El Ayuntamiento de Valladolid apuesta por la sostenibilidad. Y no es un eslogan sino que será una realidad en los próximos meses gracias a las obras de rehabilitación energética, reforma y actualización del la sede de la Casa Consistorial en la Plaza Mayor. El objetivo que tienen es reducir el consumo de energía no renovable en un 43% aproximadamente, y las emisiones de dióxido de carbono en un 49%.
Estos trabajos, que se licitaron en abril de este año y se adjudicaron el pasado 4 de septiembre, supondrán una inversión de 5,5 millones de euros (IVA incluido), pero tienen una subvención de 2.780.409 euros de la convocatoria de ayudas de fondos europeos.
Los trabajadores de la empresa encargada de la obra ya han comenzado ha instalar los andamios en el entorno de la plaza de la Rinconada, junto a los accesos al Registro municipal. Un servicio que se trasladará al patio de San Benito, donde comenzará a prestar atención al público el próximo día 23. Una mudanza que también deberán hacer otros funcionarios de esa planta y los secciones sindicales municipales.
Las obras.
La rehabilitación integral del edificio se realiza con el objetivo de conseguir una mejora de la eficiencia energética del inmueble, mejoras en la sostenibilidad y mejoras en la accesibilidad del mismo. Pero también tiene una parte muy singular con la creación de un 'Ágora' en planta sótano-primera recuperando la antigua estructura del patio del edificio, que se corona con una cubierta verde y estancial. De esta manera el edificio se abrirá hacia el exterior, hacia la plaza de la Rinconada, creando una nueva zona de espera para el ciudadano que acuda a realizar sus trámites con la administración (Registro y Padrón).
El proyecto contempla la reforma la totalidad de la cubierta, todos los aseos, todos los ascensores, todas las carpinterías, así como los equipos de generación de climatización. También se dotará al edificio de una instalación de bocas de incendio equipadas y se renuevan cuadros y redes de baja tensión.
El edificio.
La Casa Consistorial fue construida en 1903, según el proyecto de Enrique María Repullés y Vargas. El arquitecto lo planteó como un edificio exento, de estilística francesa, con organización en torno a un patio que fue ocupado en en dos plantas en época posterior. Actualmente cuenta con dos plantas de altura en la zona central de la fachada principal, coronada por la torre del reloj, y tres plantas y una planta semisótano en las cuatro torres. Las alas laterales tienen tres plantas más la planta semisótano, que se convierte en planta baja en la fachada posterior.