Dos décadas dan para mucho. Durante este lapso de tiempo se pueden hacer infinidad de actividades, entre otras cosas sacarse una carrera, empezar a trabajar, comprarse una casa, casarse, tener hijos o cambiar de ciudad o de país. Tanto y tan rápido cambia el mundo que hace casi 20 años no existían casi los teléfonos móviles, los ordenadores eran el típico PC que tenía una pantalla monocromática y una modesta unidad de disco, y los buscadores de internet eran casi inexistentes.

Fue precisamente hace 20 años cuando surgió Facebook en EEUU y revolucionó por completo la manera de comunicarse de las personas. 

En febrero de 2004, esta red social cambió la vida de los estudiantes de Harvard de la mano de su creador Mark Zuckerberg (Nueva York, 1984), hoy director ejecutivo de Meta, y de otros compañeros de residencia como Eduardo Saverin, Andrew McCollum, Dustin Moskovitz y Chris Hughes. Hoy en día, aquel invento cuyo objetivo era crear una red privada de intercambio de información entre estudiantes alcanza la estratosférica cifra de 3.000 millones de usuarios al mes en todo el mundo, además de conectar a personas de cualquier parte del planeta.

Aunque la web ha ido evolucionando durante este tiempo acorde a las nuevas exigencias tecnológicas, sociales, comunicativas y de diseño, Facebook ha sido una de las webs que ha tenido más éxito a la hora de unir a la gente. Posee una navegación sencilla e intuitiva que permite mantener a los contactos al día con todo lo que sucede, independientemente de que estén cerca o lejos.  

El site de Zuckerberg fue el primero en permitir etiquetar a usuarios en fotos y vídeos y así facilitar que las imágenes fueran compartidas; además de dar la posibilidad de conocer a más gente a través de los millones de grupos existentes, desde foros de música, cine o deporte a infinitas listas de todo tipo de ocio. 

Pero una de las novedades más sorprendentes era y es la posibilidad de viajar al pasado, es decir, la opción de buscar y de poder reencontrarse con antiguos compañeros de colegio, de instituto, de trabajo, del barrio o del pueblo. Con solo introducir su nombre en el apartado de búsqueda de la web, Facebook hacía todo lo demás... ¡pura magia!

La página de Zuckerberg permite esa amable regresión para contactar con la persona, conocer su estado, cómo se encuentra, qué es de su vida y acceder a sus fotos publicadas. Una operación añoranza en toda regla que sirve para mantener la comunicación con los compañeros del pasado y ampliar así el círculo de amistades del presente. 

Pero Facebook también permite realizar otra destacada función, como es la de unir el antes y el después por medio de recordatorios de publicaciones subidas hace años, desde el día de la boda, una excursión con la familia, una celebración o una fiesta con amigos.

Además, la red social ha sido y sigue siendo un excelente soporte para empresas y negocios, donde los expertos aconsejan estar obligatoriamente. De hecho, hubo un momento en que no era fácil ni barato construirse una página web, así que pequeñas compañías y emprendedores utilizaron Facebook para dar a conocer sus productos. 

Líderes mundiales

Pero en estas dos décadas y a pesar de su lento descenso de usuarios entre los más jóvenes -que prefieren otras plataformas más recientes- sigue siendo la mayor red social del mundo, con más de un tercio de la población del planeta. 

La edad de Facebook empieza a notarse y su base de usuarios envejece. Los millennials siguen prefiriendo esta web, aunque su número está disminuyendo: una encuesta de 2023 reveló que el 69 por ciento de ellos prefiere utilizar Facebook a otras redes, frente al 75 por ciento del año anterior. Las nuevas generaciones se sienten aún menos atraídas por Facebook: solo el 37 por ciento de los consumidores de la Generación Z afirman ser activos en Facebook, frente al 65 por ciento que asegura estar en TikTok. 

Aunque se trata de un problema muy real para la empresa tecnológica, la firma de Menlo Park no parece estar preocupada por esta circunstancia, justo cuando lleva dos años con un nuevo algoritmo, más centrado en el contenido viral que en las amistades, y con el que prevé atraer a ese público juvenil.

Han pasado 20 años desde que Facebook empezó como un experimento en una habitación de Harvard. Y aunque Facebook, ahora Meta, se enfrente a nuevos retos, no se puede negar que esta etapa ha aportado un cambio positivo a la humanidad. Solo el tiempo dirá si Facebook seguirá influyendo en nosotros en el futuro como lo ha hecho en los últimos años.