Valladolid, séptima provincia con la pensión media de jubilación más alta de España, se sitúa también entre las que mayor proporción de trabajadores tienen que se retiran antes de cumplir los 65, siendo además estos los que obtienen mayoritariamente cuantías más altas que quienes apuran la etapa laboral hasta la edad de referencia o la alargan.

Cierto que 'las medias siempre mienten', como reza aquel dicho. Que si uno ingresa 3.000 euros y tres se quedan en 1.000, 'cada cual gana 1.500'; ya les gustaría a los tres últimos y poca gracia le haría al primero, claro, pero la estadística es así, concebida como la referencia menos imperfecta. 

Más allá de ejemplos inventados como ese, sucede que la realidad también dice que el año pasado, en Valladolid, 40 personas se jubilaron con 71 años o más y aun así se tuvieron que conformar con una pensión media de 819 euros, mientras 10 que lo hicieron con 59 pasaron a cobrar más del triple, 2.752; o 12 con 60 años y 2.546. Y es que ahí entra otro dicho, el de que siempre hubo clases; contrastes, excepciones… pero resulta que esta provincia registra también la novena brecha económica más pequeña del país, y por tanto menos desigualdad que la mayoría en esta cuestión, según el análisis realizado por El Día de Valladolid a partir de los datos de la Seguridad Social.

Los prejubilados ganan 313 euros más que los de 65 o más

En total, el año pasado se jubilaron 3.936 vallisoletanos, de los cuales 2.570 lo hicieron con 65 años o más y 1.366 con 64 o menos. Los primeros se estrenaron en la tercera edad con una pensión media de 1.370 euros (redondeando sin decimales) y los segundos con una de 1.683, de ahí una brecha de 313 euros que además se ha reducido en los últimos años, con 424 en 2020, 395 en 2021 y 317 en 2022. La diferencia no es precisamente pequeña, en cualquier caso, y más si se tiene en cuenta que al cabo del año son 4.380 euros en 14 pagas. Pero a nivel nacional es aún mayor y ni siquiera se ha reducido en estos últimos cuatro ejercicios: de 474 a 484, 409 y 471 euros que suponen 6.590 anuales. 

En el ranking por provincias, comunidades uniprovinciales o ciudades autónomas destaca Melilla, donde la diferencia entre los que se acogieron a la jubilación anticipada (con una pensión media de 2.322 euros) y los que se retiraron con 65 o más (con 1.386) alcanzaba los 936 euros en 2023. Pero no se quedan cortas León (738), Ourense (706), Granada (609) o Málaga (605), mientras Valladolid (313) ocupa el puesto 44 de 52 en una clasificación que cierran Cantabria (273), Zamora (261), Navarra (250), Soria (205) y Ceuta (204). O en el puesto 9 de 52 si se ordena la tabla de menor a mayor brecha.

Condiciones

Los prejubilados ganan 313 euros más que los de 65 o más

La edad ordinaria de jubilación empezó a retrasarse de forma progresiva en España con el pacto por la sostenibilidad de las pensiones que entró en vigor en 2013. En 2024 está en 66 años y seis meses y llegará a 67 cuando el periodo transitorio en curso finalice en 2027. Aunque la referencia habitual sigue siendo la de los 65, alcanzable porque se introdujo el requisito de un periodo mínimo de cotización que, eso sí, también se ido elevando en el periodo 2013-2027: 37 años y 9 meses en 2023, 38 años en 2024, y en 2027 serán 38 y medio. 

En cuanto a la jubilación anticipada, con carácter general, se puede pedir hasta dos años antes de la edad mínima exigida en función del tiempo de cotización de cada cual, pero con excepciones según la profesión. Los funcionarios del Régimen de Clases Pasivas (el que se aplica a quienes accedieron al sector público antes de 2011), por ejemplo, se pueden retirar a partir de los 60 años si tienen reconocidos al menos 30 de servicio; parecido sucede con policías locales o bomberos, con supuestos en los que se pueden jubilar con 59; o con los asalariados del sector agrario, así como los de la minería u otras profesiones tipificadas como «penosas, tóxicas, peligrosas o insalubres», con el tope en 52 años.

Así, según se acerca la edad de jubilación, uno echa cuentas sobre si le compensa o no seguir trabajando, acogerse a la parcial o dejarlo todo y abrazar la segunda juventud cuanto antes. Cada cual consulta su vida laboral para ver si con 65 ha alcanzado el tiempo mínimo de cotización exigido (los citados 38 años y medio en 2024), si con 63 o 64 ya lleva al menos 35 para solicitar la anticipada, el porcentaje de pensión que perdería en ese caso (entre un 3 y un 21%, según cuánto le falte hasta 38 años y medio cotizados); los requisitos propios de su profesión... Y Valladolid, como ya se apuntaba antes, está entre las provincias con mayor proporción de trabajadores que se jubilan con 64 o menos: el 35% de los que se retiraron en 2023, cuando la media nacional se quedó en el 32%.

Los prejubilados ganan 313 euros más que los de 65 o más

En los últimos años, el porcentaje de jubilaciones antes de los 65 ha bajado en esta provincia del 39% en 2020 al 35% de 2023. Se explica en parte por la pandemia y también por las revalorizaciones de pensiones que se han aplicado en los últimos años; sobre todo por la del 8,5% en enero de 2023 como consecuencia de la inflación del ejercicio anterior, que incentivó jubilarse de manera anticipada antes del 31 de diciembre de 2022 para beneficiarse de tal subida. Así se aceleraron salidas que si se produjeron entonces, obviamente ya no se computan después.

A nivel nacional, entretanto, el porcentaje de jubilaciones antes de los 65 también ha ido bajando del 38% en 2020 al 32% en 2023, pero con notables contrastes según cada territorio, la naturaleza y singularidades de sus respectivos mercados laborales. En un extremo está Álava, donde el 52% de las jubilaciones del último ejercicio fueron de trabajadores con 64 años o menos; junto con Navarra (47%), Soria (47%), Guipúzcoa (46%) o La Rioja (44%). En el extremo opuesto: Murcia (21%), Granada (19%), Almería (19%), Ourense (16%) y Melilla (15%); y Valladolid en la mitad superior de esta tabla (puesto 21 de 52) con el 35%.

Respecto a la cuantía media de la pensión de jubilación, en febrero alcanzaba en Valladolid los 1.588 euros, la séptima más alta del país, con Vizcaya en cabeza (1.791) y Ourense a la cola (1.027).? También claramente por encima de la media nacional (1.437) y, sin embargo, no por ello con una brecha mayor que agrave la desigualdad.