La empresa vallisoletana Passion for Deliveries apunta a un inminente cese de actividad, que la abocaría a un concurso de acreedores como paso previo al cierre, después de que Amazon le haya comunicado que prescindirá de sus servicios con fecha del próximo 31 de marzo. Una decisión que la llevaría al despido de los 35 trabajadores que cubren rutas de la plataforma logística en Valladolid, incluido el cese del propio CEO de Passion, Francisco Vázquez, un exempleado de Amazon que salió de la multinacional, precisamente, para crear esta subcontrata.
Passion for Deliveries trabaja por ello sólo para Amazon desde su constitución en mayo de 2020. De hecho, tiene su base en la nave de la plataforma y sus empleados trabajan con uniformes de Amazon y furgonetas rotuladas como tal, de ahí que la subcontrata reclame que sea la multinacional la que costee las indemnizaciones por despido o, en su defecto, les subrogue.
"Amazon trabaja con otras dos empresas subcontratadas y nos consta que están realizando contrataciones para cuando Passion for Deliveries deje de prestarles servicio", explica Vázquez para reclamar dicha subrogación. Asimismo, considera que la situación de los empleados afectados es parecida a la de los polémicos falsos autónomos que desde hace años están bajo el foco por empresas que se sirven de esta fórmula para ahorrarse costes laborales, si bien el supuesto jurídico en el que encajaría el caso de Amazon, en opinión del CEO de Passion, es el de haber incurrido en cesión ilegal de trabajadores.
"Amazon tiene una responsabilidad subsidiaria con estos trabajadores que no está asumiendo, ya que no les da la oportunidad de subrogación ni se responsabiliza de indemnizarlos, mientras Passion for Deliveries queda abocada al concurso de acreedores", resume Vázquez. Añade que ha intentado negociar con Amazon para evitar llegar a la vía judicial y le remitió por ello una carta y un burofax el lunes a la espera de recibir respuesta antes del jueves, pero, ante la falta de avances, el conflicto ya ha llegado a la calle.
Este miércoles, los trabajadores afectados se congregaron unos minutos en el parking de la nave, cada uno en su furgoneta, para secundar una pitada que se repetirá cada mañana durante los próximos días, de acuerdo con la convocatoria que ya han formalizado a través de la Delegación del Gobierno. El objetivo, "que Amazon reconozca su responsabilidad laboral".
Amazon niega la "cesión ilegal" de trabajadores
Amazon, por su parte, consultada por El Día de Valladolid, niega que haya recurrido a un modelo de contratación ilegal: "Contrata los servicios de entrega con terceros mediante contratos de transporte, y las empresas colaboradoras de reparto gestionan de manera independiente su propio negocio y son responsables de la contratación, gestión y finalización de los contratos con sus empleados", sostiene.