocupa". Y especialmente, según advirtió, porque el perfil mayoritario del autónomo es el que tiene una edad de "entre 45 y 55 años", de modo que "un grueso importante tiene la jubilación a 10 y 20 años vista, y si no tenemos relevo generacional, tendremos un problema importante".