El entrenador del Recoletas Atlético Valladolid, David Pisonero, ha asegurado este jueves que el Viveros Herol Nava segoviano, próximo rival de su equipo, "es el que más y mejor se ha reforzado", por lo que prevé un partido "muy difícil" en una cancha que no se le da bien a los vallisoletanos.
En este sentido, ha aclarado que "no es un pabellón fácil, porque es pequeño, la presión es grande, ellos se sienten cómodos y saben gestionar los tiempos, ahora, todavía más, con la llegada de gente más veterana, que sabe medir el momento de juego y la intensidad".
Por tanto, es consciente de que "ir allí como visitante y tratar de imponer el ritmo de juego no es sencillo", pero van con "mucha ilusión y con excesivas ganas", porque en la primera jornada ante el Frigoríficos Morrazo, que acabó en empate a 34, tuvieron "mejor juego que puntos".
"Nos quedamos cortos para los méritos que se hicieron, y queremos refrendar en Nava las buenas sensaciones, hacer un buen encuentro y traernos la victoria, aunque ellos también van a salir a sumar los dos primeros puntos, ya que perdieron ante Anaitasuna", ha señalado el técnico vallisoletano.
En su opinión, el cuadro segoviano cuenta con jugadores como Nevado, Nolasco, Bonano, Tioumentsev, Borja, Isaías y Gedeón Guardiola o Luisfe, que le convierte en un conjunto "muy competitivo, bien conformado y con experiencia".
Enfrente habrá un Recoletas que ha rejuvenecido su plantilla y que sigue acoplando a sus nuevos fichajes, pero lo visto ante el cuadro gallego "da esperanzas para hacer una buena defensa, correr y tratar de controlar el partido, porque si se manda defensivamente, habrá más opciones de ganar", ha advertido.
Tiene claro que "el listón defensivo está muy alto, porque el año pasado fue muy bueno en esa faceta" y, aunque aún falta esa total adaptación en el centro, saben lo que quieren y cómo lo quieren, y el punto de partida fue positivo, a pesar de que el rival logró empatar.
Preguntado por su nuevo cargo como seleccionador de Israel, Pisonero ha señalado que es una forma de "competir internacionalmente", pero manteniendo una premisas fundamentales, que era seguir dedicado al máximo a su club, con el que muestra "un compromiso y una implicación absolutas".
"Creo mucho en este proyecto, y eso condiciona todo, por lo que cuando la federación de Israel se adaptó a lo que quería, acepté para preparar al equipo en la fase de clasificación al Europeo, por lo que el contrato con ellos finaliza en mayo de 2025", ha detallado.
Luego, una vez se termine esa etapa, "se verá y se valorará cómo está el equipo, la federación, y la relación con todos", y se decidirá su continuidad en el combinado hebreo, en el que estará arropado por Pomeranz, exjugador de Puente Genil, quien podrá traducir y ayudar a la adaptación de Pisonero en su nuevo reto.
"Lo que me mueve es un tema deportivo, por lo que excluyo todo lo demás"
Por último, ha asegurado que las circunstancias políticas "no le influyen", ya que él solo es "entrenador de balonmano" y su análisis es exclusivamente deportivo, sabe que su seguridad está garantizada y que su entorno le apoya, que es lo que le importa.
"He hecho llamadas, porque esto puede influir en la gente cercana, he hablado con entrenadores y con gente que está allí, pero las sensaciones han sido muy positivas, y lo que me mueve es un tema deportivo, por lo que excluyo todo lo demás", ha matizado.