De Matilla al Campeonato de España de vuelo acrobático

M.B.
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Mario Mondaray, instructor del aeródromo vallisoletano, participa estos días en casa en una cita considera la perfección en el vuelo

Mario Mondaray posa con su avión en el aeródromo vallisoletano de Aeródromo Beatriz Cantos Matilla. - Foto: Jonathan Tajes

Rizos, toneles, barrenas, caídas, immelman, virages... son maniobras o figuras que desde este jueves se pueden disfrutar y ver in situ en Valladolid. Más concretamente en el aeródromo Beatriz Cantos Matilla, ubicado en Matilla de los Caños. Allí, más de una veintena de pilotos se citan en el Campeonato de España de Vuelo Acrobático (CEVA) hasta este sábado (o domingo, en función de las condiciones climatológicas). Entre ellos uno de la casa, Mario Mondaray, conquense de nacimiento e instructor en el aeródromo vallisoletano desde hace una década.

«El vuelo acrobático es la perfección del vuelo», aseguraba Mario un par de días antes de subirse a su avión para competir en la categoría Elemental, dentro de la modalidad de Clásico. Es su tercer Campeonato y aspira a mejorar la segunda plaza de 2022 y la tercera de 2023, aunque sabe que será complicado. Por rivales como Irene Hiljkema, amiga fuera de la competición; y por su propia pericia a los mandos de la avioneta de su instructor, Camilo Benito, bromea el propio Mario.

Lleva 38 años volando desde que un día, siendo técnico agrícola, se subió a un helicóptero de fumigación: «Me di cuenta de que me había equivocado de profesión y que quería volar». Fue el inicio: «Me saqué la licencia de ultraligeros y hasta hoy».

Tras pasar por Murcia, siendo jefe de vuelos durante 20 años en Totana, llegó a Matilla. Aquí es instructor de aviación ligera, es decir de aviones convencionales cuyo peso no excede de los 600 kilogramos al despegue. Y desde la pandemia piloto en competiciones de vuelo acrobático: «Para llevar estos aviones hay que tener el curso de Piloto Privado de Avión (PPL), que me lo saqué en el confinamiento; y luego el AR, de recuperación de maniobras anormales. Luego me animaron mis compañeros a competir».

Lo hace en la primera categoría, Elemental, donde tiene que hacer siete figuras, dos de ellas de calentamiento, en dos mangas. «Es un programa conocido y que entrenamos», asegura. Aunque, como reconoce también, esos entrenamientos son caros por lo que son contados a lo largo del año –«y también hay que saber que el entrenamiento en el suelo, el aprenderse las figuras, es un 50% de la competición»–.

Mario se subirá (en su categoría siempre van con piloto de seguridad) con su instructor, Camilo Benito, estos días en busca del podio de un Campeonato considerado como la perfección del vuelo.

Valladolid, sede única de la cita

El Campeonato de España de Vuelo Acrobático (CEVA), organizado por el Club Acrobático Central y la Real Federación Aeronáutica Española (RFAE), se celebra estos días exclusivamente en el aeródromo Beatriz Cantos Matilla, en Matilla de los Caños, debido a razones logísticas y de asistencia, se señala desde la organización. Es la primera vez en los cuatro años que Valladolid ha sido sede, que lo hace de forma única –otros años la segunda manga se disputaba en Ciudad Real–. Este evento reúne a los mejores pilotos acrobáticos de España, junto con destacados competidores internacionales provenientes de Eslovenia, Grecia y Bélgica, quienes participarán en el Open. Además, se llevará a cabo la validación del Equipo Nacional de Vuelo Acrobático.