El Recoletas Atlético Valladolid no quiere que la presión o la responsabilidad sean un obstáculo para sumar su sexta victoria consecutiva y para seguir afianzando su buen juego en Huerta del Rey, donde permanece imbatido desde hace más de un año. El técnico vallisoletano, David Pisonero, ha asegurado que el equipo es consciente de que sumar es difícil, y más ante un rival "diametralmente opuesto" a Anaitasuna, ya que este es un conjunto con desparpajo, joven y con mucha velocidad, pero el REBI Cuenca "es un grupo experto, que marca el ritmo, con jugadores con mucho carisma".
"Tienen gente con Mundiales, con muchas ligas a sus espaldas, que sabe manejar el juego y que, aunque ha tenido momentos de irregularidad, ahora está bien, en progresión, y va a ser un encuentro duro", ha advertido en rueda de prensa.
En su opinión, recoge Efe, "los Pizarro, Barceló, Pozzer, Hackbarth tienen mucha experiencia y manejan los partidos, y cuentan con muy buenos lanzadores, como los propios Pizarro y Barceló, más Neves o Perbelini, que hacen goles desde larga distancia", por lo que tendrán que adaptarse a eso, y al ritmo del partido, que es lo que más les interesa.
"Nosotros tenemos que seguir en nuestra línea, en ese crecimiento, tratando de marcar, defensivamente, desde el inicio, como ante Anaitasuna y, aunque es un equipo muy diferente también, tácticamente, somos muy moldeables en la concepción del juego, buscando variables gracias a la polivalencia de los jugadores", ha analizado.
Sabe que este choque va a ser complicado por el rival que es, ya que en Valladolid además siempre juega bien y templa el ritmo que impone el Recoletas, y porque sería su sexto triunfo consecutivo, lo que cada vez cuesta más, porque vienen contendientes "con mucha más enjundia" y será difícil ganar.
Por eso intentan independizar el rendimiento anterior y afrontar objetivos cortos, ya que siempre les ha ido bien así, tanto cuando han ido bien como cuando la racha ha sido negativa y el propósito es apelar a su juego en casa, donde están a un nivel alto, "que no puedan los nervios y la responsabilidad y el público siga disfrutando".
Para el cuadro azulón la permanencia siempre es el objetivo real, pero las temporadas pasan, el equipo va creciendo y, aunque había una incógnita muy grande al cambiar el centro de la defensa, la plantilla se ha adaptado muy rápido y ha ofrecido prestaciones enseguida.
Las miras suelen estar en "rozar la octava plaza", aunque ahora estén quintos en la clasificación, porque "quedan muchas jornadas y muchos partidos complicados, ante rivales superiores o que se están jugando mucho".
Al respecto ha apuntado que hay seis equipos detrás del Barça con los que no es sencillo jugar, porque están confeccionados para otros objetivos, y el del Recoletas es intentar competir con ellos y ya se verá dónde lleva eso: "sería un error pensar en otra cosa, con tantas jornadas por disputarse".
Además, tiene claro que no pueden ir "con el acelerador puesto", porque la lesión de Edu Calle y Manu García les ha trastocado, el rendimiento no es el mismo, y hay que especular con eso. "No renunciando a partidos, sino afrontándolos con las armas que queremos para administrar esfuerzos, de una manera táctica e inteligente", ha concluido.