El hombre que en 2018 se apropió de un total de 140.000 euros de las cuentas de otros tres coherederos que un nonagenario les dejó en herencia ha pactado una condena de tres meses de cárcel, en lugar de los tres años y medio de privación de libertad a los que se exponía.
El juicio previsto en la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia de Valladolid no ha llegado a celebrarse y ha quedado reducido a una breve vista en la que el acusado, J.A.S.G, y su esposa, esta última en calidad de beneficiaria a título lucrativo e incluida en la condena únicamente como responsable civil subsidiaria, han ratificado la sentencia de conformidad pactada con la fiscal del caso y recogida por Europa Press.
En la misma, además de los tres meses de cárcel recaídos sobre J.A.S.G, como autor de un delito de apropiación indebida en concurso de normas con un delito continuado de administración desleal, en ambos casos en cuantía superior a 50.000 euros, con la atenuante de reparación del daño, se incluye el pago de una multa de 1.080 euros, tal y como recoge el fallo del tribunal sentenciador, ya firme, que ha sido anunciado 'in voce' por el presidente de sala.
La condena no incluye responsabilidad civil, ya que las indemnizaciones han sido abonadas a los perjudicados antes del juicio, a excepción de 8.700 euros que el condenado se ha comprometido a entregar antes de una semana y cuyo cumplimiento condiciona la posibilidad de suspender la ejecución de la condena durante los dos próximos años que le ha concedido la acusadora pública con el beneplácito del tribunal.
Los hechos tienen su origen en el testamento de un hombre de 90 años a favor de cuatro herederos, entre ellos el acusado, quien aprovechando que el nonagenario se hallaba ingresado en el Río Hortega de Valladolid logró que el 23 de enero de 2018 le otorgara a su favor poder notarial que confería, entre otras facultades, disponer de las cuentas de sus cuentas bancarias, para más tarde, en septiembre de 2018, ser nombrado tutor tras una sentencia judicial que declaró incapaz al anciano, quien fallecería el 3 de febrero de 2021.
A partir de las facultades y poderes obtenidas de su familiar, siempre según la tesis de la Fiscalía y entre el 18 de enero y el 19 de febrero de 2018, el acusado comenzó a extraer diversas cantidades de las cuentas de los otros tres legatarios del testamento que hizo suyas y en otras ocasiones transfirió cantidades de las mismas a la suya propia que le había dejado el anciano.
Finalmente, en su condición de tutor, ordenó que los recibos de asistencia y estancia del anciano en el Centro Benito Menni, por importe de 108.000 euros, fueran cargados en la cuenta de uno de los otros tres herederos, precisamente para evitar la merma patrimonial de la cuenta de la que era legatorio.
Aunque no consta que la esposa del acusado tuviera intervención en estos hechos, la mujer ha sido condenada como beneficiada a título lucrativo.