El vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, advirtió hoy en Burgos de que desde el Gobierno de Castilla y León "no se celebra que se nombren ministros de Valladolid del PSOE" para formar parte del nuevo Gobierno central porque además, auguró, "van a incumplir todas sus propuestas, como todos sabemos".
En declaraciones a los medios antes de inaugurar en el Museo de la Evolución Humana (MEH) la exposición 'Pegatinas del Odio', a partir de la colección de Fernando Iñigo Aristu, organizada por la Fundación Víctimas del Terrorismo y el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, consideró que la constitución de este Gobierno es "mala noticia".
"El anterior era el Gobierno de la mentira y de la ilegitimidad", afirmó, al tiempo que agregó que "este es un Gobierno directamente ilegal" porque, denunció, "para constituirse ha tenido que registrar una ley de amnistía que es claramente inconstitucional, como se ve a la luz de toda la jurisprudencia del Tribunal Constitucional y del propio debate que hubo del texto constitucional durante la transición".
Los vallisoletanos Óscar Puente y Ana Redondo, junto a la leonesa Margarita Robles, se convirtieron hoy en nuevos ministros con la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del Real Decreto firmado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y sancionado por su majestad el rey Felipe VI. Este martes prometieron el cargo y recibieron las carteras de sus departamentos. Algo que, a juicio de García-Gallardo, se trata de "ministros de Valladolid" más que "ministros de la Comunidad".
Sobre el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, el vicepresidente de la Junta indicó que es "un ministro de Transportes especialmente sectario en todo lo que tiene que ver con Castilla y León como comunidad política". "Él siempre ha dicho que no cree en Castilla y León, que cree individualmente en cada una de sus provincias y ha tenido un desprecio enorme hacia todas las demás, no sólo a la de Burgos, también a la de León, enfrentándose incluso al alcalde de León, que es de su propio partido", argumentó.
En cuanto a la ministra de Igualdad, Ana Redondo, García-Gallardo expresó sus dudas acerca de "si va a contribuir a pacificar un poco, sobre todo, al mundo del feminismo en nuestro país". "Yo estoy muy en contra de todo eso que han querido calificar falsamente como feminismo", dijo, al tiempo que añadió que "realmente lo que asistimos es una ingeniería social de género, de extrema izquierda, que lo que quiere es debilitar instituciones básicas de la sociedad, como la familia". "No creo en absoluto que el nombramiento de esta nueva ministra de Igualdad vaya a cambiar nada en esta agenda, que lo que quiere es debilitar las bases de nuestra sociedad", concluyó.