Bajo el título 'Homo comicus', Juan Luis Arsuaga y Veronica O'Keane han abierto este viernes la segunda jornada del Foro de la Cultura con una conversación en torno a la aportación del humor a nuestras vidas y su capacidad para 'desacreditar el dogmatismo' y combatir los discursos fundamentalistas.
Así, el paleontólogo ha defendido que "el humor consiste en desafiar la lógica, requiere conciencia y pensamiento simbólico", para quien "el humor es el rasgo definitivo del homo sapiens".
"Somos la única especie animal que juega de forma lúdica en la etapa adulta y que cuanta más autoconciencia, más sentido del humor", ha manifestado O'Keane.
La irlandesa ha reivindicado que el humor constituye esa faceta de la personalidad capaz de conectar con los otros, "en el caso de la depresión, no es que estamos aislados de las emociones felices; el problema es que nos aislamos de los demás y de nosotros mismos. La conexión con los otros nos salva de la depresión', ha añadido.
El humor, ha compartido el codirector de Atapuerca, "tiene una función terapéutica y de higiene social" Arsuaga y O'Keane han coincidido también en un mismo diagnóstico, "ni los psicópatas ni los dictadores tienen sentido del humor".
"El humor es una forma de desacreditar a los dictadores, pero hay que empezar por reírse de uno mismo, es el primer paso en la vida y todo dogmatismo, por definición, carece de sentido del humor; para la gente dogmática resulta inaceptable que te rías", ha precisado el paleontólogo.
Los fundamentalistas, ha compartido O'Keane, "carecen de sentido del humor, están en un extremo del espectro de la inflexibilidad cognitiva, nunca querrías tener a alguien así como compañero de mesa".
En este marco, ha puesto como ejemplo a Donald Trump, al que ha definido como un "bufón" sin flexibilidad y "ridículamente no inteligente", y ha asegurado que "una de las mejores armas que tenemos contra personas como Trump es el sentido del humor".
"Todo es tan serio ahora", ha ironizado Arsuaga sobre la creciente extensión de lo políticamente correcto, a lo que ha añadido que "incluso en épocas oscuras de nuestra historia, durante la Inquisición o la Contrarreforma, los carnavales y otras celebraciones sociales permitían la risa, la sátira y el humor", ha explicado.