La pujanza del sector del vino en Valladolid es evidente. Las grandes firmas bodegueras del país se han fijado en la provincia para instalarse y el crecimiento de las denominaciones de origen ha sido más que evidente en los últimos años hasta conseguir que la provincia sea ya un referente dentro del sector vitivinícola.
Ni más ni menos que 81 nuevas bodegas se han instalado durante los últimos diez años en las denominaciones de origen de Ribera del Duero, Rueda y Cigales. Una media de ocho nuevas firmas al año. Los consejos reguladores de las tres DO entienden que estas cifras suponen «una clara muestra» del tirón económico del vino en Valladolid.
En estos movimientos de firmas se puede observar la llegada de grandes grupos bodegueros, procedentes especialmente desde La Rioja, que se han instalado y comprado terrenos para la siembra de nuevas cepas, que ya se están a pleno rendimiento. Por otro lado, también se han abierto pequeñas bodegas en algunos municipios de reducido tamaño, con un volumen de facturación más reducido.
Marcas de reconocido prestigio llegadas desde La Rioja o desde tierras gallegas se han asentado en Valladolid en busca de beneficios debido al aumento de ventas que las denominaciones han tenido durante este periodo de tiempo. Un ejemplo de ello es el grupo riojano Compañía de Vinos del Norte de España (CVNE) que adquirió la bodega Anta Banderas, que había entrado en concurso de acreedores tras desligarse de la figura de Antonio Banderas. El grupo mexicano Multimedios desembarcó en Ribera de Duero al hacerse con la propiedad de Bodegas Lleiroso, en Valbuena de Duero. En el año 2022 las inversiones continuaron de la mano de Bodegas Riojanas (con la gestión de Hacienda Miguel Sanz) y Bodegas López Morenas con la compra de Bodegas Muntra (Santa Cruz de la Salceda).
De esta forma, se han comercializado casi medio centenar de bodegas. «Esto demuestra el interés existente dentro de Ribera del Duero por parte de muchos grupos de instalarse por la buena salud de la que goza la denominación», aclara su presidente, Enrique Pascual. En este mismo sentido se expresa el representante de las bodegas de Ribera (Asebor), Iker Ugarte, quien sostiene que en estos últimos años han llegado nuevas firmas, «pero ha sido a través de adquisiciones, no con construcciones de grandes bodegas. Sí se han levantado algunas edificaciones más pequeñas».
En el caso de Cigales, nueve de las 33 bodegas inscritas en la actualidad han llegado en los últimos diez años. Nombres tan destacados como Eme Bodegas en 2021, Protos, en 2020 O Valcigal, en 2022, procedente de Toro están ya produciendo claretes dentro de la denominación. Carlos Martín 2022 (está inscrita y en proceso de certificación) y Sueños de Tova, este mismo año han sido las últimas en llegar. La directora general de la DO, Águeda del Val, indicó que actualmente no hay ninguna bodega más en construcción. «La llegada de nuevas bodegas ha sido a cuentagotas en los últimos años, pero sí han venido firmas muy importantes que han proporcionado mayor prestigio a la denominación». También se han producido algunos cambios dentro de las propias bodegas, como es el caso de Traslanzas. Se trataba de una bodega de vinos de guarda y ahora mismo, con su nueva razón social, es elaboradora y de embotellado. Modificó su razón social a Traslanzas Bodegas y Viñedos, en el año 2020.
Andaluces y riojanos. Se podría decir que Rueda es la denominación con mayor número de desembarcos de bodegas procedente de otras zonas vitivinícolas del país. Altos de Ontañón, procedente de La Rioja, al igual de Ramón Bilbao, que llegó en 2016, son solo algunos ejemplos. El crecimiento exponencial de las ventas de Rueda ha conseguido atraer a grupos de todas las partes del país, como Bodega González Byass Jerez, desde la comunidad andaluza. Así, hasta un total de 24 en la última década, la mayor parte de gran tamaño, aunque también ha llegado alguna firma de Valladolid, como Bodegas Nidia, en 2022.