La apuesta por las energías alternativas se redobla en Valladolid con la proliferación de proyectos de plantas de hidrógeno verde (H2), biometano y cogeneración. El apoyo de los fondos 'verdes' europeos incentiva las alternativas a las plantas solares y eólicas, que ya han colonizado la provincia , y se tramitan casi una decena de iniciativas que supondrán una inversión superior a los 120 millones de euros. Una inyección de dinero que no siempre tiene apoyo social, como ha sucedido recientemente en Matilla de los Caños, donde la oposición vecinal ha frenado uno de estos proyectos.
Una buena parte de ese capital se concentra en cuatro proyectos de generación y distribución de hidrógeno verde, con un presupuesto cercano a los 50 millones. Y la mitad será para una planta en Arroyo, cuya inversión ya se anunció en abril de 2022 por la empresa fotovoltaica RIC Energy, aunque todavía está a la espera de su licencia ambiental, a la que Ecologistas en Acción ha presentado alegaciones. Lo que sí que recibió fue el apoyo público del alcalde del municipio, que puso en valor los 15 empleos directos previstos una vez que se ponga en marcha la instalación.
En este municipio se anuncia un segundo proyecto, pilotado por Foce Desarrollos, que implica dos instalaciones de generación y distribución de hidrógeno. La planta de producción de hidrógeno mediante electrólisis de agua podrá producir una potencia eléctrica de 5 MW y la estación de servicio de hidrógeno tendrá capacidad para repostar vehículos a 350 y 700 bar. Adicionalmente, dispondrá de un cargadero de MEGC, también denominados, de manera habitual 'tube traileres', que sirve para cargar y trasladar el hidrógeno para suministrarlo a otras instalaciones mediante la bahía de carga. Se pretende que ambas instalaciones entren en producción durante el último trimestre del 2024 e implicará una inversión de 10 millones de euros.
Además, la empresa Fisterra ya tiene concedida por la Junta la autorización ambiental para construir un área de servicio con suministro de combustible en la calle Frambuesa, en Puente Jardín. La hidrogenera, una de las primeras que habrá en la región, se construirá en un solar de 8.964 m2 en el plan parcial de la Avenida de Burgos, una zona en plena expansión residencial y comercial, y requerirá una inversión de unos 6,8 millones. En la instalación se producirá, únicamente, el hidrógeno que repostan los vehículos y por eso tendrá una capacidad limitada de almacenamiento de H2 verde, que será suministrado a través de una serie de tráileres. La planta se ha dimensionado para que sea capaz de suministrar un máximo de 50 repostajes diarios, que se ha previsto que sean 48 kilos de hidrógeno por camión.
El cuarto proyecto está promovido por la empresa Elawan Energy y se centra en la construcción de otra planta en Velilla. Se proyecta en una parcela de 12.843 m², donde se ubicarán los diferentes equipos y un edificio para instalaciones de 480 m² de superficie construida. Aquí se anuncia que se producirá hidrógeno y oxígeno de alta pureza mediante electrólisis y también se habilitará un sistema de almacenamiento.
Biometano
La Comisión Europea también apuesta por el biocombustible para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y acelerar la transición hacia la energía limpia. En el caso de la provincia hay un gran potencial porque los sectores ganadero y agroindustrial generan toneladas materiales de desecho y su transformación en biometano evitaría el consumo de gas natural fósil. Pero esta opción también genera recelos en los vecinos de las localidades donde se instalan tanto por los posibles olores como por el tránsito de camiones que se produce, como detallan algunos alcaldes. Esto ha ocurrido recientemente en Matilla de los Caños y en otros pueblos del entorno, como Tordesillas, donde el Ayuntamiento mostró públicamente su rechazo por «los perjuicios que podría producir en la zona».
Actualmente, se están tramitando varios proyectos. Uno de los más importantes se anunció en octubre del año pasado para ubicarse en La Cistérniga. Grupo Nortegas, a través de su filial Norbiogas Renovables, y Granja Conchita plantean una planta que se centraría en la producción de biogás «a partir de un proceso limpio de obtención de residuos orgánicos ganaderos y agrícolas, procedentes de Granja Conchita, para su inyección directa a la red de distribución de gas natural».
Sus promotores detallan que tendría capacidad para gestionar 60.000 toneladas al año de residuos y generaría energía para atender el consumo medio anual de gas natural de 4.000 hogares. La futura planta se podría empezar a construir a finales este año, con una inversión prevista de 6 millones y la creación de unos 20 puestos de trabajo, cinco directos y 15 indirectos.
Otro proyecto es el que se plantea en Olmedo, en el polígono industrial José Antonio González Caviedes, que ya ha superado la licencia ambiental. La planta tratará y eliminará estos residuos por digestión anaeróbica para la producción de biogás. Tendrá capacidad para tratar 25.000 toneladas, que podrían convertirse en energía eléctrica (4.590 megavatios/hora) y también en fertilizante orgánico. Una parte se destinaría para autoabastecimiento de la propia planta y el resto iría a la red.
Cogeneración
El proyecto que más inversión requerirá será el de cogeneración térmica con biomasa promovido por Acor en Olmedo. La cooperativa y Enso invertirán 70 millones para construir una planta de energía renovable, en forma de vapor y energía eléctrica, a través de biomasa agrícola y forestal de origen local. Esta misma semana se ha anunciado que se ofrecerán acuerdos duraderos con los agricultores interesados para retirar los residuos de paja de colza y de maíz mediante su empacado. «El 35% de las 100.000 toneladas anuales que necesita la planta será biomasa agrícola, lo que abre una puerta a la posibilidad de suministrar biomasa hasta ahora poco utilizada en el sector como son los residuos generados en los cultivos y otros restos agrícolas», informan desde la empresa.
Este proyecto, que ya tiene la licencia ambiental de la Junta y está a la espera del permiso municipal de obras, generará anualmente más de 45.000 MWh de electricidad y evitará la emisión a la atmósfera de más de 60.000 toneladas de CO2.